Denuncio públicamente que a Chávez lo han querido nuevamente secuestrar, pero esta vez no se lo quieren llevar a La Orchila, sino, quieren deformarlo, acabarlo, matarlo moralmente, y lo peor es que esta vez no sólo es la oposición golpista sino el gobierno forajido que en nombre de él, nos tiene sumido en la más feroz crisis que hemos vivido producto de la negligencia y la corrupción que nos carcome.
Que si Chávez era bueno o malo lo dejo para aquellos maniqueos reduccionistas, que piensan que lo pueden despachar de manera vulgar sin debatir con la gente, con los ciudadanos, la realidad de un hombre, de un ser humano, con virtudes y defectos, pero sin duda profundamente humanista y crítico.
Un terrible error fue pretender endiosarlo o convertirlo en Mesías, incluso contratando a una famosa consultora para deshumanizarlo y construir un culto religioso, en torno a quien simplemente hizo lo que pensó que era mejor para el país.
Están otros, los más miserables, que siguen explotando su "herencia" política porque no tienen identidad política propia, y siguen utilizando su imagen abusivamente, a pesar de que no funcionó el 6 de diciembre de 2015, cuando lo pusieron a perder sin poderse defender, o se olvidan de "El 6D gana Chávez", slogan de una campaña que sabiendo la estrepitosa derrota que venía, puso a combatir al único que supo pelear en vida por lo que creyó, mientras que los otros de su entorno esperaban para cobrar sin trabajar.
Ahora no sólo es la oposición, que sabe que su único enemigo real hasta ahora, a pesar de estar muerto es Chávez, y la mejor manera de hundir su recuerdo es diciendo que este no es el gobierno de Maduro, sino que sigue siendo de Chávez, cuando en realidad es un gobierno que lo hace tan pero tan mal, en nombre de Chávez, que lo mucho y tan sólido que éste había dejado empieza a afectarse sin que nadie con poder burocrático pueda evitar el deterioro.
Chávez el 8 de diciembre del 2012 pidió "unidad, lucha, batalla y victoria", unidad en torno al pueblo, lucha crítica por un mundo mejor, batalla contra el imperialismo y el capitalismo y victoria sobre las miserias humanas y para que nuestro país no dependiera más de otros, sin embargo hoy la unidad es en torno a los corruptos, la lucha es contra la crítica, la batalla es a favor de la expoliación de nuestra gente y territorio y la victoria ha sido de la oposición, y entonces en nombre de la lealtad a la que apelan aquellos que nos tienen en esta crisis debemos olvidar que Chávez fundamentalmente era un rebelde con causa.
Si Chávez estuviera vivo hoy, así como se rebeló el 4F, así como se rebeló ante lo ya constituido y llamó a una constituyente, así como se rebeló ante un golpe de Estado ilegítimo en el 2002, así como se rebeló ante un paro petrolero genocida, así como se rebeló ante el imperialismo, hoy no tengo duda que se rebelaría ante la claudicación, el entreguismo y la crisis en la que sus propios "hijos", como se autoproclaman, nos tienen sumidos.
No me imagino, no me cabe en mi mente, ver a un Chávez crítico y autocrítico, como el convocado en el Golpe de Timón, aguantar una devaluación del 58% con un aumento de sueldo de sólo el 20%, unas colas y escasez como la que se vive hoy, con anuncios que no anuncian nada, vender la soberanía por cuatro monedas en un acto de desesperación como la que representa el ahora famoso "arco minero", una corrupción que se puede calcular en 475 millones de dólares entre fuga de capitales y descuadres de caja de PDVSA, unos narcosobrinos, pagar la deuda a pesar del sufrimiento del pueblo sin medicinas, sin que el mismísimo Chávez se rebelara en nombre de un pueblo que hoy tiene de salario mínimo el más bajo y miserable del mundo, con subsidios que cada vez llegan menos al pueblo sino que se queda en manos de "gorgojos" que el mismo gobierno puso ahí, pero no hay un ministro o funcionario de alto gobierno responsable de nada, sino sólo los "gorgojitos" pendejos.
Chávez no era ingenuo, el sabía lo que tenía alrededor, conocía sus alacranes, como los llamó sabiamente Müller Rojas (aunque podemos dudar si alguno de ellos fue el que terminó matando a Chávez), pero lo que si es cierto es lo más sincero que le he escuchado a Diosdado Cabello en estos últimos años cuando le dijo a la bancada opositora aún siendo presidente de la Asamblea Nacional: "Se murió el que amarraba a estos locos".
Hoy el único que puede sustituir a Chávez es, como siempre ha sido, el pueblo, la gente, los ciudadanos organizados, ya Venezuela no soporta mesianismos, de Chávez necesitamos doctrina pero jamás dogma, no podemos permitir que nos lo vuelvan a secuestrar esta vez de manera definitiva.
Hoy Venezuela necesita dos referentes, el de Chávez histórico, debatible, confrontable y un nuevo referente político emergente, alternativo, incluyente, que sea tan o más rebelde que Chávez, que sea tan insumiso como lo fue él.
A tres años de tu muerte, te recordamos camarada, así como recordamos al Cacique Romero y a la querida Lina Ron.