Antes, de las elecciones del 6 de diciembre, literalmente cumplí con mi compromiso, del sufragio, pero mucho antes de este día, lidiaba conmigo mismo para ver el lado positivo del gobierno revolucionario, que se enrumba hacia el auténtico y fidedigno horizonte, pero dolorosamente, no lo pudo haberlo hecho peor. Luego de mi voto nulo, dolido y enfadado, ya que no logre dar mi dictamen patriota. De vuelta a casa, enfurecido por el fracaso de mi faena, de pronto floreció el lado positivo de mi negativa decepción, esta vez ¨No seré cómplice, de los errores y horrores de los novedosos congresistas".
Lo inexplicable e inentendible, son las matemáticas de estos supuestos nobles y honorables senadores de la república. Con un sueldo menos de 40 mil mensual, por los 60 meses del pacto constitucional, equivaldrían 2.400.000 Bolívar fuerte. La pregunta que tendríamos que hacernos es.
¿Porque los honorables candidatos, derrochan o invierten cien veces más aprox. en las campañas electorales, que la cantidad que percibirán en los cincos, arduo años de trabajos?
Llevamos dos meses esperando las nuevas buenas, del novedoso congreso opositor, que acarreaba casi dos décadas, ausentes del poder, teniendo suficiente tiempo en planear e introducir las nuevas leyes y reformas, para solventar las dificultades y quejas, que sobrellevan, cada uno de los venezolanos. Los días, semanas y ahora meses, han trascurrido y lo único comprobado es, la confrontaciones de poderes. Los senadores del congreso tienen que entender que este pueblo sabio, ha madurado gracias a la educación gratuita. Decenas de miles de carros, un millón de casas y millones en becas, no lograron desviar el dictamen de la sabiduría de la población.
El voto castigo fue el único y verdadero ganador en esta ultima elecciones, todos los congresistas sin excepción tendrían que razonar, no son amados o peor aún, confían en vuestra intenciones, lealtad y ante de todo su patriotismo, sino por castigo al que no lo pudo haberlo hecho peor.
Nuestra república, le urge una confederación patriota, en donde quepan todas las diversas ideologías políticas, con sus extremas diferencias. Renunciando a sus financiadores electorales, abandonando sus intereses personales y apartando los dictámenes de su partido político. Nuestra territorio, gobierno y congreso, solo necesita de patriotas venezolanos, que estén dispuesto al suicidio político, por el bienestar de la patria bonita, que todos querremos y aspiramos.
Dolorosamente, el último párrafo es una utopía, ya que como lo describió el premio nobel de literatura, Jubran Khalil Jubran, el sinónimo de político es la prostitución, y este humilde escritor la remata que el antónimo de político es patriota.
Desgraciadamente los males necesarios políticos, jamás cederán, limpiaran y ayudaran el camino de sus contrincante políticos, sino al contrario, como lo vivíamos en la cuarta y ahora en la quinta, se destruyen entre sí, dejando por fuera los intereses de la república. La más grande refinería de América latina, varios puentes y bienes públicos fueron destruidas, gasolina, gas, alimentos y la lista prosigue fue y siguen ausentes, estos fueron literalmente impulsados por la oposición en contra la república.
Ahora hay nuevos opositores que son de la minoría en el congreso, pero son gobierno, tiene potestades para causar los mismo o peores circunstancias que nuestro país pudiese confrontar o soportar. O seguirán los pasos de sus antecesores políticos, o trabajan por el beneficio de la patria, al apoyar y no trabar la nuevas buenas que aun no ha salido la primera.
Hay dos caminos para recorrer, trabar al contrincante y adversario político, que automáticamente te impulsa indirectamente a fortalecer tu imagen política. O el difícil pero honorable camino al suicidio político, al conceder e impulsar las nuevas buenas del novedoso congreso, que directamente fortalece la imagen del exitoso labor del nuevo congreso e indirectamente perjudicando a su partido político, que no tuvo esta compasión patriota de sus adversarios. (La traición juega su rol allí)
No importa quién gane, ya que al final del camino siempre vencerá el bien, ante Dios.
Un patriota ejemplar, fue el excelentísimo Hugo Chávez, que no se inmolo, sino al contrario, lo martirizaron al envenenarlo, El, jamás cedió su patriotismo, ante ningún político nacional o internacional.
¿Qué obsequiara el destino, a nuestra dicha nación, florecerá el patriotismo o arrasara la politiquería?