Quinto malo

Se dictan cursos para bachaquear poesía y no morir en el intento

He buscado infatigablemente en los avisos clasificados de todas las páginas impresas y digitales de periódicos venezolanos y del mundo entero, pero ninguna me hace ofertas de cursos para bachaquear poesía y no morir en el intento.

¿Será que la poesía no es comerciable ni rentable? Me niego a creerlo. Ese Midas que es el capitalismo, capaz de cosificar y convertir en mercancía todo cuanto toca, lo ha logrado hasta con el amor. Un día al año se consagra para éste y las tiendas se abarrotan cada 14 de febrero con peretos de todo tipo que es obligatorio regalar, como constancia de que se ama. Y como amar, para los enajenadores de lo real, es un hacer de tipo sexual, para el cual se necesitan -también- costosos jugueticos de todo tipo, entonces el mismo día de San Valentín se ha ampliado ahora hacia la categoría: "y de la amistad", para incorporar allí todo el espectro de relaciones afectuosas entre las que no se tiene sexo.

Vamos a detenernos un poquito en este ejemplo del amor cosificado que, cuando es sentimiento dirigido a la progenitora se denomina comercialmente "Día de la madre", pero, finalmente, es otro día para el culto a la circulación de mercancías. Digo detenernos allí, porque el amor vivido, practicado y definido por Ernesto Che Guevara como móvil de todo verdadero Revolucionario, difícilmente pueda ser reducido a mercancía. Ningún luchador social, revolucionario, necesitará jamás acudir a un mercado para comparar la dosis de amor que necesite para transformar la sociedad, acabar con la explotación, las desigualdades e injusticias que general el capitalismo y que exacerba hoy a través de sus formas imperialista y neoliberal. Le bastará con su conciencia de clase para amar, luchar y vencer. Este amor guevariano no es mercantilizable ni, mucho menos, bachaqueable.

El amor, al igual que la poesía como expresión tangible de un valor de uso y no de cambio, no resultan, entonces, buenos aliados para la acumulación y reproducción de capital. Habrá intercambio de bienes, habrá mercado de bienes, cuando todos sean de uso y para los disfrutes, individuales y colectivos. Lo que no habrá es mercancía. El arte jamás será mercancía y hacia allá debemos avanzar en la emulación con todos los bienes de la humanidad, pero para ello habrá que derrotar, definitivamente, al capitalismo.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1727 veces.



Iván Padilla Bravo

Director del semanario cultural "Todos Adentro", medio adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura. http://www.mincultura.gob.ve/

 ivanpadillabravo@gmail.com      @IvanPadillaB

Visite el perfil de Iván Padilla Bravo para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: