Veamos que nos dice Juan Linarez*: "La vaina se pone oscura, se anuncia la hambruna"
"Es vergonzosa la conducta del gobierno nacional, continúa con el descaro y el cinismo, de hacer creer a los venezolanos que vivimos en un mundo feliz, asimismo, es lastimosa la situación de carencia de la mayoría de nosotros, azotados por el hambre al no encontrar los alimentos y cuando los hallamos es con un alto costo, donde el salario mínimo nacional no alcanza para comer, menos para vestirnos y comprar medicinas. Es una crisis total. Está llegando a etapa terminal. Es terrible la escasez, el desabastecimiento, agregando a estos flagelos la hiperinflación y mega especulación auspiciada desde el gobierno por funcionarios del Ministerio de Alimentación y su organismo el SUNDDE, los precios justos y los productos de precios regulados desaparecieron ante la inacción del gobierno".
Nos imaginamos que, los que colocaron al país de primero, en la lista de los peores países del mundo, se guiaron por el artículo escrito por este "aporreador" que botó toda su bilis de frustración cuando se inspiró para hacer este diagnóstico sobre la patria que lo vio nacer.
Según éste autor, aquí no hay gobierno y nuestras condiciones socioeconómicas y políticas son sólo comparables a la más atrasada nación africana. Default total, crisis humanitaria y a llorar al valle. De allí a pedir la intervención de la OEA y el ingreso de marines para que nos "ayuden", sólo hay un paso.
Ninguna medida que tome el gobierno para ir satisfaciendo las necesidades y enfrentar la guerra económica que le hacen desde el norte e implementada por los cipayos criollos sirve para nada, veamos el sentido que les da nuestro amigo aporreador: "Este miércoles se aumentó el salario mínimo nacional de 9647 a 11578 bolívares, un aumento mensual de 1931 bolívares y diario de 64,37 bolívares, ese aumento no alcanza para un café. La cesta ticket, que no forma parte del salario, llegó a 13 mil 275 bolívares. Presidente es aumento no compensa nada las necesidades de los trabajadores, ante la escasez, el desabastecimiento, la especulación y la inflación, ese salario mensual no alcanza para comer una semana, es una burla, es un descaro contra el pueblo venezolano".
Menos mal que Juan Linarez Ruiz* no es opositor y muchas veces se ha declarado ferviente chavista y revolucionario a carta cabal. Como decía un amigo mío: ¿"Con amigos así, para que quiero enemigos"?.
No quisiera que alguien interpretara que estoy aupando para que se silencie la crítica a este gobierno, que ha cometido muchísimos errores, pero de allí a hacerle comparsa a los enemigos jurados de este proceso y contribuir con la oposición para destituir a Maduro hay mucho trecho, a lo cual yo no me voy a sumar. Yo pienso que por más mal que lo estemos haciendo, la gente de la oposición lo haría peor que nosotros en cuanto a solucionar los problemas estructurales de la pobreza heredada desde hace más de 200 años.
Estamos viviendo una difícil situación, eso es innegable, pero cuando hay un sector de la población que se confunde y llega a creer, que son los creadores de la crisis los deben solucionarla, las cosas se ponen color de hormiga. Es como pedirle al verdugo que ya te cortó la cabeza a que te la vuelva a colocar en su sitio. Es una locura. Creer que son las fallas gubernamentales las generadoras únicas de la situación actual y que él está trabajando para desgraciar a sus habitantes, es la negación total a todas las políticas sociales dejadas por el Comandante Chávez y heredadas por el actual presidente obrero, Nicolás Maduro Moros.
Pienso que el papel de la oposición es hacer fracasar la gestión del gobierno, esa es su naturaleza. No se le puede pedir otra cosa, pues la única manera de obtener ellos el poder, es mediante el fracaso de su contrario. Eso lo sabemos, pero de allí a que alguien de los nuestros se sume a sus objetivos, nos parece que ha comenzado a mear fuera del perol. "Cuando el clamor de la patria llama, hasta el llanto de la madre se silencia", algo parecido creo escribió un poeta, para graficar que cuando la nación está en peligro inminente, sus hijos deben sacrificarse, aun a costa del dolor que sientan sus madres.
El tiempo de los "adversarios políticos" ya pasó, entramos y pasamos a la etapa del "enemigo politico". La "guerra a muerte" es inminente. El imperio está empeñado en destruir nuestra nación y aquí no podemos "optar entre vencer o morir, necesario es vencer". Al "enemigo, ni un tantico así".
*Juan Linarez Ruiz: 230 artículos publicados en Aporrea desde el 2009: Ex-parlamentario regional. Especialista en Crisis. Temas Preferido: Ecología, Política Internacional y Laboral. Militante de Marea Socialista en el estado Bolívar."