El bachaquero como burócrata

El grueso de los bachaqueros son trabajadores informales, gente sin trabaja asalariado y poco dispuesta ser explotados por un fabricante y menos por un comerciante de "pase adelante" ya acostumbrados a pagarles a sus trabajadores con un salario MÍNIMO que les sirve legalmente como marcador de los salarios de su plantilla de pagos.

Con la inflación que venimos sufriendo todos, por ahora, ningún salario mínimo llega a cubrir ni siquiera la mitad de la cesta básica que supuestamente debe servir para cuantificar ese salario mínimo. De manera que hay una notoria mala intención en todo comerciante inflador de precios ya que, si de por sí el salario mínimo es chiquito, más chiquito se hace todos los días por la acción directa de todos los comerciantes quienes en cada suba de precios automáticamente ven ensanchado su mercado, su clientela, en cuanto a la recaudación por el mismo volumen de bienes ofertados.

A estos comerciantes el Estado debe ir obligando a elevar indexadamente el salario mínimo según los niveles de inflación sin esperar decretos oficiales. Los mismos trabajadores deben coparticipar en esta exigencia. Porque así como los precios de mercado marcan los "precios justos" de venta, asimismo el valor de la cesta básica debe servir para marcar el salario mínimo diaria, semanal o mensualmente, según se muevan los precios de dicha cesta.

En paralelo, el Estado puede invitar o reclutar a los bachaqueros para que se conviertan en funcionarios públicos como distribuidores de la cesta casa por casa, por ejemplo. Tendrían prestaciones, dejarían de ser enemigos de esta sociedad, dejarían de hacerle el juego a los empresarios e intermediarios golpistas, y darían un ejemplo de cómo la economía informal podría perfectamente formalizarse.

19/03/2016 03:57:49 p.m.



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Manuel C. Martínez


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