Cuando el ministro y vicepresidente del área económica, Miguel Pérez Abad, anunció la nueva política de precios del Gobierno del Presidente Maduro, señalándonos que la misma "…está dirigida a romper con las estructuras especulativas en los canales de comercialización, distribución y producción nacional" y cuyo objetivo, de la nueva política de precios, sería "lograr la deflación final de los precios", asegurando por demás, que "los precios aprobados es por lo menos 40 por ciento más bajo que el nivel de precios del mercado especulativo", estimamos que el señor ministro, nos está viendo caras de pendejos y pendejas; por supuesto, otra es que el señor ministro no las quiera administrar. Deflación, es una bajada general de los precios de una economía, valga decir, es lo contrario a la inflación. Cuando existe "deflación", los bienes y servicios disponibles para la población bajan de precios y, por los tanto, se hacen más accesibles. Ahora bien, la "deflación" pudiera surgir cuando la oferta de bienes y servicios en la economía nacional crecen y es mayor que la demanda. En tal caso, habida cuenta la excesiva oferta de bienes y servicios, el empresario para vender sus productos baja sus precios y ello le permite competir en mejores condiciones contra sus iguales en productos y servicios. Hipótesis descartada en la Venezuela Bolivariana, en la que la burguesía está cartelizada y son, los monopolios y oligopolios, quienes controlan a su antojo, la oferta de bienes y servicios, por ende son quienes fijan los precios. Pero, también existe otra forma de propiciar la "deflación" y esa no es otra, sino mediante la caída drástica de la capacidad adquisitiva de la población, mediante la reducción de los salarios reales. La inflación ha venido jugando ese papel, y prueba de ello es, que mientras el Presidente Maduro ajusta el Salario Mínimo Nacional y el beneficio del llamado tiquet de alimentación; lo real es, que con dichos incrementos, cada vez menos bienes y servicios podrán adquirir el venezolano o la venezolana. Esta vía, propuesta por Pérez Abad, es la clásica neoliberal aunque se le oculte con un discurso "revolucionario". Ajustar los precios de manera tan desorbitada, que haga imposible a la población adquirir esos bienes y servicios, por demás escasos; obvio entonces, que la oferta se ajustará por encima de la demanda habida cuenta que, dado los desorbitados precios, pocos podrán acceder a los mismos, debido a sus reducidos ingresos.
La mejor muestra de lo antes afirmado, es lo que acaba de decidir el ministro de Transporte y Obras Públicas, Ing. Luis Sauce, con los precios del "Transporte Público", al anunciar el incremento de los pasajes a Bs 35 a partir de este mismo mes de marzo, para agosto Bs 45 y finalizaría este año con otro ajuste a Bs 50 a partir de noviembre próximo; lo cual, ya es Ley de la República, como consta en la Gaceta Oficial N° 6.221 Extraordinario de fecha jueves 17-03-2016. Señala el señor ministro de Transporte y Obras Públicas, en senda entrevista para el programa "El Desayuno" de VTV, que: "Fue un acuerdo con los transportistas, no fue una decisión arbitraria del Gobierno Nacional", mientras que en la Gaceta Oficial se señala en uno de sus Considerando, que la decisión fue tomada de la siguiente manera: "Que en el marco de la política de diálogo, el Ejecutivo Nacional con la participación de los agentes involucrados (prestadores de servicio, pasajeros y pasajeras, Consejos Comunales, Comités de Usuarios y entes del Estado), ha realizado estudios de orden técnico, económico, financiero, social y de calidad del servicio, a los fines de lograr un ajuste equitativo en materia de tarifas; para el Servicio Público de Transporte Terrestre de Pasajeras y Pasajeros en Rutas Interurbanas". Por demás, la mencionada decisión ministerial, impresa en la Gaceta Oficial no se toma la imprudencia de mencionar cuáles consejos comunales, cuáles pasajeros y pasajeras, mucho menos cuáles comités de usuarios y usuarias, sirvieron de soporte a tan bárbara decisión. De hecho, ya comienzan a deslindarse de la misma diversos movimientos sociales afines al proceso bolivariano, como es el caso de la Plataforma Bolivariana de Transporte, quien a través del camarada Félix Jaramillo, denunció el pasado martes 22, que esa decisión se acordó "en grupos muy cerrados", con lo cual se desmiente lo afirmado por el señor ministro. Reconociendo por demás, que los trabajadores y trabajadoras del sector transporte "no están preparados para brindar un servicio de calidad a miles de venezolanos que utilizan sus unidades para movilizarse en todo el territorio nacional". ¿Con qué sector político habrá acordado ese incremento entonces el Ing. Luis Sauce?
El incremento de pasajes, acordado –unilateralmente- por el señor ministro de Transporte y Obras Públicas, no contempla el Pasaje Preferencial Estudiantil, hecho que nos lleva a presumir de su eliminación. Y en cuanto a los adultos y adultas mayores, denominados en la Gaceta como: "Tercera Edad" (¿?), así como nuestros compatriotas con discapacidad, que hasta la fecha venían gozando de la exoneración del pasaje, tendrán ahora que cancelar su pasaje con un descuento del 50 por ciento de las tarifas establecidas (Artículo 10 de la Resolución Conjunta Tarifas 2016 – Rutas Interurbanas). Sin duda, un acuerdo profundamente leonino contra los beneficiarios y beneficiarias del servicio, el pueblo venezolano; quien, si antes con apenas 500 bolívares podía ir y venir, de Caracas a Maracay, ahora tendrá que cancelar 688 Bs, a partir de agosto 820 Bs, y a partir de noviembre, Bs 980. Con lo cual, las posibilidades de traslado entre ciudades cercanas a la ciudad capital, se restringirán a las mínimas necesarias, para nuestro pueblo.
Qué decir del pueblo trabajador, el más afectado; en particular, aquellos y aquellas quienes trabajen en la ciudad capital y tengan que trasladarse desde los Valles del Tuy, Los Teques o La Guaira, sus salarios se consumirán en solo pagar pasajes. De allí, la necesidad de llamar la atención del camarada Presidente Maduro, en función de estudiar la posibilidad cierta de incorporar una Prima o Bonificación –especial- de Transporte, ya sea salarial o no, en el ingreso de la clase trabajadora del país, públicos y privados. Haciendo la misma extensiva a las pensiones de nuestros jubilados y jubiladas. Dicha Prima, debe costearse de los ingresos derivados del incremento de los precios de la gasolina. Eso soliviantaría en algo, el brutal ajuste realizado a los precios del transporte público.
Si esta manera de ajustar los precios, va a ser la constante para los demás bienes y servicios que demanda nuestra sociedad, no escatimamos esfuerzo alguno en suponer que el Gobierno del Presidente Maduro, juega con candela y con la paciencia que, hasta ahora, ha mantenido nuestro pueblo en respeto a la gobernanza que le dio en abril de 2013. Pero, debe tener presente que el pueblo bolivariano, al igual que el pueblo argentino y colombiano, está hecho del mismo acero que los ha llevado a rechazar en las calles los planes de ajuste estructural del FMI, unos con mayor energía y decisión que otros.
Los transportistas, por intermedio del adeco José Luis Trocell de la federación de transportistas, reclamaron del Gobierno el cumplimiento del artículo 143 de la Ley de Transporte; según la cual, los entes involucrados "regularán y publicarán, en el primer trimestre del año, las tarifas correspondientes a los servicios de transporte público de personas, en las rutas urbanas, suburbanas e interurbanas de su competencia, basándose en estudios de transporte de orden técnico, económico, financiero y en la calidad del servicio que se preste con la participación de los sectores involucrados", acusando al Gobierno, el dirigente adeco que: "Los que han entrado en incumplimiento son los entes que fijan las tarifas; nosotros no podemos seguir esperando a que tomen decisión". Olvidaba entonces, que a partir de febrero de este mismo año, ese sector del transporte había incrementado –unilateralmente- los pasajes de 15 a 20 Bs (33,33 por ciento) sin que el Gobierno actuara para frenarlos en su tentativa autoritaria, dejando al usuario o usuaria a merced de la voracidad capitalista del transportista. Con este segundo ajuste de este primer trimestre, completan un incremento del 108,33 por ciento de arrancada este año, en oposición a tan solo el 20 por ciento de ajuste, que recibió el Salario Mínimo Nacional a partir de este mes de marzo. Así son las cosas, con la "bendita" oposición es que acuerda el Gobierno del Presidente Maduro los incrementos del transporte público, esa es la verdad que no podrá ocultar el señor ministro; quien, por cierto, ahora tendrá que ver qué hace en el Metro de Caracas y demás servicios de transporte público, pues el pueblo se desplazará hacia ellos, en búsqueda de mejores servicios y, por supuesto, accesibilidad a sus menguados ingresos, lo cual pudiera afectar la calidad de los servicios que hasta ahora se venían prestando.
En todo caso, Presidente Maduro ordene usted incrementar las flotas del Metrobús para que nuestro pueblo no tenga que sufrir los rigores de la pésima calidad de un servicio de transporte público (prestado por privados) que propicia mucho estrés y arrecheras, no vaya a ser éste, el aliciente que esperaba el oposicionismo, para ahora sí, propiciar el desbordamiento popular que tanto han anhelado conseguir, para salir de una vez por todas de Usted y su Gobierno, cada vez más alejado de los favores y sentimientos populares…