Robert Malthus a la carga: Más que petróleo, mercados

No es el petróleo lo que en última instancia mueve a los EE UU a acabar con la arquitectura del medio Oriente y Norafricano, como lo viene haciendo, sino la posible reanimación de los mercados.

Malthus, como feudal no conoció el hambre ni el trabajo, cuyos padres fueron explotadores de la Edad Moderna temprana, concibió la pobreza como un excedente poblacional respecto de la oferta de marras, siglos XVIII- XIX. O sea, sostuvo un criterio meramente mercantil.

Fue Carlos Marx quien se le opuso con soportes valederos cuando logró demostrar que los excedentes demográficos suelen provenir de los proletarios, y particularmente del subsector de desempleados o marginados que crece exponencialmente cuando el desarrollo técnico lo hace aritméticamente.

Efectivamente, todo desarrollo industrial burgués, si bien incrementa los rendimientos de la empresa porque mejora la productividad de los asalariados, en paralelo incrementa el volumen de desempleados porque a los preexistentes, como tales, les suma los nuevos desplazados con cada innovación maquinista. Por eso decimos que los rendimientos crecen lentamente y el desempleo, rápidamente.

La causa, a su vez, de ese desempleo es la producción excedentaria de plusvalía invendible derivada del llamado progreso tecnológico que promueve el desempleo de mano de obra viva por la muerta atrapada en maquinarias y equipos en constantes renovaciones.

Ese proceso comenzó con Adam Smith quien teorizó la famosa división de trabajo, una división tan desmenuzada entre las diferentes fases intervinientes en la elaboración de las mercancías que ha permitido desde entonces la introducción de máquinas que perfectamente y con muchísimo más rendimiento reemplazan mano de obra asalariada, a costa de un incremento en la plusvalía relativa del personal que siga empleado ayudándose con esas innovaciones tecnológicas.

La gran crisis que confronta el capitalismo no es su oposición política marxista con marcados avances socialistas de derecho y de hecho, sino de mercados. En la medida que estos se estanquen, la plusvalía se acumula ociosamente, la tasa de ganancia tiende a decrecer y se hace necesario la toma de medidas como la obsolescencia programada, y las guerras destructivas de bienes muebles e inmuebles, maquinarias y gentes pobres quienes son la mayoría de la víctimas en cada guerra cruenta porque sencillamente la clase proletaria es marcadamente mayoritaria en todas las sociedades burguesas.

No es, pues, el petróleo lo que en última instancia mueve a los EE UU a acabar con la arquitectura del medio Oriente y Norafricano, como lo viene haciendo, sino la posible reanimación de los mercados. Su acercamiento a la Cuba que ha sido sometida a un criminal bloqueo durante más de 50 años, el reciente y capcioso s acercamiento de EE UU a esa isla, busca mercados. No debe pasar muchos meses para que ese bloqueo cese. La gran enemistad de EEUU con la Venezuela bolivariana responde al ALBA y nuestra negativa ala ALCA. Decir ALCA es decir mercado norteamericano, es decir colocación de plusvalía, hoy estancada a pasos exponenciales.

26/03/2016 08:48:07 a.m.



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Manuel C. Martínez


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