En lo que se esperaba fuera el inicio de una cadena de guarimbas a instalarse a partir de este lunes 28, en 12 de las 15 parroquias del Municipio Libertador, la no programada, que iniciaron el Miércoles Santos en El Playón- Vía La Culata- fue un rotundo fracaso. Las autoridades fueron sorprendidas en su buena fe, creyendo que por ser Semana Santa y siendo Mérida un pueblo mayoritariamente católico, la gente de la oposición iba a respetar esos días e iban a suspender las actividades de calentamiento de calle que tienen programadas apenas terminara la semana mayor.
El Alcalde Carlos García y su carnal jefe de policía, Víctor Mora, vieron la oportunidad de lanzar un globo de ensayo y lograron en combinación con gente del Mov. 13, montar una guarimba para sabotear los operativos de seguridad y a la vez palpar la temperatura del descontento popular que produce el desabastecimiento programado por sus comerciantes y la inflación inducida. Para ello nada más propicio que utilizar el nombre de la Primera Combatiente Cilia Flores y la supuesta presencia en la ciudad de una de sus sobrinas. Se dijeron, "esto es como agarrar mango bajito. Matamos dos pájaros de un solo tiro: Desacreditamos a la familia presidencial y hacemos que la gente odie más a la GNB".
Al principio fuimos sorprendidos con el escándalo que hicieron dos conocidos periodistas de la oposición, con los twitter y los comentarios de los noticieros de las estaciones de radio opositoras. Según ellos miles de personas fueron agredidas por 120 GN que sin ninguna explicación les lanzaron bombas lacrimógenas y hasta usaron armas de guerra prohibidas para contener manifestaciones pacíficas. Eso comenzó a ser sospechoso, pues no mostraban ninguna imagen de que eso hubiera sucedido, sino fotografías de grandes piedras obstaculizando las calles, palos atravesados y unas 5 bombas lacrimógenas y una docena de cartuchos de pedigones como evidencias de los supuestos hechos acaecidos.
Algunas imágenes mostraban a jóvenes encapuchados detrás de las personas que se atrevían a hacer alguna declaración sobre el asunto y todos coincidieron que el gobernador Alexis Ramírez debería subir a hablar con ellos, para poder destrancar las calles y darles salida a los turistas que habían quedado prisioneros en los hoteles y posadas, los cuales no podrían salir si ellos no lo permitían. Algo así como un chantaje para obligar al gobierno.
Menos mal que El Gobernador no les siguió el jueguito y los dejó que se quemaran en su propia salsa.
Tres días duró la primera guarimba fallida de esta oposición merideña que bajo el liderazgo de Carlos García, William Dávila, Carlos Ramos y Lester Rodríguez, no han logrado capitalizar la alta votación obtenida en el Estado el pasado 6D. Continúan sin hacer nada para evitar las colas en los comercios, habiendo ellos prometidos al electorado que esa cola del 6D sería la última que haría la gente.
Aun cuando durante las dos Semanas anteriores en la Av. Don Tulio, la gente del Mov. 13 y alguna de Voluntad Popular, estuvieron practicando, calentando el brazo con lanzamientos de objetos contundentes en contra de la policía y aterrorizando ciudadano y les fue muy bien, pues lograron impactar a una veintena de funcionarios y transeúntes, que fueron atendidos en los centros hospitalarios de la ciudad; con el montaje de las guarimbas programadas a partir de este lunes como que van a tener que echarse para atrás, pues la masa no está para bollo y la gente ya no está viendo con buenos ojos a los encapuchados. Tenían meses de vacaciones y ya creíamos que esa especie se había extinguido.
