Contra el poder

El peligro de una burbuja política en Venezuela

El presidente de Venezuela Nicolás Maduro advirtió en una asamblea política de evitar el ¨eventismo¨, añadiendo que se hacían actos que no culminaban en nada en concreto, solo discursos, aplausos y luego la inercia. Ello viene sucediendo en todo el país y se ha conformado una especie de burbuja política que en cualquier momento puede volver a explotar con graves consecuencias como lo sucedido el 6 D.

En las elecciones parlamentarias explotó una burbuja política, la mayoría de los candidatos del polo patriótico no representaban a las mayorías y ello se deduce del gran porcentaje de abstención, lo que plantea una segunda deducción, el 1x10 era otra burbuja, la primaria otra burbuja y el liderazgo de las autoridades nacionales y regionales otra burbuja.

En consecuencia se realizaron las asambleas de las catacumbas y la gente realizó la denuncias respectivas y las propuestas pertinentes. Luego se realizaron los consejos presidenciales y se repitió la metodología ante las cámaras de televisión, y cuando todo parecía estar claro se convocó de nuevo a un congreso y las asambleas por parroquias nuevamente.

Pero en esta ocasión con menos asistentes, por cuanto estaban dudando de la eficiencia de tantas reuniones, tantos eventos que luego no se concretaban en nada. Pues bien, hay varios errores políticos que se siguen cometiendo mientras crece la burbuja.

Primero, la organización no es de calidad y no hay una metodología de seguimiento a las propuestas, por ejemplo, la parroquia Universidad en el estado Bolívar realizó interesantes planteamientos en todas esas asambleas, varias propuestas concretas en materia económica, institucional, organización partidista, comunicación etc., pero nadie se hizo responsable de hacer llegar esos documentos a su destino final, nadie da respuesta de donde están esas propuestas ni que pasó con ellas.

Se deduce, que los organizadores, los responsables de coordinar esos eventos están fallando en la parte final del proceso, es decir, la retroalimentación y evaluación, las propuestas aprobadas, las acciones y el seguimiento y control de las mismas. A estas alturas nadie sabe quien puso su cargo a la orden y si la misma fue aceptada o no.

En su momento y en su espacio se tendrá que debatir nuevamente la eficiencia de la dirección nacional y los equipos estatales y municipales del partido, que fueron los más cuestionados en todas las asambleas. Sin embargo, lo más importante, es que así como estamos aprendiendo por las malas que no debemos esperar una porción de la renta petrolera para crear el nuevo modelo socialista, tampoco podemos esperar que la organización se decrete o sea el resultado de una coyuntura política de crisis.

La militancia es la principal responsable de que sus equipos municipales y estatales sean una burbuja política, porque no han creado los mecanismos de seguimiento y control de los mismos. Cómo es posible que un responsable de la escuela de cuadros de la dirección nacional no haya rendido cuentas de su trabajo político y de las metas alcanzadas si es que alguna vez se plantearon metas en concreto. Hasta ahora, el saldo de la escuela de cuadros fue un evento, la entrega de material y los discursos con una cacofonía política.

¿Quién asume la responsabilidad de los miles de planes comunicacionales que no han resultado en un sistema eficiente?. Las acciones políticas sin metas, sin estadísticas, sin medición, sin objetivo concreto, sin visión, únicamente sirven para coyuntura política, incluso cumpliendo metas, se desdibujan si se pierde el norte.

Por ejemplo, el Correo del Orinoco nació de una reunión de trabajo de los equipos comunicacionales del PSUV durante la gestión de Vanesa Davies. Hoy día ella parece estar distanciada del partido y sus razones tendrá, pero quienes asistieron a esas reuniones hicieron el trabajo político y luego las personas reclutadas para concretar el proyecto lo hicieron, el Correo del Orinoco existe.

Se me antoja hacer esta reflexión y decir en primera persona que las metas cumplidas se reconocen porque trascienden en el tiempo independientemente de quien este de turno, doy fe de ello, porque las metas que cumplí como funcionario público en la Gobernación del estado Bolívar siguen dando frutos, la institución cuenta con una Imprenta y una emisora radial, artillería del pensamiento que permanecen más allá de los funcionarios.

Así debe ser el trabajo de los consejos presidenciales, de las UBCH, los concejos comunales, proyectos concretos, metas cumplidas y mecanismos para rendir cuentas, que jamás van a venir de una oficina en Miraflores, debe construirse desde abajo con el criterio y la creatividad de poder concretarlas sin la dependencia de la renta petrolera.

En este momento es importante la depuración política, la rendición de cuentas y la evaluación de la eficiencia de los líderes o funcionarios. El ex presidente de CEVAL, el militar Hebert Aguilar, está preso por corrupción, un delito asqueroso por la crisis que estábamos pasando, un hombre pedante que gustaba de dar discursos de moral revolucionaria, pues bien, pasó por siete cargos de importancia estratégica incluyendo la vice presidencia de la CVG y se dieron cuenta de que era un corrupto peligroso después de explotar la burbuja del 6D. Las propuestas y los responsables para evitar esos errores deben surgir de abajo hacia arriba. Hay que hacerlo, porque existe el peligro de que explote otra burbuja política en Venezuela.




 



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David Javier Medina


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