Los comerciantes también tienen familia, ¿acaso a ellos les llegará también su bolsa familiar del "casa por casa".
Sabemos muy bien de las ingentes tareas que, como estrategia que juega al cansancio, está imponiéndole la oposición a la diligente burocracia con la ingenua ayuda de esa parte de la población venezolana que teme hacerse bolivariana porque la mediática chapada a la antigua y colonialoide se ha encargado de torcerles su entendimiento. La prensa provinciana es su mejor vehículo y a diario la leen, escuchan y ven de manera onerosa y viciosa.
No obstante, nos vemos obligados a informarle al Ministro de la Alimentación acerca de la marcada desigualdad, tardanza y abandono que observamos en la provincia de esta mantuanísima Valencia del Rey" para que lleguen las medidas resolutorias del bachaquerismo, se suavice al menos la carestía del comercio local y frenemos los elevadísimos y cambiantes precios de la cesta básica, hasta que logremos quebrarles el mercado;, hecho que ya se está haciendo intolerable, so pena de volver a los ya superados índices de pobreza extrema que los Presidentes Chávez y Maduro habían reducido considerablemente.
El sadismo viene dado por la copiosa información que por la VTV hace usted y sus colaboradores, gobernantes y alcaldes de casi todo el territorio nacional sobre cómo y tan eficazmente están resolviendo el problema con mercados abiertos de periodicidad fija y con las novísimas bolsas de comida.
El masoquismo lo sufrimos quienes desde esta "Valencia del rey" nos enteramos que hay otras ciudades y parroquias que comen barato mientras a nosotros se nos acerca la pobreza, y conste que no estoy exagerando. Me limito a observar que aquí, por ejemplo en la parroquia El Socorro, no llega nada de eso. Sabemos que tiene bastantes problemas y que son muchos los municipios y parroquias, pero necesitamos que el gobernador les meta el ojo a sus colaboradores locales y comunales.
Los índices d pobreza amenazan con volver a sus viejos números, ahora con gente nueva, pero susceptibles también asumir la indigencia. No necesitamos darles detalles de cómo y en cuánto suben los precios hasta de los cambures (Bs.F 400/kg), del maíz para las gallinas (Bs.F 300/kg) con lo cual los aviarios familiares urbanos resultan bloqueados comercialmente, cosas así.
Le resumo: aquí a Valencia no llegan mercados abiertos, estamos esperando las bolsas. Creemos que si lo hacen es de manera puntual para conglomerados muy puntuales, pero el sector central y las demás parroquias valencianas no las han visto ni en pintura. P.D.: En esta parroquia abundan las casas de residencia que podrían prestarse para que a cada inquilino se le entregue una bolsa en particular, lo cual nos dice a las claras que podría estarse fraguando tremendo negocio favorable comerciante irregular. Una pregunta para finalizar: ¿a los mismos comerciantes especuladores les llegará también su "bolsa casa por casa?