Ante esta pregunta, el menos fanático de la oposición, me responderá: ¡Que lograron acabar con el país!. Por lo menos, eso fue lo que me respondió una de mis hijas cuando se lo pregunté.
"Ustedes acabaron con el país, lo dejaron arruinado. Le mataron la esperanza a los jóvenes de tener una casa o comprar un carro. Les dejaron grandes colas para comprar un rollo de papel toalet o un jabón para bañarse. Ustedes son lo peor que le ha pasado al país en los últimos 200 años". Que conste, no estoy exagerando y expreso la síntesis de lo que he oído.
Claro que oír esto, de alguna persona que amas y que pueda testimoniar de tu conducta moral y contar, si has sido un corrupto y cuan tan nobles han sido tus ideales que han marcado tu vida de revolucionario, duele… duele mucho y te cuestionan la conciencia. Te preguntas: ¿Qué coño hicimos tan mal, para que nuestros herederos no sientan orgullo por lo que hicimos por el país y más bien estén dispuestos a destruir la herencia que les dejamos?. En eso he estado cavilando durante los últimos cinco días y he decidido tomar posición existencial al respecto.
He llegado a pensar, particularmente en mi caso, que algunas de mis herederos pudieran adversarme políticamente por no heredarles nada y que a la hora de mi muerte hasta tendrían que recolectar entre ellos para cubrir los gastos fúnebres. No haber acumulado bienes y llegar a los 75 años de edad viviendo al día, parece ser un pecado imperdonable en una sociedad dedicada al consumismo.
Si un padre, deja una fortuna a su hijo y éste descubre que esos bienes son producto del latrocinio, la lógica moral es que ese hijo, que se supone más puro y noble que su padre, se dedicara a destruir todo lo que tiene que ver con su herencia paterna: Inicialmente modificando su ADN, regalando la fortuna heredada y borrando todos los recuerdos que de él tiene.. ¿Conocemos de algún caso?. Lo que comúnmente sucede es lo contrario. El hijo redescubre a su padre y le reconoce cualidades inexistentes: ¡Tan bueno que era!. En proporción a la fortuna heredada.
El asunto es que yo, desde hacía cierto tiempo había venido manifestando que moriría feliz, el día que pudiera realizar una travesía en tren, desde el Estado Barinas al Estado Sucre. Para mí eso significaba que nuestra revolución habría logrado hacer de nuestro país una potencia industrial y comunicacional, sin darme cuenta que había caído en el juego del progresismo capitalista. Ahora he redimensionado mis metas y pienso que ya hemos logrado más de lo que cualquier revolucionario puede soñar: Ser considerado por el imperio más poderoso que ha conocido la historia de la humanidad de los últimos 5 mil años: "Un peligro inusual a su seguridad".
Mi meta de vida ha sido lograda, nuestro enemigo histórico nos ha elevado a la categoría de considerarnos un peligro a su existencia y eso no es cualquier cosa. Todos los pueblos que han osado, en los últimos 200 años, enfrentarse al Imperio del Norte no han recibido tal distinción, siendo unos derrotados y otros borrados del mapa. Gloria a nuestro líder Chávez, que nos inspiró para lo grande, hoy en la segunda centuria del siglo XXI somos el único pueblo en el mundo, que constituye un "Peligro inusual a la Seguridad del Amo del Mundo". El fin del Imperio está cerca y nosotros vamos a la cabeza del ataque final. Los 4 fantásticos, Superman, Spiderman y Batman caerán de rodillas a nuestro pies.
Pocos pueblos han gozado de ese privilegio: El Imperio Romano declaró "Peligro Inusual" a los cristianos. El Imperio Español hizo los mismo con el pueblo Caribe y Ahora en este siglo XXI, el Imperio Norteamericano decreta y reafirma que los Revolucionarios Venezolanos Bolivarianos y Chavistas somos un "Peligro Inusual a su seguridad como nación". Ningún movimiento insurgente en el mundo había logrado tal distinción. Ese nuestro Mayor Logro y la más grande Gloria que pueblo alguno pueda desear. Bendito sea Dios, por darnos ese honor. Ya puedo morir tranquilo.