I
Rondón todavía no ha peleado
El imperio desconfía de la derecha venezolana. Es decir, de la oposición, o sea de la MUD. A través de estos años de guerra contra Nicolás Maduro, y de lo que él representa, se han dado de cuenta los muchachos de Barack Obama que esta gente no es confiable. Han invertido un chorro de millones de dólares, como parte del financiamiento para el derrocamiento y desaparición del chavismo, y nada han conseguido, como no sea la radicalización de la vanguardia chavista, bajo la dirección de Nicolás Maduro. Por tal motivo, el imperio ha tomado el asunto en sus manos. Sin importarle un pito lo que haga la derecha, desde el seno de la Asamblea Nacional, o desde cualquiera otra trinchera, incluyendo la guarimbera. "Esta gente está chorreada", le habrían traducido al señor Obama. Estar chorreada significa que tienen miedo. Miedo de jugársela. Miedo de la reacción del pueblo chavista. Miedo del binomio soldado-pueblo, pueblo-soldado. Miedo a que saben que "Rondón todavía no ha peleado".
II
Después del 6D
La victoria que obtuvo la derecha el 6 de diciembre, la embriagó. Henry Ramos Allup, creyó tener todo bajo control. Por eso vaticinó en el propio mes de diciembre, que en seis meses Maduro estaría lejos de la silla de Miraflores. "Este parapeto se está desmoronando solo. Sólo hay que darle un toquecito y ploss", señaló el flamante presidente de la Asamblea Nacional. ¿Qué ha pasado? Ramos Allup ha tenido que salir a tratar de remendar el capote, luego que su predicción no se ha cumplido. Tal como sucedió con las famosas pruebas de fraude electoral en las elecciones presidenciales que gano Hugo Chávez. Y no se ha cumplido el deseo de este sobreviviente de la IV ("cadáver insepulto"), porque a Nicolás Maduro lo acompaña un pueble arrecho, listo para salir a las calles en defensa de sus conquistas, en defensa del legado del Comandante Supremo de la Revolución. Chucuta, pero revolución al fin.
III
"Seré breve"
"El hombre que tiene miedo sin peligro, inventa el peligro para esconder su miedo", dijo un pensador. Por eso es que, en su mayoría, las primeras palabras de un orador es: "seré breve". Es decir, que va a hablar poco. Falso de toda falsedad. Es cuando más habla. Tienen miedo de enfrentar al auditorio. Sobre todo, a un posible rechazo a su discurso, o el miedo al aburrimiento que causen sus palabras. Pues bien, la derecha venezolana está aburriendo a todo el mundo, sobre todo al imperio. Y no esconde su miedo al chavismo. Un ejemplo: su abultado número de diputados en la Asamblea Nacional, no ha podido hacer morder el polvo a los diputados de la Patria. En efecto, Ramos Alllup y su pandilla no encuentran qué hacer. Están sorprendidos de tanta sapiencia política. Están sorprendidos de la coherencia de los muchachos de Héctor Rodríguez, quien, dicho sea de paso, está crecido…En fin, están sorprendidos de tanto amor por Venezuela. Mientras tanto, el miedo sigue allí. Anidado en las mentes timoratas de una dirigencia opositora traidora, que guarda sus esperanzas en el imperio, para sacar del poder a Nicolás Maduro, y terminar con el chavismo. Pero que les faltan las que te conté… Ojo pelado… El torbellino podría arrasar con lo que queda de la burguesía refugiada en el "Country Club", así como con la derecha apátrida, mediocre e incapaz. ¡Atrévanse! El miedo es libre, pero después no digan… ¡Volveré!