I
A las mujeres les gusta el poder. Si no pregúntenselo a Ángela Merkel, canciller de Alemania; Vilma Rousseff, presidenta del Brasil; Michelle Bachelet, presidenta de Chile; Portia Sipsom-Miller, primera ministro de Jamaica;
Michelle Obama, esposa de Barack Obama; Hillary Clinton, aspirante a la presidencia de Estados Unidos; Keiko Fujimori, aspirante a la presidencia del Perú; Christine Lagarde, directora del Fondo Monetario Internacional; Yanet Yellen, presidenta de la Reserva Federal norteamericana, entre otras poderosas mujeres tanto en Europa como en África y Asia, o la saliente presidenta de Argentina, Cristina Kirchner. En efecto, la mujer ha escalado posiciones importantes en la política, tanto como en la vida económica y social del mundo. Cada día más mujeres destacan en todos los ámbitos mundiales, desde el deporte hasta la política, pasando por la conducción de gobiernos con acertadas ejecutorias.
II
Venezuela no se queda atrás en eso de los avances de las mujeres en la toma de dediciones en cuestiones importantes en la vida de nuestro país. El presidente Hugo Chávez Frías abrió las compuertas para la inclusión de las mujeres, de manera importante, en los asuntos políticos y la administración de empresas, así como en cargos gerenciales de alto nivel. Igual hizo dentro del sector castrense, donde hoy día vemos a generalas, y almirantas jugando un rol de suma importancia dentro del seno de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. En efecto, todo parece indicar que la mujer jugará un rol determinante en las próximas décadas en materia política, entre otras áreas. Por ejemplo, allí está Cilia Flores, esposa del presidente Nicolás Maduro. Ella mantiene un bajo perfil, pero quienes la conocen dicen que por dentro de ella arde una llama de poder inestimable. Es probable que ella, sin querer queriendo, se involucre más en la toma de decisiones de alto nivel, como paso previo a una posible candidatura presidencial. Tiene todo su derecho. Otra aspirante es María Corina Machado, aunque ha bajado muchos puntos en los últimos meses. Por otro lado, se está hablando de la hija predilecta de Chávez: María Gabriela, quien ejerce una pasantía en la ONU. Yo no lo creo, pero de que asustan, asustan. Sería hermoso ver a la hija de nuestro Comandante Supremo, ir tras su legado. Pero no creo mucho en esta carta.
III
En el escenario político nacional existe una cuarta mujer que podría sorprender a muchos líderes de la política venezolana. Me refiero a Lilian Tintori. La esposa de Leopoldo López. Así como usted lo está leyendo. Esta mujer la encargaron de recorrer a Estados Unidos (incluido Hollywood) y Europa, retratarse con medio mundo, con un fin específico: ser la candidata a la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela, cuando todo esté listo. Recuérdese que López fue el niño consentido del imperio y su candidato para sentarse en la silla de Miraflores. Sin embargo, debido a su situación, han echado mano a su "barbie" querida y paseadora para que acupe su lugar. ¿Esto es posible? Claro que es posible. Los votos para la Tintori se multiplicarían, y hasta podría echar una vaina. No más especulación. Pido perdón a mis lectores por este trabajo poco serio. Es una práctica para salirnos de las cosas serias, y paliar un poco el intenso calor en Puerto Ordaz, y la escasez de alimentos: un binomio que pesa como una estatua sobre el lomo de un pueblo con hambre. Hambre de la buena y hambre de la mala… Sin embargo, cuidadito si pegó con una…. ¡Volveré!
Puerto Ordaz, 21 de abril de 2016