Es el sentimiento y no la razón
lo que mueve al humano.
F. Mauriac.
A Dios gracias, por dar oportunidad de comunicar aquellos lectores de artículos de opiniones, cuyas lecturas generan comprensiones y sentimientos que ayudan a profundizar conceptos y dejar huellas en el corazón, con nuevas informaciones, que complementan las existentes y que les permitan seleccionar el camino más cercano, al que conduzca a la verdad. Como una esperanza para alcanzar en sentido general, plenos conocimientos. Complementando con los expertos teólogos que afirman; que en cada humanos como partes, existe el creador como un Todo, que es conocimientos. Se infiere, como artículos que llegan al corazon, cuando se tienen la virtud de buscar conocimientos. Reforzando con lo que dicen los expertos; las ideas existen por allí y solo se tropieza con ellas, los que tienen conocimientos.
En Venezuela durante la década de los 60, grupos de políticos desarrollaron el Marketing, sobre la Democracia Representativa. Las estrategias fué, minimizar el estado, con la finalidad de ser más manejables, dentro las posibilidades de confort, propia de un comportamiento de los que hacen algo, sin tener las experiencias de haberlo hecho; al menos, una vez en la vida. Se fue estructurando una clase exclusiva, cuya representatividad niega la participación de los pueblos. A raíz de las dictaduras precedentes, fue destruidas las bases económicas. Y creada otras, con dependencia del rentismo petrolero. Aunque, se masificó la Educación, como medida populista. Y la tozudez de los gobernantes de turno, dio al traste con el fomentar las investigaciones en las Universidades; para facilitar el ataque político al mentor.
Surgió una clase profesional, dispuestos ayudar al país a surcar los caminos del desarrollo. Fueron muchas las empresas dedicada a formar profesionales, según las necesidades industriales. La economía tuvo un empuje excepcional, pero los que no trabajan y maquinan en la oscuridad, empezaron a frenar el desarrollo. Incrementando los precios de los cursos de formación, hasta ser eliminados; a pesar de haber facilidades para descontarlos del impuesto sobre la renta. Momentos cíclicos en el control del precio del petróleo y en las restricciones económicas, y del cupo en las universidades, fomentarán efervescencia política, que prevaleció hasta final del Siglo XX. Donde el pueblo perdió las esperanzas y se reveló, pasándole el testigo a la Revolución Bolivariana.
Sobre los gobiernos de la IV República, se ha hablado mucho. Lo cual en esta oportunidad, sólo se hace referencias a un sector de la población en confrontaciones y sin capacidades dialécticas. La impotencia de someter a los pueblos, fue cultivando un odio, sin analizar en la profundidad conceptual, el nivel de culpa y el consecuente desprecio al adversario, bajo presunción de pueblos campesinos. Era tanto el desprecio, que no se percataron de la importancia de la masificación universitaria, donde muchos profesionales vivían en los barrios. Y mediante el liderazgo de Hugo Chávez, que le dio una dirección de esperanza, se consolidó una gran fuerza integral, que consolidó los inicios del Socialismo del Siglo XXI.
Desde los inicios de la llamada conquista de los territorios, que hoy conforman los pueblos Latinoamericano y del Caribe, hasta el final del Siglo XX. Se fue consolidando una clase exclusiva, que por la capacidad instructiva educacional y capacidad financiera, se impusieron sobre el natural. Maniobrando y maquinando diferentes situaciones, con altibajos en la estabilidad de las diferentes repúblicas creadas. No obstante, fuera del gobierno acumulan más dinero, que en la participación como gobierno. El cultivar las veleidades humanas, en los más aventajados, para servir a sus intereses; inoculando conceptos ideologizante, para crear un sentido de pertenencias virtual, al margen de los pueblos originarios. Por lo tanto, se requieren conocimientos más profundos, donde el sentimiento prevalezca.