El 28 de abril de 2016, por solicitud del Presidente de la República, la Sala Constitucional resolvió en positivo la solicitud de valoración de la constitucionalidad de la Ley de Bono para Alimentación y Medicinas a Pensionados y Jubilados que fue sancionada por la Asamblea Nacional el pasado 30 de marzo de 2016, quedando dentro del mismo orden buscar la posibilidad de su viabilidad económica en estos tiempos. Tenía que ser así porque a la MUD no se le puede creer ni El Padre Nuestro.
Cabe entonces la interrogante ¿Como sumar a la extraordinaria inversión pública venezolana este justo beneficio a las personas que durante una vida han entregado su esfuerzo a la producción nacional como trabajadores, tanto de las empresas privadas como de las instituciones públicas? ¿De dónde saldrán los recursos para honrar este compromiso con los jubilados y pensionados en Venezuela?
Pues bien, sin necesidad de que nuestro país se desentienda de la noble acción de solidaridad con otros países, esto es también constitucional, puede el país generar recurso interno para saldar el beneficio a los jubilados y pensionados. Todavía en Venezuela a pesar de voces agoreras sigue nuestra riqueza envidiable y apetecible por muchos países del mundo sobre todo por potencias terroristas que conviven en el mundo. Aun tenemos potencial incalculable y virgen que desarrollar para llegar a ser potencia económica generadora de alta economía para el bien común venezolano y más allá de nuestras fronteras.
En ese orden de ideas, se puede pechar a los delincuentes. Por cada delito una multa, además de la pena de cárcel claro. Doblar el valor de las multas de transito (en Maracaibo es mucho lo que se recaudaría), pechar Alcaldías y Gobernaciones para ese fin, de sus ingresos descentralizados. Un porcentaje del sueldo de los funcionarios públicos electos y no electos. Del cobro de servicios públicos (hidrológicas, electricidad, registros, notarias, colegios de profesionales y otros); aumento de gasolina (la barata); pechar viajes turísticos al exterior; popularizar el turismo nacional para recolectar recursos; sincerar la recaudación del seguro social obligatorio; las cotizaciones que las empresas no pagan al seguro pero que las descuentan al trabajador; cuotas de responsabilidad social empresarial.
Pechar publicidad, que hay bastante y hoy es bien cara a pesar de la tal crisis; al consumo suntuario; aporte voluntario de sueldos; vender activos decomisados y provenientes del narcotráfico; destinar ganancias o impuestos de las loterías; pechar licores. Multar terrenos ociosos; pechar sindicatos; cuota a los estacionamientos o garajes judiciales; pechar partidos políticos; cobrarles las mentiras públicas a los políticos y periodistas etc. etc. A lo mejor se escapan elementos que aportarían recursos para hoy, en el futuro de recuperarse los precios y venta del crudo, podría el país paliar esta inversión social y otras que se adeudan al pueblo venezolano.
Así que los venezolanos sigamos haciéndole bien al mundo, en la tradición de ser amigos, libertadores y solidarios con los pueblos. Riquezas tenemos muchas y Dios nos bendijo por permitirnos nacer y luchar en esta tierra, en nuestra patria.