La bachaquera, esta que hizo su confesión, se siente como realizada. Declara a la prensa con orgullo, no oculta su nombre, al contario se lo restriega a la infeliz periodista que la entrevista que, con toda seguridad, cobra una miseria por lo que hace. Hasta podría no cobrar nada si la muchacha es una pasante. Cuando el reportero gráfico se dispone a fotografiarla le hace una seña de "espera" o "time", sacude el cuerpo, recoge la desordenada cabellera, procura que sus instrumentos de trabajo entren en el campo de la cámara y entonces le indica "dale play".
-"Bueno", dice la bachaquera, "tú sabes cómo está la cosa". "Yo antes no hacía nada; o sea, ganaba poco; aquello no era trabajo, ni vida, ganaba una miseria, el sueldo mínimo y la cesta ticket, que como sabes no alcanza para comprar lo que compro para revender". Lo que muchode verdad tiene.
- "¿Eres soltera, no tienes hijos?", preguntó la periodista.
-"No, soy casada, por civil y por la iglesia y tengo una niña". "Mi esposo está como antes yo. Gana muy poco. Lo que no es propiamente un trabajo. Por lo que acordamos que yo dejase aquello, en lo que perdía el tiempo y me pusiese a bachaquear".
-"Por lo general la niña forma parte de mi equipo de trabajo. O sea, con ella atravesada en la cintura puedo recibir mejor trato, pero hoy la dejé con la abuela porque voy a bachaquear "duro".
-"¿Cómo operas?, siguió preguntando la periodista a sabiendas queaun así le pagarían poco o nada.
-"Bueno. Esté….Salgo a bachaquear dos días a la semana, miércoles y viernes. Ya antes de las cinco de la mañana estoy en cola y al día compro en varios abastos, tengo mis amiguitos que me ayudan".
-"Cuéntame", dijo la periodista con ese lugar común propio de los periodistas de ahora, "¿Cómo es eso de los amiguitos y qué hacen ellos?"
-"Bueno. Eso es secreto profesional", le respondió con otro lugar común sin que uno sepa si lo hizo a propósito para mofarse de quien le entrevistaba. "Pero" continuó hablando, "me son de gran utilidad aunque debo bajarme de la mula y en veces fuerte". "Por eso, nunca me falta mis numeritos".
-"¿Cuánto ganas?". Se atrevió la periodista a preguntar algo que parece delicado. Pero tocó su orgullo, su fibra íntima. ¿Cuánto gano? ¿Cuán importante soy?
-"Si el día es malo, gano unos doce mil bolívares. Hay días muy buenos que uno consigue cosas que hace tiempo no se ven y a eso se le gana mucho".
La periodista, sin olvidar aquello de los "amiguitos" y con la intención de pescar algo grande, volvió sobre el asunto pero con mucha discreción:
"¿Trabajas sola?"
"Bueno…..Sí". "A veces me ayuda mi marido, pero sólo por poco tiempo pues debe irse a lo que él todavía llama su trabajo". "Claro", esta vez optó por ser más locuaz, se sentía como en confianza y quizás agradecida porque la prensa ayudaría en algo; no sabe en qué pero piensa que es bueno ser publicitada. "Tengo gente que me avisa dónde hay productos regulados y especialmente donde hallaré de los más encaletados; como dije a estos se les gana más". "Y como ya dije, mis numeritosson salidores".
Seguí leyendo la entrevista pero no quiero cansar al lector. Con eso es suficiente. La "Chama", se mete 24 mil bolívares semanales, por la medida pequeña; si el mes tiene un promedio de 4 semanas y media, la cifra llega a más de 100 mil bolívares mensuales, sólo trabajando dos mañanas a la semana. No lo dijo ella, uno lo imagina y no del mundo de la fantasía, sino de eso que algunos llaman lógica capitalista y otros la ambición, no tardará en meterse a tiempo completo en el "negocio" y hasta el marido también, para lo que éste dejará de perder el tiempo en eso que llama trabajo. Saque cuenta amigo lector, cuánto ganaría la pareja si bachaquea "full time".
Después de terminar de leer aquella curiosa entrevista. Me formulé varias preguntas, porque de alguna manera uno, esté con el gobierno o la oposición, está atribulado con este estado de cosas.
¿Qué país estamos construyendo? ¿Qué ejemplo estamos dando a nuestros hijos, a las nuevas generaciones? ¿Qué de aquel sueño de Chávez?
Luego reflexioné, ¿quién carajo va a querer trabajar, vender su fuerza de trabajo, sus conocimientos, si por eso pagan una miseria? ¿Quién querrá ir a una universidad? ¿Acaso no es obvio que mejor que trabajar es bachaquear? ¿Para qué trabajar si no podrás pagarle a la bachaquera? ¿Qué clase de economía, sociedad están construyendo nuestros capitanes, desde el gobierno o la industria privada y hasta la misma oposición, quienes de alguna manera han conducido e inducido al bachaqueo? ¿Qué los partidos en disputa? Si de cambio hablamos, no hay duda que eso es toda una revolución con piquete al revés. Nunca antes, los pobres, sin saber leer ni escribir, habían hallado un camino expedito para el ascenso social,distinto a convertirse en "Prán";aunque por lo que se dice, esto del bachaqueo está en manos de los pranes. ¿Pero cómo puede financiarse esta loquera? ¿Esto del bachaqueo contribuirá a una revolución que haga de la sociedad una cueva de bachacos? De los pobres,excluidos, tenidos en un proyecto como una fuerza de cambio, han apuntado al éxito aliándose a los explotadores y convirtiéndose ellos en eso. Lo malo es que el bachaqueo también está sujeto a la competencia y como solían decir los abuelos, "quien más saliva tiene traga más harina". Y de estos pasarán al salón de los famosos, quienes en definitiva, puedan llegar a ser más culones.
¿Qué hacer con el discurso revolucionario que no pudo aprehender ese fenómeno, donde los excluidos, maniatados por la vieja cultura y haciendo oídos sordos ante aquél, han optado por saltar la talanquera?
Ella, la bacahaquera, siente que al fin se encontró a sí misma, halló el camino del éxito. Por asuntos de la lógica, deseos que desata el capitalismo, pronto dedicará a lo que ahora hace la semana completa; hasta podría ser cabeza de ratón; darse lujos y convertirse en una referencia, como Trump. ¿Para qué perder el tiempo trabajando?Quizás hasta lleguen, ella y su marido, a posesionarse de la máquina de los numeritos.
¿Es cierto que lo peor es la clase media? ¿Es tan así? ¿No es algo como repetitivo y hasta romántico?