"No podemos seguir presenciando inertes, en aras de un mojigato y pretendido respeto a la legalidad burguesa, cómo socavan las bases de nuestra revolución. Evidentemente los alaridos de la CIDH, en defensa de los derechos humanos de los paracos y de sus cómplices políticos y mediáticos, no se harán esperar. Tampoco se harán esperar los gritos lastimeros de la SIP en defensa de sus cachorros. Los más tímidos de los nuestros dirán que no debemos rayarnos ante los organismos internacionales; yo les respondería: ¿qué sería una raya más para un tigre?
¡Sería imperdonable desde todo punto vista que dejásemos perder esta revolución sin hacer uso de todas las armas con las que contamos!". Carlos Lipo
En la guerra declarada contra nuestra nación por el imperio más colosal y bestial que ha conocido la humanidad, no se puede tomar la posición del Ni-Ni, o la del avestruz para esconder la cabeza como si no estuviera pasando nada. …"cuando el clarín de la Patria llama, hasta el llanto de la madre cesa".
No hay tiempo de conciliación de clases cuando hemos sido declarado: "peligro inusual a la seguridad del imperio", y sabemos que decretos similares han servido para destruir países como Irak, Afganistán, Libia, Ucrania y Siria.
Los recientes saqueos a tiendas y almacenes de alimentos que están en pleno desarrollo y la efervescencia del terrorismo económico inflacionario, no deja la menor duda de que se acabó el tiempo del diálogo. "O se rompe la zaraza o se acaba la bovera".
Medidas como el cierre de fronteras han fracasado rotundamente; las largas colas en las bombas de gasolina para sacar gasolina y productos para Colombia y otras islas del caribe aumentan cada día. La pérdida de fé de la población en sus Fuerza Armada crece y la confianza de una salida pacífica a la crisis está disminuyendo cada segundo.
Se hace necesario tomar medidas heroicas como la de Ricaurte en San Mateo. Perder esta batalla es perder la guerra y si llegáramos a quedar vivos moriríamos de vergüenza ante las preguntas de nuestros nietos sobre porque pasó lo que pasó.
Alguien dijo una vez: "prefiero morir de pié, que vivir de rodillas". Esto se aplica como actitud de vida en estos momentos de peligro inminente para la Patria que tanto ha costado a nuestros ancestros. Los miles de muertes y destrucciones habidas durante las guerras que hemos tenido en los últimos 200 años por tener una Patria Libre y Soberana habrán sido en vano y volveremos a la situación del 1.830 cuando se disolvió la Gran Colombia. Dirán los que sobrevivan: "tanto nadar para morir en la orilla".
Ya no tenemos al gran caudillo vivo, pero sus ideas quedaron sembradas en el pueblo que todavía lo sigue y como el siempre repetía: "Sólo el Pueblo Salva al Pueblo", llegó la hora de asumir nuestra cuota de responsabilidad como Pueblo y tomemos las medidas pertinentes para defender el legado que nos dejó nuestro Comandante: UNIDAD, LUCHA, BATALLA Y VICTORIA.
UNIDAD: Frente a los enemigos de la Patria que están identificados y definidos: LOS APATRIDAS IMPERIALISTAS (Antiguos Realistas).
LUCHA: Permanente para vencer los valores y símbolos que sostienen la ideología de los enemigos de la Patria (Consumismo-Individualismo-Egoísmo-Fascismo-Racismo).
BATALLA: Sin cuartel, tomando la ofensiva para hacerlos retroceder y reducirlos a la mínima expresión. Sin contemplaciones y sin el miedo de que agentes del imperio pueda acusarnos de violar los derechos humanos de quienes siendo victimarios se hacen pasar por víctimas.
VICTORIA: Que mereceremos por ser consecuentes por los valores éticos y morales que adornan a nuestro pueblo luchador: por lograr la Paz con justicia, por incluir a los excluidos de siempre, por construir el reino de Dios en la Tierra y construir la Mayor Suma de Felicidad Posible para nuestros ciudadanos.
Nada de esto es factible con blandenguerías, hay que declararse en Emergencia y tomar las medidas heroicas que nos den el triunfo definitivo sobre EL ENEMIGO. Entiéndase bien que son ENEMIGOS, no adversarios políticos como eran AD y Copei en la IV República; los cuales se pusieron de acuerdo para exterminar a los Comunistas e izquierdistas y montaron los Teatros de Operaciones Militares para que hicieran ese trabajo A los adversarios se les vence, a los enemigos se les destruye. Eso lo entendió muy claramente El Libertador cuando emitió su ya famoso Decreto de Guerra a Muerte.
Si, tiene razón quien haya leido este escrito hasta aquí, me coloco al lado de los "duros", "radicales", "termocéfalos" o como nos quieran llamar. Esto no es una diatriba política racional y electoral que se arregla con elecciones cada año. Esto que estamos viviendo es una "guerra de exterminio" y en estos casos, el responder con flores cuando te lanzan bombas, es como inmolarse estúpidamente.
Las guarimbas, el terrorismo económico, la destrucción de infraestructura y servicios públicos son actos de guerra y como tal merecen igual respuesta de los entes que tienen la misión de preservar la Paz de la República Bolivariana de Venezuela. "Retrogradar es perdernos".