Precisiones, ¿para qué están sirviendo los captahuellas?

Los centros de acopio (Pdvales, mercales y afines) para la venta al contado de las bolsas de comida casa por casa nos lucen viciados y contraproducentes. Entendemos que responden a medidas de emergencia, pero hasta allí. En Valencia la venta casa por casa sigue ralentizada. ¿Será para cubrir el semestre ofrecido para la salida de Maduro?

Mejorar la producción y su correspondiente distribución son condiciones necesarias, pero no suficientes mientras el comerciante irregular no sea regulado eficazmente. Sin embargo, un exceso de protocolos judiciales no son los más apropiados en tiempos turbulentos. ​Una deficiente supervisión de los agentes comunales salpicados de herencia Puntofijista-presumible y con evidencias de tantos traidores que cada día aparecen desenmascarados- ​

Los reguladores de la justica colaboran con el enemigo en esta guerra económica de carácter terrorista y golpista cuando se muestren muy casuísticos en sus procedimientos.

Los ajustes salariales siempre han sido necesarios, inclusive para los gobiernos derechistas, aunque jamás con la responsabilidad, extensión ni intensidad que viene aplicando el nuevo Estado prosocialista instaurado desde el momento mismo del arribo del Presidente Chávez.

Hoy, tales ajustes no pueden seguir sometidos al capricho disperso de algunos gremios, ni de algunos líderes que podrían arrogarse la defensa del trabajador, de su salario y de su buen vivir, un par de condiciones notoriamente trastocado en estos momentos. ​Hoy los trabajadores que despertaron conocen y saben defenderse motu propio con un mínimo de intermediario quienes son potencialmente corrompibles, lo vemos a diario.​

En tal sentido, es relevante una sobreoferta de los productos básicos al margen del intermediario actual, de quienes se han convertido en oportunistas ante las intenciones subversivas que la oposición ha mantenido desde esos mismos momentos del Primer mandato del Presidente citado.

La venta a domicilio de dichas bolsas en transportes para asistencia casa por casa, a familias debidamente registradas, además de la venta de bolsas de comida acopiadas en los mismos y hasta viciados centros de los Pdvales o mercales ​ que podría​n​ regir sólo mientras la actual clientela del vendedor irregular vaya perdiendo mercado.

La escasez, independientemente de su causa y manifestaciones es el peor enemigo que confronta por ahora la familia venezolana, y no precisamente por causa de ralentización de la producción, sino por el acaparamiento

​ y contrabando de extracción mientras no se coloque la Muralla fronteriza que venimos sugiriendo.​ ​Hasta los propios consumidores ​colaboran con la escasez coyuntural ​

como familias angustiadas y cargadas de una justificada incertidumbre que la impulsa a la comisión de compras nerviosas, a diario en las más de las veces.

En este sentido, pareciera que los captahuellas han sido burlados por sus supervisores ​ ya que quienes compren dentro, digamos, de una semana no podrían seguir haciéndolo dentro de ese mismo lapso.



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Manuel C. Martínez


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