Pildoritas 47 (año IX)

Los derrotados y la decidía de nuestro servicio exterior en el mundo

La derrota que la derecha nacional e internacional, recibió este miércoles último en el Consejo Permanente de la OEA, a quien primero se llevó por delante fue al Secretario General de ese Organismo, quien ya había mostrado sus intenciones desde el inicio de su gestión y porque su conducta como traidor a un proceso como el uruguayo y a un líder como el "Pepe" Mujica, lo que insinuaban, no era otra cosa sino la de que el personaje había sido presa fácil para dejarse reclutar por el imperio, convertirse en lacayo y llegar al cargo para arremeter contra los gobiernos progresistas del mundo, en primer lugar contra el nuestro, que como sabemos representa un peligro para el neoliberalismo mundial, en especial, el más poderoso y hambriento de sangre, representando por el mayor genocida de la historia.

Ese personaje, como le sucede más temprano que tarde a los traidores, ha quedado descalificado para seguir presidiendo el organismo multilateral y debería renunciar, si es que le queda un halito de vergüenza.

Pero es que el personaje también traicionó a la mayoría que le había elegido en la creencia de que por ser un colaborador de un Presidente como Mujica, era garantía para impedir estrategias malsanas como la que se intentó, lo más grave, impulsada por él, en la búsqueda de arremeter contra una democracia, que no negamos tiene problemas y los enfrenta, problemas que no han sido la consecuencia de una gestión que si algo tiene de malo es la de haber logrado como ninguna en el mundo la inclusión de los anteriormente invisibles como son los pobres y haber dignificado al ser humano como objeto y sujeto de este proceso inédito, al que ven los enemigos del pueblo como una tragedia y un obstáculo para los intereses oscuros del capitalismo salvaje, que durante siglos ha acabado hasta con las condiciones de vida del planeta, llevándolo a profundos deterioros que, a estas alturas, hacen pensar a los entendidos que el fin de la vida en el globo terráqueo cada vez está más cerca.

Un segundo derrotado es el lacayismo venezolano, representado por una derecha ávida y desesperada por el poder, manejada a placer por el imperio, sin voluntad propia, emuladora y heredera de los traidores de antaño, a la entrega y sacrificios de nuestros libertadores, hasta el punto de parecerse tanto a aquellos, que en un aula de clase, en cátedra de historia bastaría darle a los alumnos como ejemplo a quienes hoy representan exactamente los mismos intereses de otro imperio, que en forma similar y a la moderna, pretende poner sus garras sobre esta gloriosa Patria.

Otro derrotado fue el poderosísimo sector mediático nacional e internacional, que ha sido base de lanzamiento de las más perversas y mentirosas campañas contra nuestra Patria y el derecho que tenemos de ser soberanos y auto determinantes de la forma de gobierno que hayamos escogido.

Bien sabemos cómo los medios propiedad de las grandes corporaciones se han unido para en cayapa, lanzar dardos venenosos sobre la mente y la psiquis de los habitantes del planeta, para hacerles ver que aquí el concepto que se tiene de infierno, se queda reducido a nada, si se compara con la tragedia que según ellos vive este pueblo y que como sabemos quienes aquí vivimos, se circunscribe a dificultades de acceso a los bienes y servicios pero producto de una estrategia de la llamada guerra no convencional o golpe blando, que ya han probado con éxito en otros países del mundo, pero que aquí, por las características de un pueblo que heredó de nuestros libertadores la capacidad de resistencia y de lucha, está resistiendo y no cabe duda que va a vencer, como ya lo hizo en el 2002, cuando, la situación fue tan grave que las arcas del estado se quedaron totalmente vacías, lo cual no fue suficiente para que los enemigos del pueblo consolidaran una victoria, que escasamente duró horas, victoria que no se les va a volver a repetir, pues ya pagamos el noviciado antes, durante y después, hasta el punto de ser demasiado clementes en el trato dado a los protagonistas que, como sabemos, andan reincidiendo y para quienes esta vez no habrá clemencia y la diferencia entre aquello y lo de ahora será el trato que van a recibir.

Ahora bien, es el momento de no bajar la guardia para nada, se hace necesario e indispensable hacer uso de absolutamente todos los recursos de que disponemos, uno de ellos es un contingente de hombres y mujeres que en el exterior deben trabajar por los intereses de nuestra Patria, son ellos nuestros embajadores y cónsules, que a veces dan la sensación que lo que están son becados, disfrutando de unas largas vacaciones, devengando muy buenos salarios, haciendo uso de prerrogativas, pero en cuya gestión pareciera que nunca está en agenda, el deber que tienen de desmontar, apenas aparezcan, la mentiras, las matrices de opinión que tergiversan todos los días la realidad que aquí se vive.

Un embajador o Cónsul según el caso, no puede dejar pasar ni una sola noticia, programa de opinión, o lo que sea por medio de los cuales se nos presente a los venezolanos y a nuestro gobierno como lo que no somos, sin que se apersone en las salas de redacción, en las sedes de los canales, solicite derecho a réplica en todos los programas de opinión donde se tergiverse nuestra realidad y con pruebas en la mano, audiovisuales y de cualquier índole, dejar en evidencia las perversas campañas que desde laboratorios imperiales se montan contra nuestro país y su legítimo gobierno, pero también deben nuestros diplomáticos manejar herramientas que le permitan, de ser necesario, acudir a los órganos jurisdiccionales a solicitar la acción de la justicia contra palangristas, calumniadores y mercenarios de la comunicación que incluye a dueños, columnistas, funcionarios de planta y reporteros de las grandes corporaciones mediáticas, al servicio de las peores causas de la humanidad y que en casos como los de los genocidios de Irak, Afganistán, Libia y ahora Siria, enmudecen ocultándole al mundo los ríos de sangre que han corrido y siguen corriendo por las calles y los campos de esos sufridos pueblos.-

Si nuestros diplomáticos en el exterior no hiciesen sino esto que aquí menciono, bastaría para justificar su presencia y su gestión quedaría muy apreciada, pero lamentablemente lo que hemos visto, es una decidía total, no hemos tenido noticias de un embajador que haya actuado con los suficientes pantalones, por no decir con otra cosa, para que sea capaz, incluso de colocarse a las puertas de algún medio, en plantón si es necesario, hasta que no le oigan y reciban las pruebas de nuestra verdad, pruebas que deben estar en manos de todas nuestras embajadas para echar por tierra las acciones desestabilizadoras, que se gestan en las bases de guerra en que se han convertido los medios de comunicación de la grandes corporaciones al servicio del capitalismo mundial cuyo principal representante es el imperio gringo.-

 



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Saúl Molina


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