Son muchísimos los Economistas que se hallan sumados a esa práctica de la Economía Vulgar = Economía Técnica.
De entrada, la Economía Política comprende la Economía Técnica, pero, se trata de una relación unívoca, es decir, esta segunda no comprende la primera aunque viene ocurriendo así en Venezuela, la anterior y la actual, como también en la de la mayoría de las sociedades todavía chapadas y atrapadas en la maraña del sistema capitalista, un sistema que se caracteriza, como ningún otro modo de vida anterior, a explotar no sólo la fuerza de la trabajo, sino la mentalidad de sus propietarios.
Es así como observamos que son los Ingenieros de toda índole, unos con menor participación que otros, los periodistas graduados o no g., los comunicadores sociales en general y cuanto aprendiz de político y hasta políticos consumados con excelente formación académica, practican consciente o inconscientemente la Economía Técnica sin la debida y oportuna e importantísima aclaratoria pedagógica abstracta, y política en lo concreto.
Cuando así lo vienen haciendo, con semejante e irresponsable o no deliberada actitud, con semejante participación protagónica en asuntos económicos o de Macroeconomía, todos ellos en menor o mayor grado de irrespeto a la veracidad, banalizan la suprema importancia de la Economía Política. Esa patológica actitud cobra tanta mayor fuerza y daño potencial en la Política, cuanto mejor formados técnicamente se hallan estos insignes y necesarios profesionales y técnicos correspondientes.
Para ser más responsables científicamente, p. ser mejores socialistas, si así lo fuéramos, deberíamos estar precisando esa importante diferencia entre la vulgarísima Economía Técnica y la primocientífica Economía Política.
Así, cuando a un intérprete público o privado le dé por hablar de asuntos "económicos", en aras de exhibir y salvar su gran responsabilidad profesional, estaría obligado a señalar que estaría tratando específicamente sobre Economía Técnica, si fuere el caso, o de Economía Política, si así lo fuera. Quienes los lean o escuchen sin la debida aclaratoria terminan creyendo que de asuntos técnicos y bodegueriles es de los que trataría la Economía Política. Soslayanm así el meollo de la Econpomía Politica, las relaciones sociales de producción, concretamente la división clasista entre propietarios plenos de los medios de producción y propietarios a medias de la fuerza de tyrabajo. En eso consite la banalización de la Economía Politica a través del empleo vulgar de la Economía Técnica, ésta colada como Economía a secas.