¿SUNDEE elefante blanco o conspirador endógeno? ¿En qué está?

La expresión "fulano es un elefante blanco", estuvo muy de moda en mi tiempo, de cuando las máquinas de escribir eléctricas y los multígrafos eran de las más altas expresiones de la tecnología, relacionadas con la ocupación de escribir y publicar. Todavía los linotipos y linotipistas eran de utilidad, pero estaban pasando a la historia y recuerdo romántico. Tuve un amigo de tanto gusto por aquella expresión, aplicaba indistintamente a los suyos, que alguien le puso por mote "el elefantico".

Pareciera, por lo que recuerdo haber leído alguna vez, los elefantes blancos, en los espacios donde el paquidermo ha tenido su hábitat original, es una especie muy rara y por serlo, se le rinde veneración y no se le convierte en utilitario. Tanto, según creo haber leído alguna vez, que algunos personajes o altos dignatarios, a manera de como castigo, solían regalar uno de esos animales gigantescos a alguien bajo su mandato o jerarquía, pues lo único que podía hacer quien lo recibía era cuidarlo, mantenerlo, cosa obviamente complicada.

Por lo anterior, la expresión pasó a significar "cosa inútil, inservible" y hasta "molestosa".

Debo hacer constar dos cosas; la primera es que antes no usaba el nombre de SUNDEE porque me parecía complicado y en el momento preciso se me olvidaba. No por lo de elefante blanco Esto es tan cierto que antes de escribir esto hube de anotarlo, pues pese haber leído la nota sobre su disposición a poner nuevos precios a los productos de higiene personal, dudé me acordase, pues antes de manera casi reiterada se me ha olvidado. La segunda cosa que debo dejar clara es que no sentencio que sea "un elefante blanco", con la connotación que la expresión tiene sino que pregunto y me pregunto si lo es o no. Serán los hechos quienes se encarguen de dar su veredicto.

La "ciencia" económica, vaina de la que uno sabe poco porque compra, nada vendemos pues eso que algunos letrados llaman "fuerza de trabajo", en uno es esmirriada o nada vale, pues poco nos pagan, sostiene y creo tiene razón, que en el mundo capitalista nadie se siente tentado a producir si no va a ganar un carajo o poca cosa. Y estamos en una economía capitalista, pese a que el presidente Maduro no lo crea y se sienta viviendo en socialismo, donde la bonanza según creemos debe alcanzar a todos. Por eso, sin negar que a este gobierno le hacen la guerra económica, lo que es verdad, muchos productores cierran sus empresas o simplemente disminuyen el ritmo productivo para resarcirse por la vía informal, contrabando, bachaquerismo y especulación, inflando los precios "legales" que desconocen los costos. Es decir, imponer eso que malamente llaman "Leyes del Mercado". Las empresas del Estado que, por vainas de los empecinados de hacerse un mundo aparte a costo de otro, no paran a los costos, quiebran, cierran y no importa un carajo. Sus gerentes igual seguirán cobrando, engordando sus "currículos" y prestos a asumir cargos de mayor responsabilidad, donde se reclame más eficiencia, sacrificio y rentabilidad. Por algo, eso que llaman la horizontalidad, lo es tanto que nadie cae, a menos que se ponga criticón, se mantiene aunque el pesebre siga subiendo. Pero sucede que el SUNDEE, que pareciera "sincerar los precios" a puro capricho, según me dijo un criador de porcino, que pese todo es simpatizante del "proceso", después de eso desparece de la escena y deja las cosas peor que antes.

Para mejor entendernos o explicarnos, volvamos al asunto de los huevos y el café. Hace ya tres meses, perdonen los lectores lo repetitivo, pero las circunstancias obligan, al café "lo reguló", como quien tiene la sartén por el mango, el SUNDEE, en Bs. 694.oo el kilo. Reto al presidente o jefe de ese organismo a que me tape la boca y lleve a un sitio donde la vida transcurra mansa, normalmente y se halle cosa tan extraña. Al contrario, desde que ese organismo intentó regular aquello más bien pareció darle un visto bueno para que el café tomara vuelo. Ayer mismo, en los pocos sitios donde aparece como si fuera contrabando, estaba cerca de los tres mil bolívares. Y no en empaque de lujo, ni siquiera en uno simple de papel barato con la parafernalia acostumbrada impresa, lo que elevaría más el precio, sino en una esmirriada, débil, bolsita, porque sería muy feo y poco práctico vaciarle a uno el polvo en la mano. ¿Y el SUNDEE dónde está?

¿Y los huevos? ¡Ay los huevos! Esto es otra tragedia. Los regularon hace dos semanas en ochocientos bolívares el cartón. ¿Y los huevos de ese precio dónde están? Se consiguen, bastante, por doquier hay, por lo menos en la zona nuestra, pero a tres mil bolívares. Más caros que antes de regularlos. Conste, no los venden a escondidas de nadie, tanto que usted, como decimos en oriente, "ve el cartel a simple vista". "Huevos: El cartón Bs. 3000.oo. ½ Bs. 1500.oo." Nada esconden. ¿Y SUNDEE dónde está?

El amigo, criador de porcino, explica esa conducta diciendo que el SUNDEE "fija los precios a los coñazos"; no atiende a los costos y por eso se hace el loco y justifica que uno pregunte ¿Y el SUNDEE dónde está? O para decirlo como Nicolás Guillén ¿el SUNDEE ónde etá?

Ellos los del SUNDEE, se justifican diciendo que tales medidas resultan de acuerdos con los productores. Si eso es cierto, entonces deberían tomar severas medidas porque estarían especulando descaradamente, hasta ante la cara de ellos. Es más, les toman de monigotes, De donde uno concluye que si la "sincerización" de precios o nuevas regulaciones del SUNDEE no ayudan a incentivar la producción sino acelerar la especulación con el aval que significa la conducta del organismo, ese hacerse el loco o "Mogollón", mejor es que calle para siempre y asuma con dignidad y respeto por la gente su rol de elefante blanco.

Todo lo anterior viene a cuento, porque siendo difícil y costoso encontrar artículos de higiene personal, el SUNDEE, como si tuviera la varita de virtud, respeto de los productores, distribuidores y credibilidad del público, acaba de meter su cucharada para anunciar nuevos precios o lo que es lo mismo, más escasez y especulación. Porque ellos subirán por encima de los precios especulativos que ya reinaban. ¿Y el SUNDEE ónde etá?

Pero como esa conducta del SUNDEE que daña al pueblo, al consumidor y sin duda hace el juego a favor de los especuladores, a cualquiera, por muy ingenuo que uno sea, le induce a pensar que desde allí se conspira y se le hace la guerra a consumidores y al gobierno. Mientras todo lo comentado aquí sucede, uno seguirá preguntándose ¿Y SUNDEE en qué etá?

¿Es o no SUNDEE un elefante blanco?

 



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Eligio Damas

Militante de la izquierda de toda la vida. Nunca ha sido candidato a nada y menos ser llevado a tribunal alguno. Libre para opinar, sin tapaojos ni ataduras. Maestro de escuela de los de abajo.

 damas.eligio@gmail.com      @elidamas

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