Historia, verdad y tragedia

Pero lo más triste de toda esta historia, es que la misma se repite y se repite hasta el cansancio en nombre del socialismo del Siglo XXI y de la llamada revolución bolivariana, que manipula de manera malévola a los desinformados del campo y la ciudad. Manipulación que también practica los que representan la llamada unidad democrática, mejor conocida como la MUD y donde sus objetivos en nada se diferencian de los que en la actualidad administran el ejecutivo.

La sociedad venezolana al igual que las sociedades de toda América Latina, nacieron producto del abuso, la piratería y la usurpación, cuadro histórico que se inicia en el llamado "descubrimiento de América" a partir de 1492. Los mal llamados descubridores y civilizadores vienen supuestamente a cumplir con el cometido de extirpar la brutalidad y el salvajismo en el indio para convertirnos en descubiertos, es decir, en sociedad organizada, creada por el conquistador.

Al respecto el historiador Agustín Blanco Muñoz (2007) señalaba lo siguiente:
"Según las fuentes invasoras, antes del arribo de los viajeros del crimen y la destrucción aquí no había nada. De este modo se pretende borrar entre 20 y 50 mil años de historia. Es la manera de considerarnos ‘nuevo mundo’ o mundo que se debe a la invención de Europa.
En todo caso, somos la única sociedad que fue supuestamente descubierta y que se origina a partir de la mentira-engaño, la burla y el padecimiento. La tragedia del sacrificio de más de 20 millones de seres humanos adornada por incienso, cruz y oración. Una sociedad que nace del despojo. Inventada, creada por otros a la medida de su saqueo".

Éste cuadro histórico explica claramente, que la herencia que realmente dejaron los "descubridores" fue esa mentalidad de saqueo, engaño, mentira que fácilmente asumió a lo largo de todos estos años las clases dominantes y donde nacieron los caudillos, convertidos en dioses para poder someter a los pueblos y doblegarlos a sus intereses.

Esta triste y dolorosa historia se presenta a diario en nuestra cotidianidad económica y política, los que dicen gobernar a nombre del pueblo, desde el concejal, diputado, alcalde, gobernador, ministro o presidente - además de sus entornos de amistades y familia- sólo ven en el erario público, la posibilidad de enriquecerse a través de eso que llamó el historiador Federico Brito Figueroa la "acumulación delictiva de capital", practica inmoral impuesta y dejada como herencia por la racionalidad e ideología colonial.

Pero lo más triste de toda esta historia, es que la misma se repite y se repite hasta el cansancio en nombre del socialismo del Siglo XXI y de la llamada revolución bolivariana, que manipula de manera malévola a los desinformados del campo y la ciudad. Manipulación que también practica los que representan la llamada unidad democrática, mejor conocida como la MUD y donde sus objetivos en nada se diferencian de los que en la actualidad administran el ejecutivo.

Ambas tendencias mantienen entrampado a todo un pueblo, para que el mismo no vea otra salida distinta al llamado socialismo o capitalismo, socialismo y capitalismo ensartados e identificados con el neoliberalismo globalizado, cuya única diferencia es de estilo y forma y donde coinciden en las políticas económicas que entrega la soberanía y los recursos naturales propiedad de nuestro pueblo, a los grandes conglomerados de los países imperiales como Estados Unidos, China y Rusia.

Unos y otros, sólo buscan el poder por el poder y al estar en el gobierno, allí no se consiguen ni revolucionarios ni demócratas, sólo hay empresarios que administran el país como si el país fuera una especie de corporación para hacer sus respectivos negocios.

Es aquí donde se encuentra la esencia, el núcleo, la naturaleza del problema que históricamente ha afectado al pueblo venezolano, pues siempre ha sido atracado, por una clase política y económica corrompida en lo moral y que hoy más que nunca refleja en su conducta la miseria humana.

Esta realidad quema, molesta, alborota y causa sobresalto a quienes de alguna forma investigamos en los planteamientos de nuestro Simón Rodríguez acerca de los nuevos caminos, sin copiar modelos extranjeros y que nos permita inventar salidas propias, adecuadas y oportunas a las crisis generadas por el desarrollo del capital imperial y poder abrir de nuevo la esperanza, el anhelo, la redención de nuestros pueblos y más cuando desde hace muchos años, América Latina, nuestra Abya Yala, anda en la búsqueda de nuestra emancipación tal y como lo soñaran los héroes que iniciaron la lucha por nuestra independencia.

UN NUEVO PENSAMIENTO EMENCIPADOR

Desde el Colectivo PRV-Tercer Camino, seguimos insistiendo en la necesidad del dialogo, discusión –independientemente de las diferencias y la diversidad- de construir un nuevo pensamiento latinoamericano que sea capaz de emancipar en teoría y práctica a nuestros pueblos, que abra un nuevo camino distinto a los que ha dejado la razón colonial del eurocentrismo, para poder salir del presente desastre que ha dejado en nuestro continente tanto el capitalismo privado como el capitalismo de estado.

Es un dialogo sin fronteras, que nos permita reunir las utopías, los sueños, la palabra, el humanismo militante, la iglesia comprometida, la esperanza y la conjura, un dialogo del cual hay que partir, para que juntos con los despojados de la tierra, los sin techo de éste nuestro continente, los laborantes sin riqueza, los aprendices y los habitantes originarios, los engañados y frustrados nos acerquemos con los acuerdos y desacuerdos, para construir un camino propio que reivindique la condición humana de cada uno de los habitantes y nos devuelva el sentido de pertenencia de nuestra patria grande.

El dialogo es y sigue siendo la manera de unificar esfuerzos " la única manera de derrotar el imperio del gran capital, es la unidad de todos aquellos patriotas, verdaderos demócratas y revolucionarios, que unidos bajo el estandarte del ideal bolivariano, es y representa la única manera de derrotar a los enemigos de nuestros pueblos y de la humanidad entera. "Así lo tomamos las fuerzas de reserva de nuestro pueblo representadas en todos aquellos que nos involucramos en el combate de las FUERZAS ARMADAS DE LIBERACIÓN NACIONAL (FALN), la primera batalla contra el mismo enemigo imperialista y sus aliados internos en las décadas de los años 60-70-80".

Este es el objetivo central del PROYECTO UTOPÍA –TERCER CAMINO para un debate verdadero, contradictorio, de encuentros y desencuentros, polémico, de cara a la búsqueda auténtica de una ruptura para cancelar el régimen de propiedad privada para el ESTADO y la propiedad privada para los dueños del capital, impulsado por el neoliberalismo del socialismo del siglo XXI junto a sus aliados estratégicos, representado por los grupos socialdemócratas disfrazados de oposición, para construir la nueva Civilización que hunda sus raíces en nuestra ética, en nuestra estética, en nuestros orígenes, que aliente la afirmación de emancipación irrenunciable de esta humanidad, de este continente." (Francisco Prada Barazarte, Mérida 2012)



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Enrique Contreras Ramirez

Militante de Ruptura

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