El 25 de febrero de este año, Marea Socialista introdujo a la Asamblea Nacional, con copia a las dos fracciones o bloques parlamentarios, una solicitud de derecho de palabra en sesión plenaria, con el fin de "poder exponer tanto nuestra caracterización como las propuestas que podemos aportar y que modestamente estamos seguro que recoge el sentir de una importante porción de la población venezolana."
Aquí podrán encontra reseña de la solicitud y contenido de la misma: http://www.aporrea.org/actualidad/n286377.html
Rumbo a 5 meses sin respuesta formal, ante la pregunta del periodista Jonás Jiménez en la rueda de prensa efectuada por Ramos Allup desde Margarita el 6 de julio, dicho funcionario que hoy funge como presidente de la Asamblea Nacional respondió:
"No se le da derechos de palabra a nadie que pretenda protagonismo político en la Asamblea Nacional".
En este sentido, me veo en la obligación de preguntar ¿Quién es Ramos Allup para desestimar una solicitud por suponer protagonismo político? ¿Qué es protagonismo político para este personaje enquistado eternamente en la conducción de un partido que no tiene nada de democrático a pesar de su nombre (Acción Democrática)? ¿Cómo la oposición habla de democracia y aplaude a la Asamblea Nacional, criticando las acciones despotas del presidente anterior, Diosdado Cabello, y aplaudiendo el autoritarismo de un caudillito blanco?
No veo diferencia entre Diosdado Cabello y Ramos Allup, cuando niega el derecho de palabra de una organziación política proscrita por el gobierno, a la que se le ha negado hasta el derecho de tener un nombre propio en una tarjeta electoral.
Ramos estima que el protagonismo de Marea Socialista debe ser impedido a toda costa, porque el único protagonismo que él permite es el de la polarización y asume que la Asamblea Nacional es una hacienda donde decide quién entra y quién no, y ese es el demócrata que lidera una oposición con muchos votos pero sin democracia, tal como criticaban al Psuv hace unos pocos años.
Ante esta arbitrariedad de Ramos Allup, no pudo menos que señalarlo de autoritario y madurista, sí, madurista, ya que con su actitud, termina promoviendo y sosteniendo el desastre de gobierno que hoy vivimos.
Hoy, entre el TSJ que desde el mes de febrero no se pronuncia sobre el caso interpuesto por Marea en la Sala Electoral y Ramos Allup que nos prohibe, impide y sanciona la posibilidad de expresarnos en la Asamblea Nacional, se pone en evidencia la complicidad ideológica y de valores que existe entre este gobierno y un sector de la oposición representado por Allup.
Exigimos nuestros derechos y convocamos a la opinión pública a rechazar tales acciones, al menos que deseemos ser devorados por una polarización que hoy nos acaba.