LA GRAN MASO, así podríamos llamar a la Gran Misión Abastecimiento Soberano, de verdad que ha sido un gran mazazo para la burguesía parasitaria y el imperialismo, verdadero enemigo que mueve los hilos en todos los ámbitos para derrocar la revolución bolivariana, lean bien "derrocar"... subrayo la palabra porque hay quienes aún pretende que las acciones imperialistas no son sino aquello de "quítame esta pajita" y hasta allí. La realidad es muy distinta, la podemos palpar en las últimas acciones disparatadas de varios resortes que solo se activan si hay una orden imperial y esa orden denotan desespero. Me refiero a la Empresa Kímberly y al Citi Bank y su decisión unilateral de suspender lo que los economistas llaman corresponsalía de Venezuela y su Banco Central para cancelarle a proveedores en el mundo. Esta no es una gestión gratis, ellos ganan su buen dinero por hacer esas gestiones sin mayor riesgo, porque Venezuela en revolución es un país con problemas, pero solvente, tan solvente que poseemos la reserva de petróleo más grande del planeta, lo que en condiciones normales nos avalaría para que nos fíen en cualquier parte del mundo. Sin embargo, la verdad verdadera es que estamos en revolución y somos en realidad una amenaza para el imperio y el sistema capitalista, una amenaza moral y lógica ante un modelo fracasado como es el capitalismo, un modelo que si persiste nos desaparecerá como especie, sin exagerar, por eso la amenaza del imperio para acabar con el ejemplo venezolano es real y no se trata de jueguitos de verano, se trata que saben perdida la batalla contra el pueblo y que el resultado será un pueblo empoderado de su economía, un pueblo fuerte y poderoso; no solo capaz de resistir sino de crear y parir un nuevo mundo, eso es lo que ocurrirá.
El gobierno ha respondido como debe ser... ¡contraofensiva!, allí es donde somos buenos, allí es donde nos crecemos. Los CLAP tienen loco a medio mundo de la burguesía y el imperio; me imagino las cuentas que están sacando unos cuantos bachaqueros corporativos y lo que dejan de ganar por sumarse al saboteo económico no convencional contra el pueblo venezolano, ojo, chavista y opositor porque tanto el chavista como el opositor está llevando palo por culpa de esa burguesía parasitaria, pero le hemos demostrado que somos capaces de resistir eso y mucho más, pero los amos de los burgueses nacionales, los parasitarios me refiero, es decir, el norte, son los que mandan y desde el norte llegó la orden "hay que estrangular a Maduro ya"... Lo que no pueden descifrar los centenares de analistas que paga el imperio es el comportamiento del pueblo y su vanguardia encabezada por Maduro, entre más duro lanzan ellos la bola la revolución avanza más y más y con mayor convicción se levanta desafiante ante el mundo y todos los imperios si fuere necesario. No es poca cosa esto de los CLAP y la Gran Misión MASO y cada día nos sentimos más confiados en lograr el objetivo, un nuevo modelo distributivo y productivo para el país.
Debe tener muy desconcertado al imperio la reacción de muchos empresarios de sumarse inteligentemente a los planes de la revolución en materia de producción y construcción de ese nuevo modelo. Todo país necesita empresarios, comerciantes, distribuidores y en fin toda una red que permita el funcionamiento de la economía, pero éstos deben ser honestos y dedicarse a su trabajo, eso es todo lo que exige la revolución. Que hacen real, pues esa es la idea; crear riqueza, fortalecer la economía y hacerla blindada en un futuro no lejano. Blindada ante los ataques imperialistas, y para lograr este objetivo es menester no aflojar la contraofensiva económica hasta verle el hueso al sistema parasitario burgués; ese mismo que lidera Mendoza y FEDECÁMARAS, ese mismo que financia la guarimba, el bachaqueo y a la oposición golpista enquistada en la AN, esto sin duda parirá un nuevo modelo y será socialista a la venezolana, a la chavista pues.
Llegaría el momento en donde los verdaderos promotores de esta guerra económica contra Venezuela tendrían que dar la cara, pues ya se les está viendo "el bojote" por más que se tongoneen, ya se les está viendo la cara; ahora es el mismísimo Obama quien arremete contra Venezuela, los segundones como Rajoy ya pasaron de moda.
Lo importante de todo esto es la alegría y el renacer de la esperanza que ha despertado esta gran misión; se siente, se palpa, se percibe. Ayer observaba por la TV un acto en Aragua con la presencia de Diosdado, la emoción era contagiante ante un discurso lleno de verdades e inspirado en la esencia chavista, porque llegó el momento de no andar en "el agua tibia", hay que decir todo con la crudeza que se requiera. Todo esto y la forma como los CLAP han asumido en su gran mayoría la tarea nos confirma la victoria ante esta guerra económica, hacia allá marcha este grandioso pueblo bolivariano.
Ya Aristóbulo lo señaló, ya no se trata de resistir, se trata de pasar a la ofensiva y en eso anda el gobierno que se reencuentra con los deseos y aspiraciones de un pueblo que dejó todo en esa resistencia. Un pueblo que fue capaz, o mejor dicho, todavía se está viviendo la especulación grosera y criminal, pero ya vemos una luz al final del túnel... Decíamos que un pueblo capaz de soportar con salarios que son inmediatamente pulverizados por la especulación; soportar colas y vejámenes de comerciantes inescrupulosos, bachaqueros y estafadores, un pueblo capaz de no perder la fe en estas circunstancias es un pueblo predestinado a la victoria. En el tiempo podremos tener las pruebas de manera más clara de esta guerra desatada, ya lo verán. Las terribles fuerzas que estamos derrotando en esta batalla, ahora aún no es del conocimiento público toda la magnitud de la guerra, pero se sabrá y se corroborará que hemos derrotado a mil demonios. Es a toda la burguesía mundial, a la crema y nata del imperio que estamos derrotando, no al decrépito personaje que desde la AN sueña con ser presidente, ese es un títere, pero a los títeres también hay que darles duro y esta derecha cipaya local se le está dando lo suyo… ¡Duro con ellos!. No aflojar, esa es la línea, que la burguesía y el imperio ha sentido el golpe huracanado de esta revolución. Ese es el mensaje que se palpa en las calles, que se siente en cada cola. Se le ve en los ojos al pueblo, aún padeciendo graves carencias, que siente el triunfo cerca y que con su sabiduría de siglos sabe muy bien que pasaremos a una nueva etapa, la etapa de la profunda revolución económica que siempre hemos esperado, la revolución económica socialista... ¡que así sea!