¿Lucha de clases?, si lucha de clases

Desde hace siglos, quienes detentan el poder han hecho un esfuerzo consciente para tratar de encubrir la lucha entre depredadores y depredados, inherente a todo modelo de organización social basado en relaciones de dominación, trasladándola del ámbito de las relaciones sociales al resbalosísimo terreno del Bien y el Mal.

Hoy en día los capos del capital-sionismo, los gobiernos y las agencias internacionales a su servicio se han visto en la necesidad de invertir enormes cantidades de recursos para tratar de encubrir las confrontaciones cada vez más obvias entre los propietarios de los medios de producción y el resto de la humanidad que, en el mejor de los casos, cuenta exclusivamente con su trabajo para sobrevivir.

Utilizando la ciencia, la tecnología y la institucionalidad del estatus como fuerzas enajenantes, venden la versión más voraz y depredadora del capitalismo como modelo de civilización y de democracia; a los capitalistas como Buenos y a los socialistas y comunistas como Malos. Convenciendo al común de la inevitabilidad las desigualdades, de las leyes del mercado y del predominio del más fuerte, han logrado que los depredados aprecien a sus depredadores y los apoyen o permanezcan indiferentes ante sus abusos y crímenes.

Obviamente, Venezuela no escapa de ello. Conscientes de la incompatibilidad de sus intereses con los de la gran mayoría de sus compatriotas, nuestros pseudo burgueses, dispuestos a utilizar cualquier vía para recuperar el poder político garante de su enriquecimiento, utilizan los mismos argumentos de sus amos del norte para engañas a quienes debieran adversarlos, disfrazando la lucha de clases de desencuentro transitorio entre ellos, voceros del Bien, y el pueblo chavista, engendro del Mal.

Agentes subalternos de la burguesía trasnacional, no pueden perdonarle al Comandante Chávez haberlos desplazado del poder político, haber retomado el control de la industria petrolera, haber colocado lo social por encima de lo económico, haber impulsado la refundación de la República y, sobre todo, haber revitalizado el anti imperialismo, haber visibilizado la lucha de clases y haber esparcido el ideario bolivariano - socialista entre los venezolanos y otros pueblos

No le perdonan a Nicolás Maduro haber sido electo Presidente de la República Bolivariana de Venezuela y mantenerse en esa posición pese a estar sometido a un acoso permanente. Tampoco, insistir en la Paz y llamarlos reiteradamente a un diálogo ajeno a sus intereses de clase y a su complicidad con quienes le han declarado la guerra a nuestro país. Guerra inserta en la lucha de clases mundializada que tiene a la humanidad al borde del abismo.



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Mariadela Villanueva

Analista y comunicadora. Socialista y chavista. Firme creyente del poder popular

 mariadelav@gmail.com      @mariadvillanuev

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