"si las FANB no son capaces de vencer al enemigo interno, menos podrán con el externo" j.v.
Durante la gesta histórica, vivida por nuestro glorioso ejército, éste nunca tuvo ninguna ventaja en pertrechos o armas para enfrentar al ejercito realista. Solamente la convicción de estar combatiendo por la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad le dieron a nuestros patriotas las fuerzas suficientes y necesarias para vencer al enemigo, que era más numeroso y estaba mejor armado.
Le toca ahora, a principios del Siglo XXI a nuestras FANB, librar de nuevo batallas contra el más grande y poderoso imperio que ha conocido la humanidad, tal como en su época era el imperio español, sólo que ahora ha sufrido algunas mutaciones, pero en esencia es el mismo: Un imperio prepotente, cruel y despiadado, con gran poder de fuego y capacidad de exterminar de la faz de la tierra a quien tenga la osadía de enfrentársele, además apoyado en una clase social poderosa que desde el interior le obedece sumisa y le adora.
Para nuestra FANB actual, están dadas las mismas condiciones que tuvo el Ejercito Libertador, cuando tuvo que cruzar con llaneros semidesnudos las altas montañas nevadas de Los Andes para liberar a la Nueva Granada, sorprendiendo a la fuerzas realistas en El Pantano de Vargas. Hoy cuando la Guerra que le toca librar es totalmente diferente y en condiciones adversas, le corresponde enfrentar a un enemigo que domina a sus anchas todo el espacio donde se libraran las batallas. ¿Será necesario otro Paso de los Andes, para tomar al enemigo por sorpresa con hombres, armas y pertrechos que éste no se imagina.?
El General Padrino López ha recibido la muy difícil misión de hacerle frente al enemigo con armas totalmente inservibles para el combate: Aviones Sukhoi, Rifles, KALASHNIKOV, tanques T-72B1V y soldados que hacen impresionantes paradas militares en las celebraciones patrias pero no están adiestrados para ENFRENTAR al enemigo interno que maneja el 78% de la producción y distribución de alimentos y gozan además del poder tener más de 120 mil puestos de combates en todo el país, con aliados colombianos, chinos, árabes y venezolanos que organizadamente en Cámaras de Comercios atacan durante las 24 horas del día al estómago de la población para hacerla rendir por hambre.
El enemigo a vencer, numeroso y bien organizado, deberá ser enfrentado cuerpo a cuerpo y en cada cueva donde trate de ocultarse. No son con vuelos rasantes de nuestros aviones de guerra como van ser exterminados los bachaqueros, comerciantes ladrones que asaltan el bolsillo de nuestra gente; a los empresarios que contrabandean, manipulan y reducen la producción de bienes y servicios, ni a los funcionarios públicos que colaboran y permiten que esto suceda. Detectado el enemigo, nuestro Ejército debe someterlo, expropiarlos y juzgarlo con las leyes emanadas de nuestra Constitucion Nacional. Esto no podrá hacerse sin el apoyo y participación activa y protagonice del Poder Popular Organizado.
Son los CLAPS las armas para combatir en combinación perfecta con las FANB. Sólo unidos podrían tener éxito en esta guerra desigual de IV Generacion que hoy nos toca vivir y en la cual las víctimas, no saben distinguir cual es el enemigo real que realiza los ataques, pues trabajan sobre sus cerebros y los efectos lo sienten en el estómago. Es en este contexto donde nuestras gloriosas FANB se encuentran en este momento y no son sus aviones, tanques y fusiles quienes decidirán la suerte de nuestro país. El cambio de estrategia es inminente.
El escenario de guerra es: La VERDAD de los hechos vs. La MENTIRA mediática, enfrentadas en el ciberespacio, librando las batallas por obtener la aprobación de la opinión pública que da el Poder Politico a través de elecciones legitimadoras de la Democracia Representativa. Esta es la forma de enfrentar al imperio Norteamericano, y pasa por haber vencido antes en el Frente Interno, que desde adentro de nuestras fronteras les hacen el trabajo. Fortalecida nuestras fuerzas, con todo el apoyo de nuestros ciudadanos organizados, podremos enfrentar al enemigo externo, tal como lo hizo el pueblo Vietnamita cuando logró expulsar al ejercito yanqui de su suelo patrio.