3:33 am, de este 1° de septiembre. Mañana tersa en mi casa, escuchando radio, y es momento entonces cuando sueltan y se inunda el espacio radiofónico con "Pedro Navaja". El locutor comenta, Rubén Blades (navaja, hojilla, traduce su apellido), cuando compuso ese tema, lo inspiró una versión gringa de "Mack the Knife". Composición interpretada por Bobby Darin, Louis Armstrong y Frank Sinatra entre otros. Total, retomo mi comentario, ese tema la primera vez que lo oí en radio fue en la querida y sempiterna Cumaná, ciudad primogénita del continente americano. Recuerdo que en esa oportunidad una noche a inicios de los años 80, como estudiante del Alma Mater; Universidad de Oriente, me dirigí a la famosa "coquera" ubicada en una transversal entre las calles Mariño y Bermúdez a tomar café y probar un bocado de "pastel", como le dicen los cumaneses a la hayaca. Me encontraba en compañía de varios paisanos deltanos de la residencia Gutiérrez 14, en pleno corazón de la parroquia Altagracia de la recordada ciudad. Entre estos amigos estaban Nelson Ramos, Andrés Cardona, Wanelges Hospedales, Oberto Rojas, Alexis Rojas y Eloy Bermúdez, entre otros. Le comento a Eloy, "escucha, ese es un éxito", al sonar en el aparato de radio de la "coquera" por primera vez la creación del músico, abogado y político panameño. A partir de esos momentos, se oyó con mucha frecuencia el tema musical del "chico malo latino" en Nueva York. Esto no por el comentario que le hice a Eloy, quien es cantautor, sino que el mencionado tema salsero tuvo su "pegada" en el imaginario urbano de la gente, pienso yo. De esos recuerdos de mi época de estudiante, de la universidad cuyo lema ciclo integrador "Del pueblo venimos y hacia el pueblo vamos", rescato la diversidad que nos constituye como pueblo mestizo; Martí dixit, con un gran potencial que proporciona esa multiplicidad viva y en constante movimiento. Orientar todos los esfuerzos hacia una conjunción de interés común por una nacionalidad que supere sus dificultades políticas, sociales y económicas fundamentales y se enrumbe por el camino de bienestar colectivo es la tarea necesaria y primordial del hoy. Espero para todo mi querido pueblo de la Venezuela eterna los mejores deseos de superación del odio de cualquier signo y tengamos una Paz verdadera y ecuménica, en el entendido de los intereses mezquinos y de envidia que superan nuestras fronteras patrias. Hoy debe ser un día dónde prive la sensatez y los violentos sean neutralizados por las mayorías que deseamos una Venezuela en armonía. Feliz día compatriotas.