La política venezolana es un melodrama. Pero también parece un yoyo. El gobierno pide diálogo, Maduro dice que se restea con él, lo que sin duda está muy bien. Pero se acompañan, él y los suyos, con discursos que parecieran no estuvieran a tono o en armonía. Como si la música fuese por un lado y los bailarines por otro. Así como Diosdado, quien pide dejar el sectarismo, pero cuando arranca a hablar, lo menos que dice, de quienes no comparten totalmente sus ideas, es porque están culipandeando. ¡Vaya manera de sumar la inteligencia! ¡Buena forma de asumir el diálogo a lo interno!
La MUD no da pie con bola. No encuentra de cuál palo ahorcarse. Tiene numerosos planes en la mano y lo peor, en ejecución, sin importar si se excluyen o chocan. Quieren Revocatorio y Revocatorio ya, pero también que Maduro deje el cargo porque nació en Cúcuta. He leído declaraciones de gente que uno creía seria, diciendo esas cosas, sólo por exhibirse en la línea del orate que las enuncia como algo denso y asertivo para avanzar. Abandonó el cargo porque viajó al medio oriente en funciones inherentes al mismo y hasta que carece de salud mental.
Estamos en un momento en que árboles copiosos, de tupidas y altas ramas, por temor o aspiraciones más altas todavía, optan por cobijarse bajo arbustos resecos y enjutos de nacimiento. Como paridos por una semilla arrugada. Es un toma y dame entre oscuranas y en un mercado donde se pone precio a principios y hasta la dignidad.
Chúo anunció diálogo o por lo menos un acercamiento en Margarita, con un alto representante del Papa como mediador. Eso si está en sus planes. Sólo que conciben el diálogo como una breve conversación, donde ellos plantearán sus exigencias y al contrario sólo le queda tomar o dejarlo. Por eso dicen, "el diálogo está condicionado a estas cosas" y señalan sus aspiraciones. Una de estas y de primera es que Maduro se vaya. Eso lo ofreció Ramos Allup cuando asumió la presidencia de la AN y puso un plazo de seis meses, ya han pasado diez. Eso es muy grave, pone en peligro la credibilidad del ofertante. Si el presidente no acepta irse, el diálogo no sirve ni vale la pena asumirlo. Porque sólo, según ellos, sirve para eso. Y porque, para Ramos Allup y su gente, no hay nada distinto a sus caprichos. Además no hay mañana.
El anuncio de Chúo, resultado de un proceso lento y laborioso, entró en conflicto con el otro plan en desarrollo, uno de los tantos carritos chocones, que iniciaron o pusieron anadar con la reunión de la AN el domingo 23, donde "destituyeron al presidente por abandono de cargo" y continuaría con la "toma de Venezuela" el pasado 26 de los corrientes. Por eso, primero Capriles, detrás de él otros y al final Ramos Allup, como para no quedarse solo, dijeron no irían a ese encuentro de Margarita porque se habían enterado por la tele. Como si hubiesen olvidado que, paralelamente a lo que hacían y sobre todo la oferta de sacar a Maduro ya, el representante del Papa y los ex presidente Zapatero, Torrijos y Fernández se reunían con Chúo y otros comisionados, designados por ellos, y el gobierno, con los suyos, para buscar formas de entendimiento que condujesen a un diálogo fecundo. A ellos les ha pasado lo de aquel que se pone a asar varios conejos a la vez. Como quien le ofrece matrimonio a tantas damas como puede. A la gente a quienes han insuflado odio que, y tienen en formación para el asalto final, como un tenso globo parece reventar, no le hablan de diálogo y por eso hay echarle la culpa al más pendejo, Chúo.
Por el choque, y para defenderse, pusieron a Chúo de trompo servidor, usurpador de unos derechos que nadie le había dado, algo así como "metío" y al representante del Papa y los ex presidentes, de embusteros y hasta agentes del gobierno que "quieren darle oxígeno a Maduro".
Como allí debe haber gente sensata y la hay, hubo jalones de orejas, llamados a no seguir abusando de lo torpe, como la de desairar y hasta agredir al representante papal y exhibirse como contrarios al diálogo, lo que de por sí es grave, sobre todo cuando se viene diciendo desearlo, empezaron a cambiar tímidamente de posición. Capriles, el primero que se negó al diálogo, porque era oxigenar a Maduro en un momento que lo creían tener acorralado, se sintió obligado a recoger banderas y aceptó el diálogo pero que fuese en Caracas. Es más, no lo solicitó con humildad y respeto sino que de nuevo intentó una imposición de otro tenor. "Si quieren dialogo que sea aquí en Caracas. Si Maduro quiere bañarse en las playas de Margarita ese es su derecho"; eso poco ingenioso y hasta infantil, dijo Capriles, tratando de sacar las patas del barro.
Los demás callaron. Su gente está hasta el borde. Les invitaron el 2 de septiembre pasado a llegar a Miraflores y sacar a Maduro y no cumplieron. Para este 26 de octubre hicieron igual convocatoria y el resultado fue el mismo. Por eso ese día, a Ramos Allup y demás dirigentes de la MUD, acusaron de estar asustados; estos para mostrarles su equivocación, optaron por convocar para el 3 de noviembre a lo mismo. La misma oferta. Estando de por medio el compromiso de la reunión en Margarita que habían ratificado. Es decir, otra vez volvieron a chocar con el diálogo.
Hoy jueves 27 de octubre, Chúo, el mismo, insiste en comunicar que irán al diálogo y en Margarita. ¡Y no son vainas de Chúo! ¡La cúpula de la MUD, a su gente y a uno mismo, enardece más por la locura que otra cosa! No obstante, todavía Ramos Allup, en declaraciones aparecidas en "Noticia al Día, de hoy jueves 27 de octubre, habla de una reunión de la MUD y que "mañana podría afinarse todos los detalles para el diálogo" y agregó "puede ser que todas las organizaciones estén de acuerdo". Es obvio que pareciera dudar y hasta no estar de acuerdo con el diálogo, pues eso sugiere con lo de "podría y puede ser".
Pero aparte de ofrecer varias opciones para "sacar a Maduro", en la MUD nadie nos dice que harían para ordenar la economía. Es un misterio bien guardado. No lo dicen, porque así como cada grupo tiene su plan para "salir del presidente", por lo que viven tropezándose, también son distintos los puntos de vista sobre aquello. Unos no se atreven a decir que harían lo de Macri, que forman la mayoría dirigente, pese a que eso piensan, como congelar pensiones, salarios, política audaz de vivienda y en general disminuir drásticamente la inversión social que ellos llaman gastos superfluos; no lo dicen por temor al rechazo popular y también a quienes en la MUD, piensan otras cosas. Estos últimos, también callan, por no romper la cuerda. Alguien me preguntó ¿estaría Andrés Velásquez de acuerdo con privatizar a Sidor? Por eso, de ese asunto y asuntos como ese, no hablan.
Mientras aquello pasa, el pueblo sufre calamidades inenarrables. La inflación y escasez crecen como la espuma; la fea cara del hambre ya se asoma. El gobierno todo pareciera el "Niño del Diente Roto", Juan Peña, pensativo en apariencia, "el Pensador de Rodín", que es de piedra, como la gallinita ciega buscando lo que no se la ha perdido y hasta jugando en "Tín Marín" o el kino, que no es más que esperando el aumento vertiginoso de los precios del petróleo o la subasta del Arco Minero. Lo cierto es que da muestras de no tener otras cosas a la mano sino discursos epopéyicos, contemplación del pasado, quejidos por la mala conducta de la loca oposición, llamados a la gente a seguirle sin advertirle de los farallones y aumentos esmirriados de sueldos para alentar la inflación; aumentos como un soplar la brasa pa` que encienda.
