Para culminar en una profunda reflexión

Existen temas que revisten gran sencillez pero que son de suma importancia para mejorar la calidad de vida, de una comunidad, de un pueblo, de una ciudad, de un estado, de un país, de una región, de un continente, en fin; del mundo entero. Pero resulta que los verdaderamente encargados de difundirlos, no lo hacen, no cumplen con su deber de hacerlo, una y otra vez; y mil veces más de ser necesario por su carácter de esencial. Veamos, desde cuando usted no oye acerca del decálogo que Dios le entregó a Moisés en el Monte Sinaí en unas losas de piedras escritas por lenguas de fuego; seguro existen infinidades de jóvenes que nunca los han oído. Bueno, aunque reconozco no estar suficientemente preparado para transmitirlos y menos analizarlos, voy a hacerlo porque creo es necesario inculcarlos a la gente, procurando con ello que la sociedad, en general, guarde una mejor conducta en su proceder; y más cuando lamentablemente actualmente existe tanta maldad entre los seres humanos.

1. AMAR A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS:

Este es el mandamientos más importante, por eso es el primero, nos invita a tener a Dios como lo primero y lo más importante en nuestras vidas, antes que cualquier persona, cosa o situación.

Este mandamiento es para querer a Dios más que a todas las cosas o todo lo que existe. Este mandamiento nos obliga a tener fe en Dios, a confiar en su bondad y tener respeto ya que Él siempre nos ve y nos oye.

Amaras a Dios sobre todas las cosas, es un mandato directo que Dios nos hace, No porque Dios necesite ser amado; sino porque el hombre debe amar a Dios.

POSITIVO:

Este mandamiento si lo cumplimos vamos a tener paz interior y a pesar de los problemas cotidianos podemos salir adelante, porque Dios siempre estará con nosotros por medio de la oración. Y comprometerse y estar seguro de poder cumplir ese juramento con fidelidad.

NEGATIVO:

Cuando no creemos en Dios y por tanto no lo alabamos y damos el lugar que debe tener en nuestro corazón, el que profesa el ateísmo y por lo tanto no tiene temor de Dios y tampoco en que Dios va a venir a juzgarlos y si esa persona jura por solo cumplir con un asunto protocolar al recibir un cargo oficial o gremial, significa como una burla a la fe cristiana. Cuando somos idolatras, es decir que adoramos a otros ídolos más que a Dios, como el dinero, la comodidad, el poder, el sexo o la ambición; o pequeñas idolatrías cuando adoramos a nuestras posesiones, nuestra casa, comida, estudio, trabajo o diversiones, más que a Él

Cuando somos supersticiosos, buscamos saber el futuro, y ponemos nuestra confianza en lecturas de cartas, horóscopo o cualquier otro tipo de esas prácticas, buscamos mensajes del más allá, también al usar amuletos, practicar santería, solo se busca eliminar la necesidad de Dios en nuestra vida y eliminar el propio sufrimiento, nos tratan de convencer de que podemos ser autosuficientes y exitosos sin la ayuda de Dios.

Cuando dudamos de Dios o abusamos de su misericordia para seguir pecando, asumimos que como Dios es tan bueno que perdonara al final de la vida; aunque no me confiese.

Cuando callamos voluntariamente pecados graves en la confesión por vergüenza, o cuando comulgamos conscientemente aun sabiendo que hemos cometido pecados graves o mortales.

Cuando no damos gracias a Dios, por el día que estamos viviendo.

 Noviembre de 2016

 

 



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José M. Ameliach N.


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