Trump y el diálogo. La oposición quedó como capilla sin santo

Al día siguiente y hasta casi 72 horas después de conocerse los resultados electorales en USA, mi correo estuvo esmirriado, famélico. Habitualmente se llena hasta más allá del tope de mensajes y documentos procedentes de la oposición, pues parece que en esta hubiera mucha gente ocupada en difundir todo aquello que le favorezca. Como me interesa saber lo que en todas partes pase y lo que en ellas se piense, doy libertad de entrada; es además mi manera de hacerle honor al derecho de la gente a expresarse.

Pero en ese lapso parecía mi correo un campo desolado; triste y callado. Había desaparecido la abundancia, la estridencia y hasta la desbordante alegría de pocas horas antes. Todo el mundo, hasta uno mismo, por la expectativa elaborada por los grandes medios y la abundante opinión en ese sentido, salvo Michel Moore, quien dio abundantes razones para vaticinar el triunfo de Trump, pensaba que la Clinton ganaría el derecho a presidir desde la Casa Blanca.

Pese tantas voces ¿agoreras?, no triunfo la Clinton, candidata de los grandes medios, los abundantes capitales, la derecha convicta y confesa contra toda cosa buena que emerja en el mundo, causa noble que retoñe, incluyendo la que se cobija en el propio partido republicano. Los manifiestos enemigos de nuestros pueblos, dentro de los dos partidos, optaron por apoyar a la Clinton; se trataba de asegurar la continuación de la misma política. Muchos de los venezolanos que residen en Miami y sueñan con romper la legalidad venezolana, incluyendo políticos, empresarios y hasta gente de la farándula, apostó todo a la ex Jefa del Departamento de Estado y responsable de las mayores barbaridades del gobierno de Obama. Esos compatriotas estaban en lo cierto, que de triunfar la Clinton, los planes contra Venezuela continuarían raudos aun en el proceso de transición o cambio en la presidencia de EEUU.

La Clinton, aseguraba no sólo que se continuaría en la misma actitud de Obama contra el derecho de los venezolanos a resolver sus asuntos sin injerencia extranjera, sino que no habría solución de continuidad. Todo continuaría marchando de manera expedita y como si nada hubiera sucedido.

Por pensar eso y estar seguro que así sería, mi correo casi enmudeció. Los alegres, por no hablar de los abundantes agresivos, que contaban las horas y hasta minutos para "salir de Maduro", callaron. Como si les hubiesen dado un mazazo y aplastado el ordenador.

Ramos Allup, quien ahora parece callado, fue uno de los pocos que reaccionó para decir que la política de USA contra Venezuela no cambiaría. Fue una respuesta casi espontánea, instintiva para alentar a sus seguidores que sabía estaban gravemente heridos por sus elevadas aspiraciones. Lo que no niega que tenga mucho de certeza en el mediano plazo.

Es cierto, no hay motivos para esperar que estando Trump en la Casa Blanca, haya un cambio positivo para con América Latina y los pueblos que en el mundo luchan por su bienestar. Pero también es cierto, que el inesperado triunfo del magnate, que ha dicho entre otras cosas, que ya EEUU no tumbará gobiernos extranjeros, al margen que eso cumpla o no, detiene lo que estaba en marcha. Y esto, constituye un triunfo momentáneo para el movimiento popular; que paraliza lo que el adversario tiene como plan en movimiento.

Antes de conocerse los resultados electorales en EEUU, Capriles volvió a amenazar que el día 11 de noviembre retomaría sus planes si no salía de las mesas de diálogo un acuerdo concreto en materia electoral. Hubo acuerdos. Pero no el que aquél puso como condición para continuar el diálogo. Pese a eso, se acordó que para el sábado 12, el día siguiente, contradiciendo lo dicho por Capriles, se produciría y se produjo otro encuentro, donde tampoco se acordó de manera específica lo que él exigía. Y los dialogantes, acordaron volver a reunirse los primeros días de diciembre. Carlos Ocariz y el Chúo Torrealba, ofrecieron sus resultados, a su manera, pero reconocieron en sustancia lo acordado. Y por ahora, Venezuela sigue como estaba, con todos su avatares, pero sin la guerra que factores de la oposición han querido prender.

Oliver Stone, el cineasta norteamericano, quien ha dado muestras de afecto por las causas de América Latina, conocido los resultados ha dicho que tiene esperanzas en que con Trump haya un cambio positivo de actitud, porque este "es un empresario que está acostumbrado a negociar" y está consciente, por muchas razones que sería largo comentar aquí, que su país "está obligado a establecer las mejores relaciones con Rusia". Para la notable figura del cine más peligrosa que Trump, "es la señora Clinton".

La Clinton no sólo es "más peligrosa" como la calificó Stone, sino por lo que uno conoce, su responsabilidad en barbaridades, asuntos que hasta la diplomacia gringa ha llegado a reconocer como tales, es inocultable; sino que está detrás y muy cerca de planes contra Venezuela. Y es así, contra Venezuela, que de concretarse dañarían a todos nosotros, nuestros hijos y nietos, estemos de un lado u otro y hasta en el medio en el combate que ahora aquí se da.

Los efectos del triunfo de Trump los sentí por la planta de los pies, por mi mustia máquina, por el silencio que invadió mi correo, la paz que por eso experimenté y los resultados que comienzan a salir de la mesa de diálogo que, sin duda alguna, se podrían traducir en bienestar para todos, como alejar el peligro de la guerra, que es el peor de los males.

Para no dejar esto con grietas, por lo menos por descuido, advertiré no sueño con un Trump rompiendo con la tradición gringa y esas como leyes del gran capital americano que les hace creer dueños del mundo, sino que sólo he querido resaltar que su triunfo metió las cabras no en el corral, pero si en el congelador. ¡Veremos qué pasa! Pues, "por ahora", para decirlo como aquel soñador del 4F, la oposición "quedó como capilla sin santo". Por eso, mi correo enmudeció.



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Eligio Damas

Militante de la izquierda de toda la vida. Nunca ha sido candidato a nada y menos ser llevado a tribunal alguno. Libre para opinar, sin tapaojos ni ataduras. Maestro de escuela de los de abajo.

 damas.eligio@gmail.com      @elidamas

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