"Tarde piaste pajarito", seguramente habría dicho el ex presidente Herrera Campins, refiriéndose a este chimbo simulacro de dialogo que se desarrolla de espalda al país. Hasta ahora, todas las encuestadoras de opinión revelan que 80% de los venezolanos están conscientes que con la polarización vamos directo y sin escala al infierno; y que solo podría medio salvarnos un gobierno de transición que excluya la MUD y el PSUV, porque ambos son culpables del terrible desastre que no podrá resolverse a corto plazo. De modo que seriamos ingenuos si creyéramos que la efímera tregua acordada a nivel cupular será el santo remedio, pues sin mayores esfuerzo se ve que este teatro mal montado del dialogo va a durar menos que un peo en chinchorro.
Tanto el gobierno, como la MUD, han cometido demasiados errores, por lo que ni rebobinando la película podrán librarse de responsabilidad por los graves daños que ha causado su grosera ambición de poder. A Nicolás Maduro le criticamos que como Jefe de Estado y de Gobierno, se dejó montar la gata en la batea. Por falta de autoridad y rodearse de adulantes, hoy en Venezuela la anarquía cunde en cada rincón de la administración pública y por eso se pasea como Pedro por su casa. Y en cuanto a la MUD, su responsabilidad es mayor, porque para nadie es secreto que sus cabecillas se ufanan de ser los más fieles lacayos de las potencias extranjeras que codician nuestras enormes riquezas.
A mis 67 años confieso que ni en tiempos de la dictadura perezjimenista, ni tampoco durante los cuarenta años del nefasto puntofijismo, este humilde servidor vio a tanta gente sin poder colocar los pies debajo de la mesa tres veces al día. ¿Qué habría escrito Josué de Castro si le tocara ampliar su muy leído libro: "Geopolítica del Hambre"? ¿Cómo creer en las bondades del socialismo del siglo XXI, cuando solo observamos que los únicos que están más gordos son aquellos que secuestraron el poder como si se tratara de una hacienda personal? ¿O no sobran razones para que afirmemos que el chavismo es el verdugo del chavismo?
Hoy, millares de venezolanos con mucha angustia nos preguntamos que vendrá después que termine este juego diabólico del dialogo cupular. Amanecerá y veremos.
