El BCV, Dólar Today y nuestro Poder Adquisitivo (o lo que queda de él)

Me da dolor ver aumentar la población que hurga en la basura para conseguir alimento, hasta niveles nunca vistos durante la época de Chávez. Y lo preocupante, es que la situación se agrava y vemos como el bolsillo del venezolano está siendo golpeado por distintos factores que hacen añicos el tipo de cambio de nuestra moneda nacional, el bolívar, como el poder adquisitivo de los trabajadores venezolanos.

En artículos anteriores (léase "Panorama, retos y control cambiario en la Economía Venezolana" en http://www.aporrea.org/contraloria/a180650.html) he hecho seguimiento al tema del control cambiario en Venezuela, no solo desde la época de Chávez sino desde épocas anteriores, ya que el tipo de cambio de un país, así como sus políticas monetarias, afectan profundamente las relaciones de precios entre países, la competitividad de las industrias, las balanzas de pagos, entre muchas otras variables, sin mencionar a la que considero la más importante: el nivel adquisitivo relativo de los trabajadores.

Ante esta situación de profunda crisis que vivimos, debemos recordar que los poderes e instituciones del Estado, entre ellos el Ejecutivo y el Banco Central de Venezuela, son en primera instancia los garantes que tenemos los ciudadanos para planificar las políticas públicas, económicas y monetarias que prevengan y/o hagan frente a este tipo de crisis. Y esto es y tiene que ser así, precisamente para evitar que factores externos, como el conocido Dólar Today, o el tipo de cambio referencial en la frontera, o incluso hasta las referencias de monedas electrónicas como el BitCoin, no terminen definiendo una variable tan importante para los venezolanos, como lo es el tipo de cambio de nuestro papel moneda.

Existen incontables formas y maneras que utilizan los países del mundo para fijar sus tasas de cambio de moneda local, y esto lo hacen para encontrar un equilibrio entre el poder adquisitivo de la población, los precios de bienes y servicios en moneda local, y estos mismos precios en los mercados internacionales. Entre estas formas de fijación de tasas, quizás la más común es manipulando la liquidez de moneda local y las reservas internacionales a conveniencia, siendo dada la tasa por una división de ambos valores (liquidez/reservas). Otro ejemplo es establecer una tasa de cambio según las reservas minerales del país, donde generalmente se usa al oro como referencia.

Desde hace tiempo, las instituciones del Estado Venezolano (particularmente el BCV), han venido cediendo el poder de fijación de la tasa de cambio a factores irracionales y de paso foráneos, por el hecho de mantener ancladas tasas irrisorias (y también irreales), como 10 Bs/USD, que no cumplen el fin por el que fueron fijadas inicialmente, mientras precisamente son los alimentos y las medicinas los productos que más escasean a nivel nacional y no se venden a precios de 10 Bs/USD precisamente. Ante la falta de adaptación de los mecanismos de cambio de moneda y la falta de transparencia de las cifras publicadas, el BCV está entregando el marcador a terceros que tienen intereses propios, que no comparten los intereses del venezolano común y que en última instancia afectan gravemente el equilibrio y las relaciones de precios de bienes y servicios nacionales e internacionales con el poder adquisitivo de la población.

Ahora bien, ¿cómo es posible que Venezuela, el país con más reservas de oro de Latinoamérica, tenga que sufrir una mega devaluación de su moneda por factores externos a su moneda y el Banco Central no tome acciones? ¿Cómo pretende el gobierno dar concesiones en el Arco Minero, sin ni siquiera establecer una referencia real entre nuestra moneda local y el mundo? ¿Cómo es posible que teniendo las más grandes reservas de petróleo del mundo, nuestra moneda vaya palo abajo, sin establecer una referencia real de tipo de cambio? ¿Por qué seguimos regalando (o "quemando", o "guisando"…) dólares de nuestra renta petrolera al venderlos a 10 Bs/USD cuando PDVSA está tan endeudada? Más bien la tasa de Divisa Protegida pareciera que protegiera el negocio del diferencial cambiario con el dólar paralelo, que permite ganancias de 45.000% por cada dólar, al momento de escribir este artículo (01/12/2016).

Por si fuera poco, pareciera que las instituciones del Estado obviaran matemática sencilla para ver cómo está el ingreso del venezolano respecto a nuestras muchas tasas de cambio, e ignoraran que el salario también tiene que ser considerado cuando se hacen todo tipo de ajustes, bien sea al fijar el tipo de cambio referencial o al fijar precios de bienes y servicios. Tanto el Estado como las empresas privadas debieran estar obligados a considerar el salario y el poder adquisitivo como parte de sus estructuras de costos, para que no pase lo que pasa actualmente, que aumentan los precios, pero no aumenta igualmente el salario de los trabajadores. Y lo lamentable, es que esta situación sucede en empresas tanto públicas como privadas.

Tabla 1. Salario mínimo venezolano a distintas tasas de cambio. (Elaboración Propia)

A modo de interrogante, invito a que el lector se pregunte si le parecen confiables las cifras que da en declaraciones del Ministro del P.P. para la Planificación, Ricardo Meléndez, sobre la pobreza (véase "Pobreza extrema estructural baja en Venezuela por cuarto año consecutivo y en plena guerra económica" en http://www.mppp.gob.ve/2016/08/pobreza-extrema-estructural-baja-en-venezuela-por-cuarto-ano-consecutivo-y-se-ubica-en-44-en-plena-guerra-economica/), cuando uno de los indicadores más comunes incluso utilizado por la CEPAL, define al umbral de la pobreza a la población con ingresos menores a 1 USD/día.

Sin duda que tenemos muchos problemas como país y respecto a la economía lamentablemente el gobierno dejó que la bola de nieve corriera hasta tomar este tamaño y aún las instituciones o no atajan la bola, o no la quieren parar (y por la poca sinceridad con que manejan las cifras económicas me inclino por la segunda opción). Esta situación requiere soluciones de fondo como lo son orden y sinceridad en cifras económicas y en presupuestos nacionales; revisión del gasto público y de la impresión de dinero; distinción entre inversión social y gasto social (que deben ser tomadas como cosas distintas); redirigir el presupuesto hacia proyectos productivos; garantizar que las empresas públicas del Estado sean autosustentables y no dependan de la renta petrolera; retomar el control sobre nuestro tipo de cambio y establecerlo a conveniencia de nuestra industria y poder adquisitivo; de formalizar legislación para repatriar capitales fugados ilegalmente o por corrupción; de considerar en todo la variable del salario mínimo y su relación con los precios a nivel nacional e internacional. En fin, tantas cosas que pudiéramos hacer y que nuestras instituciones y el gobierno hasta ahora no hacen. Cada día que pasa y no reaccionamos es una oportunidad perdida, para enderezar el barco. Por eso este artículo, un llamado desesperado a la acción, a la razón y al pensamiento crítico de todos como venezolanos que vivimos de nuestro trabajo y sufrimos lo que aquí está pasando.

 

Ing. René J. Rivero Arrieta



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René Rivero Arrieta

Ingeniero Químico (UCV) con conocimientos en energía y petróleo, alimentos e ingeniería económica. Colaborador de Marea Socialista.

 rjriveroarrieta@gmail.com      @renejra

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