El venezolano conoce que las oligarquías siempre se han creído ser quienes deben manejar los factores claves de un país, de un continente y del mundo entero, siendo así, al tocar el caso del Dr. Humberto Fernández Morán descendiente de familia de clase media y quien soñó con ver entre las neblinosas montañas plenas de eucaliptos en los Altos de Pipe, Estado Miranda, unas edificaciones que sirvieran al pueblo en la atención en lo médico y científico, ningunos de esos oligarcas le perdonaría tal atrevimiento y por ello es combatido de una manera bestial por los oligarcas existente en ese medio. Para el 14 de julio de 1967, el Dr. Fernández Morán exiliado por adecos y copeyanos cumple seis años como Profesor de la Universidad de Chicago, allí recibe el Premio John Scott por su invento; EL CUCHILLO DE DIAMANTE. Este galardón tan solo había sido otorgado a Tomás Alva Edison, María Curie, Edward Salk, Thomas Fleming y John Gibbon. Aquel fue un reconocimiento de carácter universal otorgado a un gran venezolano, quien por la miopía basada en la envidia de gente que trabajaba en ese sector; lo condeno vivir en el exilio. Fue en el año 1968, a mediados del periodo de gobierno del adeco del Dr. Leoni, que al Dr. Fernández Morán, por un tiempo limitado, le permiten volver a su patria, y aprovechando esa oportunidad se dedica en los meses de junio y julio a dictar algunas conferencias en Caracas, en la Academia de Medicina del Zulia, en Mérida, en San Cristóbal, en Coro y en Cumaná. Desde este año el Dr. Fernández Morán inicia una jornada de conversaciones con gente afecta al gobierno con la intención de que convenzan al Presidente de la República en necesidad de crear un Complejo Politécnico de avanzada para la formación científica y tecnológica de nuestros jóvenes venezolanos; sin embargo ese empeño por aportar su sapiencia al bien de la patria no tuvo ninguna acogida por parte del más alto mandatario nacional.
En 1970 es contratado por la NASA para trabajar en el proyecto Apolo, en lo relacionado al análisis físico-químico de las rocas lunares. A finales de este año en una dependencia del Servicio de Patología, se instala el microscopio electrónico en el Sanatorio Antituberculoso de Maracaibo. Tres años después de su primer regreso al país el Dr. Fernández, en 1971, el Dr. Fernández Morán visita en Maracaibo el Laboratorio de Microscopía Electrónica de su amigo el Dr. Pedro Iturbe, después de haber organizado y realizado el Primer Simposio Venezolano de Patología Ultra estructural y, en el marco del VIII Congreso Latinoamericano de Patología, en el cual se había dictado cursos, presentado y publicado trabajos sobre la rabia, la encefalitis equina, las amibas, tricomonas, el cáncer del cuello uterino, patología tumoral y otros temas médicos. En el curso de esta visita del año 1971, el Dr. Fernández Morán estuvo en San Cristóbal y en Valera, donde dicta una charla titulada "Las oportunidades y retos de la Ciencia y la Tecnología", en la que insistiría en sus sueños, que desde hacía 8 años había tratado por todos los medios a su alcance de interesar al Gobierno Nacional que por ser proyectos de interés Científico y Tecnológico sería de gran utilidad para preservar la salud del pueblo, pero como era una norma para los gobiernos adecopeyano vetar todo lo que viniera de parte del Dr. Fernández Morán; jamás recibió respuesta alguna. El Dr. Humberto Fernández Morán cansado de solicitar al gobierno le aprobara sus proyectos, escribe: "…Soy un misionero y un solitario en mi propia tierra, como lo fue Miranda y como lo fue Bolívar. Persistiré en mi firme empeño de cumplir callado mi misión como investigador científico y educador, ocultando con la jovialidad de Sancho mi tristeza neta del Quijote."
Durante el año 1974 el Dr. Fernández Morán insiste en lograr que Venezuela se adelante en su aspecto científico y tecnológico y presenta al gobierno un Proyecto Global Maestro a través de la Academia Nacional de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales; esta vez tampoco obtiene respuesta gubernamental. En otra visita a Venezuela el Dr. Fernández Morán va a Maracaibo e inspecciona el Sanatorio Antituberculoso, que ya había sido transformado en el Hospital General del Sur y deja a su directiva algunas observaciones. En el curso de otros siete años, desde la creación del Laboratorio de Microscopía Electrónica, el Dr. Fernández Morán no pudo conquistar el interés de los patólogos sobre la utilidad diagnóstica de su trabajo, por el contrario, entre el personal médico del laboratorio existían desavenencias con el jefe de Patología, por lo que los recursos financieros para hacer investigaciones eran absorbidos para atender otros asuntos; el Dr. Fernández viendo que sus propuestas no eran atendidas, desanimado, vuelve a su exilio en Europa. En el año 1978 otra vez el Dr. Fernández visita a Venezuela y se traslada a Maracaibo para asistir al Primer Congreso de Neurociencias, sus actualizadas conferencias científicas fueron destacadas en la prensa nacional, en esa oportunidad el eminente médico zuliano, Dr. Humberto Gutiérrez, dice: "Es lamentable el resultado, prácticamente hemos perdido las enseñanzas y realización de los proyectos científicos planteados por este auténtico invalorable sabio nacional" El Dr. Miguel Acosta Saignes diría "Del Libertador, el Dr. Humberto Fernández Morán parece ser en su tiempo el hombre de las dificultades"