Los CLAP y las juntas comunales de la oposición

En Valencia, varias parroquias y municipios, parecen haberse destacado más las Juntas "Comunales" de la oposición que las UBCH y verdaderas Juntas Comunales bolivarianas.

Desde este marzo, ciertas Juntas "Comunales" presentaron planillas chimbas o improvisadas, y luego por iniciativa de alguien recensaron la población familiar de su vecindario parroquial y sectorial mediante formularios con logotipos oficiales. Hasta ahora en ciertos sectores no las hemos visto ni en pintura, salvo en la TV cuales niños "viendo comer helados a otros niños en los parques no aptos para los primeros".

Sábese y hasta de forma descarada que algunas juntas están al servicio directo de la oposición y se hallan en permanente campaña en favor de nuevos o relevistas gobernantes como ya lo hicieron con éxito para la Alcaldía de este municipio Valencia, actitud antigobierno que les asiste porque están en su derecho de hacerlo gracias a este mismo gobierno al que contradictoriamente consideran dictatorial.

Sin embargo, para lo que no les asiste razón alguna es para mantener despiadadamente en condición de hambre a sus propios adeptos. Efectivamente, es comprensible que los CLAP Bolivarianos no lleguen a esta parroquia mientras la comunidad no se organice imparcialmente sin mirar colores ni ideologías políticas ni intereses provincianos. Es esa falta de planificación comunal la que, más bien, se halla bloqueada por estas juntas opositoras, al punto de que les han hecho ver a sus coparroquianos que son Clap bolivarianos los combos cargados de sobreprecios que las abundantes y proliferadas bodeguitas venden condicionados, por ejemplo, harina de maíz con juca o con auyamas bien caras y de tercera calidad, con plátanos cogidos a destiempo y bien chiquitos al precio de los plátanos grandes.

Las juntas que nos ocupan, por el contrario les han hecho ver a sus vecinos de la oposición que los combos que suministra la Cadena Mendoza, las poquísimas veces que lo ha hecho, que a esos combos estafadores se reducen los CLAP bolivarianos, al igual que durante tiempo reciente atrás lo hacían con un destartalado austobusete que vendía arepas recalentadas rellenas con mortadela y las vendían como las Areperas Bolivarianas en la Plaza Bolívar.

Y en cuanto al hambre que se ha apoderado de las mayoría de sus familias les repite sin cesar que ese el precio, que esa vida perros que están llevando será "hasta que salgan quienes nos están gobernando". La Alcaldía coquiolana improvisa bazares esporádicos con 4 kg de esto y cuatro de pescados flacos refrigerados, con peluquería para las mascoticas de su gente sifrina por excelencia para hacerles ver que está preocupada por ellos y que la culpa es del gobierno que no hace nada.

Así, la solución sería el reparto "casa por casa", que al parecer por su inviabilidad y costosa logística será remplazado por los expendios periódicos en transportes itinerantes a donde los beneficiarios debidamente precarnetizados con el nuevo código chino podrán retirar sus bolsas de los CLAP personal y directamente del gobierno a las manos del comprador.

27/12/2016 8:06:04 a.m.



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Manuel C. Martínez


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