En la XV Conferencia Internacional de la ONU sobre el cambio climático, en la ciudad de Copenhague (Dinamarca), el presidente Chávez aseguraba que el sistema mundial es excluyente, antidemocrático y el capitalismo el fantasma destructivo que amenaza con acabar la especie humana, con seguridad afirmó "no cambiemos el clima, cambiemos el sistema, y cambiaremos el planeta". Igualmente Fidel Castro dejó sentado, muy acertadamente, su preocupación en este sentido cuando dijo que "una especie está en peligro de extinción: el hombre". Para cambiar el planeta y evitar la extinción del hombre a causa del sistema capitalista, debemos deslindarnos también del opio que oprime a los pueblos: la religión (todas sin excepción). La construcción del socialismo será una mentira contra todos y contra los mismos que pretenden ser consecuentes con el neoliberalismo que a diario combatimos, que han traído a nuestros pueblos ignorancia, división y destrucción, inculcados por este sistema. En el caso de las religiones cristianas, éstas han servido para castrar las facultades mentales del hombre, para no permitirles pensar por sí solos y en Venezuela, la institucionalidad de estas religiones (especialmente la católica, de mano de sus arzobispos y cardenales), han tenido un gran peso político en la toma de decisiones de los venezolanos, a tal punto de usar cadenas de oración en las redes sociales para que "el Señor interceda y cambie todo lo que tenga que ser cambiado", para que "la sangre de Cristo limpie a Venezuela", porque ellos son mayoría; como si la minoría no importara y su "Señor" debe atender las necesidades de esa mayoría. Algo caído de los pelos, totalmente alienante, discriminatorio, manipulador y verdugo para una raza que se cree es pensante, pero que en realidad está en peligro porque la han dominado más por su ignorancia que por la fuerza, son obras del hedonismo que operan contra la humanidad.
Llegó el momento, ha llegado el ahora, de empezar por las transformaciones necesarias desde adentro, hay que establecer el continuo de la memoria de la humanidad dentro de la historia de la tierra y de toda la historia de la naturaleza si queremos construir vías de acceso a eso que llamamos "el arte del buen vivir", sin perder la tríada familia, comunidad y Estado frente al zarpazo expropiador del proceso salvajista del capitalismo. Un nuevo año significa renovación, pero en el 2017 el cambio empieza por ti y para esto es necesario reafirmar, dentro de las transformaciones históricas la alianza continua humano-natural-cultural y espiritual; en lo personal y en lo colectivo; a nivel del micro y macrocosmos. De lo contrario, seguiremos marchando hacia el empobrecimiento y la imposibilidad del vivir. Para querer cambiar algo del entorno exterior con lo que no estamos conformes debemos comenzar por nuestro interior, porque no se puede pretender que algo o alguien cambien si el ser humano no hace nada por generar los verdaderos cambios. Mandela y Gandhi no hubiesen logrado la verdadera unión y la paz en sus pueblos si no hubieran tenido la iniciativa y el propósito de empezar a construir los grandes cambios. Cada uno estuvo solo, pero no les importó. Ellos hicieron la diferencia y combatieron el problema del odio, del racismo, de la violencia y lograron hacer visibles a sus pueblos. Si deseamos la paz en Venezuela, encontremos primero la nuestra para transmitirla y ser cada uno un lugar de paz y llevarla a otros escenarios del entorno en el que habitamos, sin rendirse en ese objetivo. Ese cambio debe tener como protagonista inicial tu "YO", no un tercero, sin imposiciones, porque crees que es necesario hacerlo, de lo contrario nunca lo hagas porque te convertirás en lo que alguien más quieres que seas. La paz será posible cuando haya equidad, igualdad, y justicia para todos; los que quieran alcanzarla deben convertirse en el faro para la sociedad, ser ejemplos de vida y de acción; sin creer que tu causa es más noble que la del otro y sin criticar la brutalidad para no justificar luego caer al nivel del bruto. En el año 2017 tú eres el gran cambio que hará que tu exterior cambie; no obstante, comienza hoy para empezar a recoger mañana. ¡FELIZ AÑO 2017!
(*) esmeraldagarcia2309@yahoo.com.
Licenciada en Administración, egresada de la ULA-Mérida.