La verdad, la certeza de lo justo, de la lucha por los derechos del pueblo, hicieron de la revolución cubana - socialista, y esa verdad fue pronunciada de manera abierta al pueblo porque los máximos líderes: Fidel, el Ché, Camilo y otros tantos más, sabían que sólo con el apoyo popular podría ser detenida la inminente reacción violenta del Pentágono; lo que se demostró en Bahía de Cochinos y en la posterior Lucha Contra Bandidos, que acabó con los focos armados que la CIA había infiltrado en El Escambray.
La revolución cubana es la hermana temprana de nuestro proceso, que no puede ser concebido sin la proeza del Gramma, y ambos fenómenos no pueden ser explicados fuera del pensamiento de Bolívar y del ejemplo del apóstol Martí.
Estamos aquí hoy en Venezuela alzando las banderas del M26, así como allá en La Habana , en La Paz , y en cualquier otro lugar del planeta, en el que se haya dado a la acción las ideas de las nuevas utopías, que nos encaminan hacia el mundo de la civilización de la paz y la solidaridad.
En nuestro proceso bolivariano ya se manifiestan síntomas del burocratismo contra el que tajantemente se pronunció el Ché, y del que podríamos copiar sus palabras diciendo que: ” …evidentemente (el burocratismo), no nace con la sociedad socialista ( léase: con el proceso bolivariano) ni es un componente obligado de ella (léase: de este proceso). La burocracia estatal existía en la época de los regímenes burgueses con su cortejo de prebendas y de lacayismo ( léase: de la IV República ), ya que a la sombra del presupuesto medraba un gran número de aprovechados que constituían la «corte» del político de turno. En una sociedad capitalista, donde todo el aparato del Estado está puesto al servicio de la burguesía, su importancia como órgano dirigente es muy pequeña y lo fundamental resulta hacerlo lo suficientemente permeable como para permitir el tránsito de los aprovechados y lo suficientemente hermético como para apresar en sus mallas al pueblo. Dado el peso de los «pecados originales» yacentes en los antiguos aparatos administrativos y las situaciones creadas con posterioridad al triunfo de la Revolución ( léase: del proceso bolivariano), …” (*)
Hoy la revolución cubana está viva porque logró neutralizar a tiempo ese morbo que se gestaba en sus entrañas e impedir que fuese esa la razón que la extinguiera, hoy el proceso bolivariano, nuestra revolución debe enfrentarse resueltamente contra los aprovechados de los que habla el Ché, del lacayismo que es también moneda corriente en nuestras filas; debemos impedir que ese burocratismo negativo que heredamos de la IV República interrumpa el desarrollo de uno de los procesos sociales más brillantes que se han dado en nuestro continente, como lo es esta hermosa revolución que dirige el Comandante Chávez.
El 26 de Julio que celebramos recientemente, debe ser un día de lucha radical contra el oportunismo a todo trance, contra los reformistas adalides de la ideología light, los chavistas sin Chávez, socialistas de embuste, encaramados en las camionetotas del gobierno.
Ese ejemplo del Ché y de Fidel, es por el que debemos luchar incansablemente todos los días; contra el incordio de la corrupción, de las malas mañas, del peculado…
Los revolucionarios, los hombres comprometidos con la verdad y lo justo estamos obligados a que cada día siempre sea 26.
(*) Ernesto “Ché” Guevara “Contra el Burocratismo” ( Abril 1961).