2016-2017

Diciembre, es un mes mágico no solo por la navidad que, en sí misma, expresa simbólicamente el nacimiento del niño Dios para los cristianos. Es un tiempo de recogimiento y de compartir con los familiares y amigos cercanos. Este final de 2016, además de los sentimientos antes mencionados, ha representado para la Humanidad la victoria del Bien, representado en los ejércitos de Siria, Rusia, Irán y las milicias libanesas de Hezbolah y Palestinas; sobre el mal, expresado en las fuerzas militares de Occidente (EEUU, Francia y Gran Bretaña) y sus ejércitos paramilitares del Estado Islámico, Al Qaeda, Daesh o Al Nusra, según lo quiera usted llamar, para beneplácito de los medios de comunicación del imperialismo. La derrota en Alepo de las fuerzas del mal, es la derrota de una política imperialista impulsada por el nefasto Obama a raíz de la invasión genocida contra el pueblo Libio, que conllevó al asesinato de su líder histórico Moammar Gadaffi. Intentaba con ello, el imperialismo occidental, imponer sus valores "democráticos" y de economía de mercado a un pueblo que, hasta entonces, tenía el mejor estándar de calidad de vida en toda África; a la par casi, que muchos países europeos. Tras la caída de Gadaffi, el criminal de guerra Barack Husseim Obama, tan solo llevó a esa parte de nuestro planeta muerte, destrucción, caos y migración masiva. Motivo más que suficiente, para juzgarlo y sentenciarlo a la silla perenne del olvido humano, como la gestión gubernamental más criminal de toda nuestra historia, superando en crueldad los tiempos del tercer Reich, el nazismo. Por eso, este final de 2016 coloca como un faro de luz y esperanza, esa derrota en Alepo de las fuerzas paramilitares de Occidente (EEUU, Francia y Gran Bretaña), como el gran suceso del año y así lo celebraremos. El fracaso de EEUU en Siria, señala el principio del fin de su omnipotencia en el terreno militar. Por lo demás, en lo simbólico, marca el declive histórico del imperialismo de los EEUU y el surgimiento de nuevas fuerzas (Rusia, China, India, Irán y Venezuela), que propenderán a dar mayor estabilidad y seguridad al planeta, ante las piruetas y síndrome de tambaleo que afecta al imperialismo en su fase terminal; procurando alargar su agonía, encerrándose en sí mismo, tal cual se propone hacer en su gestión presidencial Donald Trump, recluyéndose en un propuesto nacionalismo estadounidense.

Sin duda, la élite gobernante imperialista de los EEUU ha asimilado las enseñanzas de la historia, en especial aquella tesis desarrollada por el historiador Paul Kennedy en su obra: "Auge y caída de las grandes potencias" que bien podemos resumir de la siguiente manera: "Cuanto más aumenta el poder de un Estado, mayor es la proporción de sus recursos que dedica a su mantenimiento. Si una proporción demasiado grande de los recursos nacionales se destinan a fines militares, esto a la larga conduce a un debilitamiento del poder…". La capacidad de sostener uno o varios conflictos militares al mismo tiempo, como es el caso para EEUU de las guerras en Irak, Siria, Libia, Afganistán y los conflictos con Rusia, China, Venezuela e Irán, dependen en última instancia de la fuerza económica; sin embargo, concluye Kennedy, los estados en el cénit de su poder político, suelen estar ya en un estado de declive económico comparativo, y EEUU no es una excepción a esa regla. El poder solo podrá mantenerse, por un prudente equilibrio entre la creación de riqueza y los gastos militares, siendo esa la principal conclusión a la que ha llegado la élite gobernante imperialista al elegir a D. Trump, con el fin de impedir, la acelerada desaparición del imperio estadounidense, tal cual como lo hemos conocido hasta el presente. Kennedy, nos señala los ejemplos de los imperios de España, Holanda, Francia y Gran Bretaña que tuvieron que encerrarse en sus propias fronteras, en su etapa de declive, para no desaparecer del todo, cediéndole a los EEUU la hegemonía planetaria. 2017, marcará esa nueva etapa de declive y el surgimiento de nuevos polos de poder planetario, que irán llenando los espacios vacíos cedidos por el imperialismo de los EEUU, incapaz ya, de atender su rol de policía del planeta. Un mundo multipolar, emergerá sin contendientes de peso que le impidan al Nuevo Mundo (China, Rusia, India, Irán, Venezuela) ejercer su supremacía en el planeta.

Esa nueva correlación de fuerzas planetarias, tendrá sus efectos en todos los rincones del mundo y la Venezuela Bolivariana, su liderazgo, deberá colocarse a tono con las responsabilidades, grandes responsabilidades, que la Humanidad les reclama. Uno de los grandes éxitos de la diplomacia de Paz, impulsada y promovida por el Presidente Nicolás Maduro en este año 2016, ha sido la reunificación de la OPEP y la alianza con países no OPEP, que coinciden en la necesidad de elevar los precios petroleros a niveles que permitan sostener su rentabilidad. Con ello, se ha puesto fin a la política imperialista de Obama que no perseguía otro fin sino debilitar a Rusia, Irán y Venezuela, a sabiendas la alta dependencia en sus ingresos, de sus economías, del precio petrolero. Por lo demás, esa política de reunificación de la OPEP, iniciada en 2015 por el propio Presidente Maduro y respaldada por el liderazgo del Presidente Vladimir Putin, aunada a la reconfiguración política del Medio Oriente a partir de la victoria de la Humanidad en Siria e Irak, permitirá inaugurar una nueva época de mayor estabilidad en los precios petroleros. Nada casual, la designación al frente del Departamento de Estado del gobierno de Trump de quien hasta entonces se desempeñara como presidente de la empresa petrolera Exxon Mobil, Mr. Rex Tillerson, sobre quien se refirió Trump en los siguientes términos: "Él es mucho más que un ejecutivo de negocios. Él juega a escala global. Está a cargo de la que supongo que es la mayor compañía del mundo, está a cargo de una compañía petrolera que tiene prácticamente el doble del tamaño de su competidor más cercano, y que se ha gestionado increíblemente bien" (…) "Para mí, una gran ventaja es que conoce a muchos de los jugadores (del escenario global) y los conoce bien. Hace acuerdos a escala masiva en Rusia, y hace esos acuerdos para la compañía, no para él".

Esa designación, indica el rol que la energía jugará en el próximo gobierno imperialista de los EEUU. Mejores precios petroleros, serán convenientes para impulsar la economía estadounidense. Convirtiéndose, esa sola aspiración, en un punto, y vaya punto, de coincidencia entre EEUU y la Venezuela Bolivariana. Algo de eso, constituyó parte de lo conversado por el Presidente Maduro al enviado del Presidente Obama, el diplomático Thomas Shannon. La incorporación de EEUU a este acuerdo OPEP y productores No OPEP, para reimpulsar al alza los precios petroleros. Obvio era, que ante un Obama obsesionado por derrocar al Gobierno Bolivariano del camarada Presidente Maduro, se trataba de palabras huecas que ahora, ante un nuevo gobierno imperialista en los EEUU, donde el petróleo tendrá mucho peso, serán oídas con mayor interés y, de seguro, las coincidencias serán mayores.

2016, representó un año altamente positivo en el terreno político y de aprendizaje para nuestro pueblo. En estos 365 días, pudimos ver el rostro neoliberal y criminal a los enemigos de la Patria y del desarrollo nacional. Los mercenarios de la política nacional: la MUD, sus medios de comunicación privados, sus agentes institucionales en la Asamblea Nacional, los gobiernos de Miranda, Amazonas y Lara, la AVERU, la CEV, Fedecámaras, Consecomercio, los transportistas privados, los dueños de panaderías, la Asociación Bancaria, sus ong´s, todo ese conglomerado de negocios y negociantes privados, auspiciado y financiado con dinero de los ciudadanos y ciudadanas estadounidenses, orientado políticamente por la Embajada de EEUU en Caracas y la CIA. Asimismo, viviendo de las pocas migajas dejadas por esa pléyade de mercenarios, ha surgido una especie de "oposición de izquierda" que aparentándose como "chavista", intenta engañar al pueblo y aparentar un supuesto desencanto y división en filas de nuestra Revolución. Curiosa "oposición de izquierda" que, a todo lo largo de 2016, coincidió en pleno con todas las propuestas políticas que desde el seno de la MUD se hicieran. Si Torrealba, lanzaba la consigna de ¡revocatorio ya!, esa fulana oposición de nuevo tipo se colocaba en la vanguardia de esa propuesta. Si de oponerse a la propuesta de nuestro Comandante Chávez de desarrollo del Arco Minero se trataba, allí estaban más ecologistas que nunca antes lo fueran en toda su existencia. Si la MUD, es la expresión derechista de la política imperialista en nuestro país; la Embajada, se inventó su expresión de izquierda, recogiendo todos aquellos desechos que el chavismo fue deslastrándose en estos últimos tres años. Triste papel les ha tocado jugar a quienes en nombre de Chávez, procuran destruir su gran obra: la Revolución Bolivariana, y para colmo, en alianza con su enemigo histórico y de toda la Humanidad: el imperialismo de los EEUU.

En 2016, se expresó con crudeza la dualidad de poderes producto de la derrota del pasado 6D. Una Asamblea Nacional burguesa, se enquistó como un parásito en el seno del órgano estadal Bolivariano e intentó, hasta ahora infructuosamente, destruir todo su cuerpo. Una sola Ley, fue declarada constitucional por el TSJ de todo un conjunto de leyes aprobadas por esa Asamblea. Todas marcadas con un exagerado signo neoliberal y regresionista. Procurando siempre, el desmontaje de los grandes logros que, en lo social, han caracterizado nuestra Revolución. Así, tras la supuesta entrega de propiedad a los propietarios de las viviendas de la Gran Misión Vivienda Venezuela, se ocultaba toda una estrategia de los mercenarios de la Cámara Inmobiliaria para convertir en mercancías ese más de un millón de nuevas viviendas nacidas en Revolución, dolarizándoles sus precios. Con la reforma de la Ley de Telecomunicaciones, los mercenarios de la Asamblea procuraron no otra cosa sino privatizar el espectro radioeléctrico, propiedad de todo el pueblo venezolano, para entregárselo a costos cero a los delincuentes de la Cámara de la Radio y la TV. Todas, sin excepción, todas las leyes aprobadas por esa Asamblea Nacional procuraron revertir en manos privadas, los grandes logros que colectivizaron medios de producción y conquistas sociales en el objetivo de nuestro Comandante Chávez y el Presidente Maduro, de procurar la mayor suma de felicidad posible para nuestro pueblo. Pero, así como desde la Asamblea Nacional se intentó revertir legislativamente a la Revolución Bolivariana; mediante el mecanismo de la guerra no convencional se procuró, de hecho se logró en parte importante de nuestro pueblo, crear descontento popular. La economía, se convirtió en el escenario ideal para propiciar descontentos y obtener las fuerzas que derrocarían al Gobierno Bolivariano. El imperialismo, se vio forzado a acudir a esa vieja política una vez que reconoció que, por la vía electoral, se le imposibilitaba obtener el poder. Los resultados de tal viraje, los pudo apreciar el pasado 6D y obvio es, que no va a renunciar a los beneficio de tal política teniendo en el horizonte mediato unos procesos electorales que se avecinan con buen viento, si lograran garantizarse la continuidad exitosa de su política de guerra a la economía nacional.

No por casualidad, los organismos financieros del imperialismo anuncian sus pronósticos para la Venezuela de 2017, tal es el caso del Bank of America, Merrill Lynch, Citigroup, Goldman Sach, JP Morgan y Morgan Stanley, quienes anuncian que sus colonias de Argentina, Perú y Colombia tendrán los mejores resultados económicos, promoviendo con ello, sus modelos de economías de mercado neoliberales. En contradicción, anuncian que Venezuela sufrirá una contracción económica cayendo al 2,9 por ciento. Obvia en su pronóstico, la banca imperialista, que la economía venezolana altamente dependiente de los ingresos petroleros, venidos a menos por las políticas de Obama del fracking, la creación del Estado Islámico y la división de la OPEP, derrotada en Siria y mediante el Acuerdo de Viena de la OPEP. De hecho, aún no ha entrado en vigencia el Acuerdo de Viena y ya los precios han superado la barrera de los 50 dólares. Ese solo hecho, debe hacernos augurar un repunte de la economía nacional en el venidero año, que aunado a políticas económicas de alto contenido social deberían conllevar a un verdadero "milagro" económico para la Venezuela Bolivariana en 2017, aún y pese al saboteo de nuestra economía que anuncian desde ya, los factores económicos que hacen vida política en nuestro territorio como es el caso de Fedecámaras, Consecomercio, Cendas, entre otros agentes del imperialismo y sus sesudos analistas. Si bien, el camarada Presidente Maduro ha anunciado la continuidad de la Agenda Económica Bolivariana que procura el desplazamiento y cese del modelo rentístico, que ha caracterizado nuestra economía desde el siglo pasado y estos años de inicio del siglo XXI; en el plano de los sueldos y salarios, el incremento trimestral del salario mínimo y revisión del Cestaticket Socialista, para 2017 se espera entre en proceso productivo el Arco Minero como garantía de mayores ingresos en divisas y generación de empleos. Mayores ingresos que garantizarán, a su vez, la continuidad y eventual reimpulso de las Misiones Sociales, no solo ampliando las existentes, sino creando nuevas Misiones que procuren la máxima felicidad de nuestro pueblo.

Estimamos, que la ruta a seguir el año próximo debe ser la misma seguida por nuestro Comandante Chávez después del paro sabotaje petrolero de 2002-2003, que colocó a nuestra economía en estado comatoso, con pérdidas que ascendieron según estudios del Ministerio de Finanzas y el BCV a los 14 mil millones de dólares, solo por ventas no hechas por PDVSA producto del paro sabotaje de la hoy MUD, ayer Coordinadora Democrática. Un PIB, que registró una picada del 15,8 por ciento durante el cuarto trimestre de 2002 y del 24,9 por ciento durante el primer trimestre de 2003. Esas solas cifras, que dejan en nada a las anunciadas para 2017 por la banca imperialista, reflejan el gran esfuerzo hecho por nuestro Comandante Chávez, para resurgir sobre las cenizas de la economía venezolana de aquellos años post paro-sabotaje petrolero de la Coordinadora Democrática, hoy MUD. Como nos recordaba el camarada Rafael Ramírez, años después de aquella nefasta experiencia: "Debemos recordar que, producto del sabotaje a la industria petrolera, el primero de enero de 2003, el país estaba produciendo solamente 23 mil barriles de petróleo por día, los puertos estaban bloqueados, las refinerías fueron saboteadas, los sistemas de control fueron saboteados por empresas internacionales y se montó una conspiración para intentar dar un golpe continuado contra el Presidente de la República. Eso no debemos olvidarlo jamás, debe estar sembrado en la conciencia de nuestra nación, de los trabajadores, y por eso en torno al tema petrolero necesitamos ser todo lo radical que debamos ser, y todo lo contundente que amerite esta situación".

2017, se presenta como un año positivo pese al mensaje del liderazgo negativo opositor que nos presenta como un país y un pueblo fallido. Nuestro Comandante Chávez, sigue marcándonos los senderos del crecimiento y la búsqueda de la máxima felicidad posible para nuestro pueblo. El paro-sabotaje de la hoy MUD, causó una recesión severa de nuestra economía, la cual resultó en una pérdida del 29 por ciento de nuestro PIB. Los pronósticos a futuro del FMI sobre nuestra economía en aquellos años, hablaban de una economía de post guerra. Nada, en comparación con los pronósticos actuales. Los hechos demostraron, cuán errados estaban y siguen estando. Nuestra economía, creció a ritmo récord durante los cinco años posteriores al paro-sabotaje de la hoy MUD, con un crecimiento del PIB de casi el doble entre el final del paro-sabotaje (primer trimestre de 2003) y el cuarto trimestre de 2008. Tal "milagro" fue posible, tras la implementación por parte de nuestro Comandante Chávez de un modelo económico alternativo, para llamarlo de alguna manera, fortaleciendo diferentes maneras de ejercicio económico: la economía solidaria, la social, popular o comunal. Fueron los años en que se arrancó con una nueva orientación de política económica, aumentando la promoción de cooperativas e introduciendo modelos de cogestión. Mediante la implementación sistemática de medidas de apoyo para la construcción de un nuevo sector productivo de propiedad colectiva o social directa, concretando esa aspiración en la creación del Ministerio de Economía Popular, en 2004. Fue en esos años, post paro-sabotaje petrolero, que se moldeó la concresión de la Nueva Economía. Apuntando a la construcción del entonces llamado "Socialismo del siglo XXI". Con esa orientación, se nacionalizaron industrias, empresas de importancia estratégica y empresas improductivas cerradas durante esos días del paro-sabotaje, tomadas por sus trabajadores. Se fortaleció la expansión del sector productivo de propiedad estatal o colectiva. En lo social, nacieron las Misiones Sociales. En términos Leninistas, la dualidad de poderes fue resuelta por nuestro Comandante Chávez, en la única forma revolucionaria posible: "La burguesía defiende el Poder único de la burguesía. Los obreros conscientes defienden el Poder único que es necesario preparar esclareciendo la conciencia proletaria, emancipando al proletariado de la influencia de la burguesía, y no por medio de aventuras. La pequeña burguesía –los socialdemócratas, los socialrevolucionarios, etc., etc.- vacila, entorpeciendo este esclarecimiento, esta emancipación. Tal es la verdadera correlación de las fuerzas de clase, que determina nuestras tareas" (La dualidad de poderes, V.I. Lenin, 1917). ¡Optando por los pobres! ¡Fortaleciendo el modelo Socialista! ¡Fortaleciendo la economía social, popular y comunal! No hay, ni habrá otra forma posible para salir de esta crisis, camarada Presidente Maduro. Siguiendo siempre el consejo que le diera nuestra Comandante Chávez en su última proclama a la nación del 08-12-2012, en que nos pedía desde su corazón a elegirlo como Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, en caso de que él ya no estuviera, recalcándole como guía de conducta en su actuación a seguir siempre: "…dirigiendo, junto al pueblo siempre y subordinado a los intereses del pueblo, los destinos de esta Patria…" ¡No hay otra opción posible!…



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Henry Escalante


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