Desde que magistralmente ese uruguayo eterno, universalmente conocido por denunciar Las Venas Abiertas de América Latina, describió como el Mundo al Revés al intento de los EEUU, y sus aliados, de "Humanitariamente" instaurar y consolidar su terrorífica Hegemonía Planetaria, nadie en este globalizado y patas arriba mundo, podía esperar que las consecuencias de estas "palabras" les hicieran estar tan cerca y en peligro de sucumbir por la extrema "generosidad" de quienes se dan a conocer como los paladines de la justicia, la paz y el amoooor.
Amarga realidad que ha resultado incuestionable y mucho más profética cuando sus palabras obligatoriamente nos imponen recordar aquello que una vez alertara la genialidad de un Bolívar que ya para la época les veía el triste papel que les tocaría jugar en nuestra actual y dislocada realidad, "nos han dominado más por la ignorancia que por la fuerza". Siendo ésta la manera más fiable y cómoda cómo hacer que algunos pocos tarugos, con las orejitas de mikey mouse puestas sobre la mollera, arrastren al resto de la humanidad a la desgracia y la esclavitud.
Haciendo honor a los nauseabundos pasos de su antecesor gringo, el que por ironía del destino tiene por nombre Santos, ha decidido recientemente, luego de pomposamente recibir su premio nobel de la paz, abrir, inescrupulosamente, las fronteras a la OTAN. Situación que a parte de ser altamente peligrosa para nosotros como vecinos y principales objetivos de esta maquiavélica "cortesía", podría parecer que se pretende trasladar, por despecho y realizando un "enroque", hacia Latinoamérica la extrema conflictividad del Medio Oriente.
Desde Colombia nuevamente puja titularidad una posición servil de este país ¿bolivariano?, nada menos que al pretender abrir las puertas de América Latina al horror guerrerista de la principal maquinaria asesina de los EEUU, y sus aliados. De ser así irremediablemente los malos augurios estarían trastocando toda pretensión de pensar que nuestras tierras continuarán siendo espacios de paz. No resultaría del todo descabellado pensar que una vez más el destino nos escoge para que la suerte de la actual hegemonía mundial se decida en nuestro territorio.
La recuperación del este de Allepo resulta para la OTAN y sus apadrinados y bien aporreados yihadistas, no solo un artero golpe a las pretensiones geo-estratégicas del gobierno norteamericano y sus lacayos, sino que disminuye considerablemente su zona de influencia por la ajedrecista manera como Putin les arrebató el apoyo de Qatar y Turquía.
Aunque los acuerdos de entendimiento entre Siria y opositores radicales son aun demasiado endebles para abrigar exageradas esperanzas, la zona y el porvenir de los pueblos del Medio Oriente, hoy por hoy, no reflejan el rotundo e infernal caos que mantuvo antes de la llegada de Rusia al conflicto. El imponente avance de la influencia de Moscu en esta zona atormenta de tal manera al gobierno norteamericano que por "encima" de la mesa anuncia nuevas sanciones diplomáticas y económicas sobre este país, y "por debajo", ordena el asesinato selectivo de personajes claves de la política exterior rusa.
Acorralada y sin posibilidad de atinar posturas coherentes y de altura, las que un verdadero estadista no desaprovecharía para "descocer la pelota", la administración Obama viene acusando haber quedado marginada y boquiabierta ante el aplomado liderazgo e influencia de Putin. La noticia del, hace poco impensable, "alto al fuego" entre el gobierno sirio y la oposición resultó, y describe al calco, cómo ha quedado la imagen de quien se pretendiera el hombre más poderoso del planeta pero que sin embargo, para mayor vergüenza a su eclipsada reputación y liderazgo, tiene que conformarse que su par ruso ejerció mayor influencia que él para decidir las elecciones presidenciales de su propio país.
Después del asesinato de Peter Polshicov, director del buró a cargo de Latinoamérica en el Ministerio ruso de Relaciones Exteriores, hallado muerto en su departamento en Moscú, con un balazo en la cabeza; la repentina y esmerada búsqueda de firmar la "Paz", y por tanto la desmovilización, de las FARC y el ELN, resultan protocolos necesarios y obligados para el definitivo coqueteo entre Colombia y la OTAN, "travesura" que ya se había sido asomado e intentado realizar en el 2010, cuando se comprometió, Santos, con el comandante Chávez "de no concretar alianza con la OTAN". Estos, y otros hechos, corroboran que el presidente neogranadino es una simple "condimento" en un plato cuyo guiso viene cocinándose ya hace algún tiempo en otros distantes lugares.
Venezuela es el objetivo y quien está al turno de conocer el verdadero rostro de estas mentes retorcidas y llenos de odio por todo quien no se rinde a su pies. Pero no solo este valeroso pueblo tendrá que ejercer los respectivos esfuerzos para contrarrestar esta amenaza bien orquestada y continental. Aun cuando los dos colosos de la región, Argentina y Brasil, se encuentran secuestrados por algunos deslices de una mala interpretación y aplicación de sus democracias, se podría decir que en general los pueblos mantienen conciencia de esta grave y peligrosa situación. Venezuela continúa siendo la "joya de la corona" y es quien, en definitiva, en el ejercicio pleno de su compromiso para con la historia, dirá la última palabra.