2012, año duro para la revolución, golpe fuerte, la muerte de Chávez, el timonel, el líder, el hombre en que confiábamos a ojo cerrado en los momentos más difíciles... "allí está Chávez, ese no se deja joder por la burguesía", así pensábamos, así actuábamos e incluyendo a la alta dirección de la revolución, en varias oportunidades el mismísimo Maduro ha reconocido que "estábamos preparados para servirle, para ayudarle"; nadie se imaginaba tener que afrontar el camino sin sus sabias recomendaciones y certeras actuaciones en los momentos más difíciles. Luego de la retoma del poder aquel 13 de abril de 2002, Chávez nos demostró que estaba súper capacitado para derrotar cualquier intentona por grave que ésta fuese, eso nos generó una hiperdependencia, para recordar aquello de hiperliderázgo, que algunos quisieron convertirlo en flanco de ataque revestido de "inocente autocrítica", pero no nos imaginamos a marchar sin él, esa es la verdad.
Pero ocurrió el duro golpe y con todo y eso, este pueblo valiente salió a derrotar, en una batalla heroica, a la burguesía en 2013 y lo logramos por la calle del medio. La burguesía, como siempre nos subestimó, su prepotencia desbordada se estrelló contra la consciencia de un pueblo valiente y corajudo que cerró filas para cumplir los designios del comandante, apoyar a Nicolás, pero a pesar del dolor de la partida de Chávez, aún el petróleo no llegaba a 20 dólares, y nuestros cuadros regionales y locales, acostumbrados a gobernar con dólar a 100, nunca imaginaron que éste llegaría a 20.
Aunque fue una victoria cerrada, la de Nicolás, ésta fue heroica sin duda, Pero la burguesía y el imperio no se entregaron ni se desanimaron, "descargaron su arrechera", causaron destrozos y muerte, como siempre el odio se desbordó a raudales y se vinieron con todo para vencernos a como diera lugar, La guerra económica fue su arma secreta a voces, pero arma efectiva sin duda. Dadas las características de nuestra economía mono dependiente de la renta petrolera, golpear los precios del petróleo significaría "el derrumbe", según el imperio, de nuestra economía y la revolución caería como un castillo de naipes, eso pensaron y actuaron en consecuencia, nunca imaginaron que este pueblo sería capaz de resistir en la guerra no convencional aplicada y creyeron que todo sería cuestión de tiempo para que le entregáramos el poder en bandeja de plata a los patiquines de la burguesía.
Puertas adentro del chavismo nos enfrentamos estos años a duras pruebas en donde muchos han doblado las piernas, quizás sin darse cuenta algunos, otros conscientes y no actuantes en consecuencia, en fin, las razones las despejará el tiempo inexorablemente. La paralización de muchos cuadros regionales y locales, la paralización de UBCHs, Consejos Comunales, CLPs, equipos políticos, etc, demostraba que el golpe de la burguesía era noble. Sin duda que vimos a un Maduro junto a su equipo más cercano dando una batalla monumental que el tiempo le sabrá dar su verdadera dimensión histórica. El papel de hombres cómo Diosdado y los cuadros de la FANB nos permitió superar los escollos; no podemos olvidar las FANB en estos aciagos meses y años. Así llegamos a 2015 y la confrontación electoral en donde fuimos derrotados por la burguesía y su guerra no convencional. Dolió, quien lo puede dudar, pero allí volvió a surgir un hombre que se creció en medio de las dificultades, allí Maduro se puso a la altura de los gigantes, aunque muchos mezquinos lo nieguen o no lo reconozcan, pero la historia nos mostrará lo gigante de este hombre humilde y leal al legado de Chávez y de todos los que han donado fervientemente su sangre y aliento de vida por la revolución y la redención de este pueblo de libertadores, nunca Maduro desmayó, nunca dejó de darnos fe y confianza, aunque, con tristeza muchas veces lo vimos solo y con la impotencia de no poder ayudar, por las circunstancias que fueren, pero así ha tenido que ser.
Llegó el 2016 con una derecha crecida luego de su triunfo electoral, amenazante, borracha de poder y un imperio que pensaba matar varios pájaros de un tiro, sin embargo, nos volvieron a subestimar. En medio del dolor, la desesperanza, la tristeza y la orfandad; como buenos venezolanos, como herederos de Bolívar, Sucre y Zamora fuimos capaces de resistir estoicamente, resistir, porque era el momento de resistir con los dientes apretados.
Este pueblo pasará a la historia cómo el pueblo que fue capaz de derrotar al mismísimo imperio en sus torcidas pretensiones y hasta la fecha le hemos llevado a mantenerse en el camino de la paz que significa para ellos la derrota más humillante. El plan imperialista es sin duda llevarnos a "la pelea de perros", que nos matáramos entre nosotros para ellos esperar sonrientes la manzana madura y engullirla, pero no le hemos dado, ni le daremos el gusto.
Pasó todo el año 2016 en medio de grandes peligros, nadie puede dudarlo, no obstante, a esas alturas, cada día que pasa vemos a un Nicolás más crecido que nunca, como el propio gladiador dando la batalla y derribando canallas por doquier. La burguesía sigue con su plan, pero ojo, si el pueblo le descubre sus trampas, si el pueblo comienza a sentirse acompañado de un partido, de un gobierno con presencia en todos los ámbitos, de una FANB cada día más comprometida con la revolución, con un nuevo modelo de producción y distribución de bienes y servicios en donde desaparezca el oportunismo, el bandidaje, la especulación y el robo al pueblo cada vez que va al mercado a adquirir algún bien. En fin, si logramos la gobernanza en la economía y desmontamos la trampa que significa los recovecos burgueses para apoderarse y usufructuar el tema de la importación, si el estado logra importar todo lo que ingrese al país, o al menos controlarlo absolutamente; si salimos de la ilegalidad en que se mueve la comercialización de productos, si logramos que cada venezolano sepa con lujo de detalles cada una de las cosas que compra, de donde vienen, cuánto cuestan y cuanto nos toca pagar, ese día, ese día que será más temprano que tarde, ese día habremos logrado ganar la colina de la economía y los carcamanes de fedecámaras quedarán como momias de exposición museística.
Suena a utopía, pero quien que haya luchado por una revolución no se ha nutrido de la utopía y soñado un mundo justo, empezando por Cristo, ¿Hay una utopía más grande?... ¿Qué hubiera pasado en Cuba si el gran Fidel, luego del descalabro que significó el desembarco del Granma no es capaz de soñar hasta la locura y con escasos 7 fusiles se capaz de decir "ahora si vamos a ganar la guerra"? ¿Qué hubiese pasado si en vez de expresar esa "locura" se desanima y les dice... "ya nos derrotaron, vamos a entregarnos"? Obviamente no tendríamos la revolución Cubana. Ese ejemplo lo debemos tener presente todo el tiempo aquí. Ejemplos propios nos sobran, Bolívar el más alto de ellos, atravesar los andes, la expedición a Oriente, la liberación del alto Perú y la fundación de Bolivia ¿Qué hubiera pasado si Bolívar se conforma con liberar a San Mateo? Pues que no tendríamos revolución bolivariana. El mismo 4F con Chávez: aislados y solos, el mismo desierto y aquella división con Arias y algunos otros oficiales después. La decisión de participar en elecciones en 1998 y los temores que tuvimos, porque me incluyo, jamás pensé que le permitirían a Chávez llegar a Miraflores, Chávez soñó, se llenó de utopía y lo logró. Hoy, después del descalabro de 2015, el asedio de 2016, el bloqueo económico, político, comercial internacional, los ataques cibernéticos, mediáticos, la guerra psicológica y económica contra un pueblo que se le notaba la tristeza de sentirse huérfano pero con la esperanza en un gobierno que en medio de las dificultades se crece. Quien lo dirige ha demostrado altura política y compromiso revolucionario. Seamos honestos, si este pueblo no sintiera en el fondo que aún existe una esperanza y nos aferramos a ella, algunos con más consciencia que otros, pero es el pueblo noble carajo, ese pueblo que se quita el pan de la boca para ayudarte, para darte un pan cuando lo necesitas, para conseguirte una medicina, para darte un abrazo y una palabra de entusiasmo, ese pueblo ha sido el gran ganador junto a su líder, Nicolás Maduro. Orgulloso debe estar Chávez donde esté al ver a Nicolás dando esta batalla y no solo dándola, sino bien y victorioso.
En cualquier otra parte del mundo, con una guerra de bandidos cómo la que se ha desarrollado en Venezuela, el pueblo hubiese estallado de rabia, o bien contra el gobierno y las instituciones, muchas veces veleidosas y paralizadas, o bien contra el mismo pueblo que le acosa con la especulación y el robo, pero este pueblo aguantó, estoicamente aguantó.
Hoy, ante el crecimiento de un líder en Maduro, el pueblo irá llenando ese vacío dejado por Chávez y superará la orfandad que el gigante nos dejara, es necesario, la revolución incipiente lo necesita; necesitamos a un Nicolás fortalecido, sólido, con unas instituciones en línea con la constitución, ágiles y certeras en las decisiones contra las agresiones de la derecha, que seguirán, ahora con mayor desesperación. Una FANB muy sólida, unida y fuerte; un TSJ apoyado de pueblo en sus decisiones, una fiscalía a la altura del momento histórico y todo un poder moral capaz de dar respuesta firme y contundente a las groseras pretensiones de la burguesía. Maduro está haciendo lo que debe hacer, el TSJ también, pero el poder moral, la defensoría del pueblo y la fiscalía se ven bien rezagadas, veleidosas y haciendo como el policía valerano...
Lo más importante es que hemos superado la orfandad del líder, ya lo tenemos, ahora falta fortalecer el PSUV, los CLAPs y marchar hacia el nuevo modelo de distribución y comercialización interna, allí está la urgencia, lo demás es monte y culebra.