Trabajé en Pequiven -Moron, en los años 1982 - 1985, en un proyecto científico de analisis, evaluación y estudio estadístico sobre la contaminación de mercurio en toda la área de Morón específicamente el caño alpargaton, río San Felipe, Boca de Yaracuy y todas las zonas aledañas a la antigua planta cloro soda. Esa planta había sido paralizada sus operaciones en el año 1976. Nuestra investigación después de 6 años de desmantelada la planta dio ciertos valores de contaminación en Peces, Plantas, Cocos, terrenos etc, después de mi retiro del equipo que llevaba a cabo tal investigación, creo que duraron un par de años más, pero el reporte final y las acciones correctivas para esa época las desconozco. Fue después de 30 años cerrada la planta Cloro Soda, en 2006, que fueron indemnizados trabajadores contaminados por mercurio y familiares sobrevivientes . Por cierto en 1983 fue la primera vez que Pequiven dió ganancia a la nación, unos 27 millones de Bs de la época. Imaginense, una empresa creada en 1955, revitalizada en 1977, sólo empezó a dar ganancias en 1983. No todo lo que brilla es oro, la industria petroquimica venezolana se ha movido entre intereses particulares de politiqueros de turno. Utilizada como caja chica de otras instituciones y con el beneplácito de administradores que les encanta embolsillarse el dinero ajeno, esa ha sido la suerte de nuestra industria petroquimica.
El sueño petroquimico para nosotros los venezolanos ha sido una quimera. Hoy en día, no llegan a 100 los productos que derivados de los hidrocarburos desarrollamos y producimos en el país. Pero vean este dato. Nosotros tenemos la potencialidad de desarrollar y fabricar 24 mil productos terminados o materia prima, los cuales importamos en estos momentos, imaginense el ahorro de divisas para el país. El presidente Hugo Chávez lo sabía, consciente de ello, trató de profundizar, pero ya sabemos que pasó. Hubo un Alo Presidente, donde el Sr Saúl Ameliach realizó una exposición con un stand de variados productos desarrollados por la petroquimica, desde productos para la salud, farmacia, alimentos, agroindustria, química, textiles, plásticos etc. Todo quedó en la vitrina, más nunca se habló de eso. Por ello, una de las desviaciones que observaba el presidente Chávez era la no continuidad de los proyectos. Todo quedaba en el papel, así paso con el proyecto de pañales guayuco, el tren, y de algunas obras de riego, ni hablar de los helados Coppelia.
En fin, la medida de destitución del Sr Juan Carlos Depablos Contreras por ineficiencia en Pequiven es absolutamente valida, debemos saber que la corrupción no es solo apropiarse indebidamente de dinero, la ineficiencia es otro tipo de corrupción. Esta medida debe ir acompañada de una evaluación a fondo contable de la empresa, ir a las raíces como diría José Martí, indudablemente otras empresas estatales deben ir a revisión, aún siendo eficientes. El estado político, es decir el gobierno debe estar siempre controlando y supervisando, y no solo a empresas públicas, sino, al sector privado también. Es mucho lo que está en juego.
El presidente Maduro, no debe tener complejos alguno en revertir cualquier estatización, a bien pasarla a los trabajadores (recomendado) o a un capital privado nacionalista. El estado no puede convertirse en un inmenso monopolio-oligopolio, que es igual a un monstruo burocrático. El estado político no está para esas funciones, que le quitan tiempo y eficacia en otros sectores más prioritarios.
Ojala y este sea el primer paso para sanear el aparato productivo estatal. Y deseamos al mayor general Rubén Ávila Ávila mucha suerte en su rescate de la petroquimica. Que es una industria vital para el desarrollo aguas abajo. Sobre todo para estimular el desarrollo agrícola e industrial, sueño y esperanza de todos los venezolanos...
Amanecerá y Veremos!!!
