En efecto, señor Presidente, es verdad que la caída de la popularidad de su gobierno se debe en una parte importante a la conspiración de sectores muy poderosos de nuestro país, que no se resignan a la pérdida de la influencia que antes tuvieron en la elaboración y ejecución de las políticas gubernamentales, es decir, a la guerra económica. Eso es cierto, pero también es igualmente cierto que una parte no menos importante de la caída de esa popularidad se bebe a la conspiración que desde el seno del propio gobierno se viene gestando contra el mismo.O más claramente, a la ineficiencia planificada que funcionarios inescrupulosos, que se hacen pasar por amigos de usted -el poder tiene muchos amigos- o que asumiendo posiciones falsamente revolucionarias han sabido ganarse su confianza para realizar sin obstáculos sus perversas y arteras maquinaciones. En relación con esto, permítame referirle algo que no merece otro calificativo que de insólito, por lo que tiene de descarado .
El año antepasado, o sea, el 2015, se caracterizó entre otras muchas cosas por una sequía brutal, que a los habitantes de esta ciudad casi nos deja sin agua. Sin embargo, el sistema de suministro de este vital líquido implementado por Fredy Rodríguez, que no se distinguió precisamente por su excelencia al frente de Hidrolago, mantuvo hasta último minuto un régimen de suministro de este elemento basado en un día con agua y dos sin ella. Y sólo fue cuando ya era evidente que de no tomarse medidas más drásticas de racionamiento nos quedaríamos por completo sin agua, que se tomó la desesperada decisión de alargar la suspensión del servicio a siete días. Pero eso se hizo, necesario es puntualizarlo, debido a la emergencia. No con la idea de dejar esta suspensión de una manera permanente, sino que cuando hubieran desaparecido las causas que la motivaron, volver al sistema anterior, es decir, al de un día con agua y dos sin ella, 1X2.
Así nos encontrábamos a la llegada del 2016, cuando el 1ro. de mayo de ese año cae el primer aguacero, que anunciaría un período de lluvias tan frecuentes y copiosas como pocas veces se habían visto en esta ciudad y municipios adyacentes. Tan frecuentes y torrenciales eran esas precipitaciones que había días que llovía hasta tres veces. Lo que hizo que Rodríguez declara en los primeros mese de junio que los embalses ya habían recuperado su caudal en un 16 por ciento. Sin embargo, pese a esa cantidad de agua, que convertían las calles de Maracaibo en ríos y riachuelos, en los hogares de esta ciudad faltaba el preciado líquido, lo que dio lugar a la acertada destitución del sobrino de Rodríguez Araque y al nombramiento de otra persona al frente de Hidrolago.
De esta manera, bajo una lluvia intensa e incesante, fueron transcurriendo los días y los meses hasta llegar más o menos a mediados de septiembre, cuando ya los embalses se habían recuperado del todo. No obstante, cualquiera pensaría que producido este hecho el corte de agua por siete días carecería de sentido y que, como este esquema se estableció de manera provisional, se retornaría por lo menos al sistema anterior, o sea, al 1X2. No fue así, porque contra lo que cabría pensarse, extrañamente se mantuvo esta situación del 1X7, no hubo ningún mejoramiento en el suministro de agua. El nuevo señor de Hidrolago, indiferente a las penalidades de la gente, mantuvo un régimen de suministro del agua, no sólo insensato sino también completamente injustificable.
Ahora bien, y aquí viene algo verdaderamente insólito que debía obligar a una investigación muy seria de este problema, pues no es normal que funcionarios de un mismo gobierno se contradigan entre sí. Se trata de lo siguiente: el día 2 de enero del año en curso, aparece en el primer cuerpo de Panorama, página 2, una declaraciones del ministro de Ecosocialismo y Agua, Ernesto Paiva, bajo el tútulo siguiente : "ESQUEMA DE AGUA DE 36X36 ARRANCA HOY EN MARACAIBO". Y en el subtítulo, recogiendo las declaraciones del ministro, se agrega: "los principales embalses del Zulia: Tulé, Manuelote y Tres Ríos, ascendieron a 460 millones de metros cúbicos de agua almacenados en las últimas semanas.
Y en efecto, mucho antes de que se cumplieran los siete días de suspensión del suministro de agua que venía imperando, ésta llegó por 36 horas como se había informado. Ocurrido esto, había que esperar ahora que transcurrieran otras 36 horas para poder contar de nuevo con el vital líquido. Sin embargo, no ocurrió así, porque vencidas las horas de suspensión, el envío de agua sólo duró 5 horas, desde la 1am hasta las 5am, es decir, de madrugada, cuando todo el mudo estaba durmiendo. De allí en adelante no se volvió a enviar agua sino hasta el día de hoy, seis días después de lo anunciado y con una pésima calidad. ¿Quién entiende este relajo, señor Presidente? ¿Cuando se va a tomar en serio el grave problema del agua en Maracaibo?
NOTA: Presidente Maduro, lo felicito por su sabia y sensata decisión de establecer conversaciones con Fedecámaras con miras a la recuperación económica del país. Ese era el único camino que había, el más efectivo, para el logro de ese estratégico objetivo. Sólo una respetuosa recomendación para que el diálogo se desarrolle sin contratiempos: cambie la persona encargada de conducir esas conversaciones, porque éstas deben desarrollarse, para que puedan arrojar los resultados esperados, en términos respetuosos y sin recriminaciones estériles. En tal sentido, creo que la persona más indicada para el desempeño de tan importante rol es Pérez Abad, cuya idoneidad y sentimientos nacionalistas están fuera de toda duda. Ah, y no le haga caso a Valderrama y a otros como él.
Ministro Torrealba, si en realidad el gobierno desea sinceramente iniciar conversaciones con Fedecámaras y que las mismas arrojen resultados positivos para el país, no es buena idea hacer esa invitación acompañándola con insultos y con ofensas. Esa es la mejor manera de sabotear algo que ni siquiera ha comenzado.