Yo no creo que a Diosdado Cabello Rondón se le hay olvidado que existió El Carupanazo, así como El Porteñazo, uno el 4 de mayo y el otro el 2 de junio de 1962. Él es un revolucionario de envergadura, de primera línea, pues. Es hombre leído, de una sólo línea. Muy sólida, se observa. Y entonces… ¿Por qué nos echó al olvido? ¿Por qué cuando hace esos recordatorios, oportunos y convenientes, en su programa "Con el mazo dando", tan solo llega hasta el 27 de septiembre? Lógicamente, después de nombrar al 4 de febrero, como ejemplo revolucionario a seguir. ¿Qué cosa, no? Nosotros, hoy día, sobrevivientes, de esa turbulenta década, somos chavistas hasta el más no poder. Porque Hugo Chávez terminó lo que nosotros empezamos en 1962.
En los movimientos cívico-militares del 4 de mayo y 2 de junio participaron no sólo militares, sino civiles, tanto del PCV, como del MIR. Así como exguerrilleros. Todos, sin distingos, sufrimos largos años de cárcel. Por ejemplo, en la Isla del Burro, estuvo preso el Capitán Víctor Hugo Morales, quien fue apreciado por Chávez, por su actitud de ponérsele a la orden en Miraflores para coger un fúsil y defender a su gobierno en el 2002. Morales fue diputado en dos ocasiones, durante el gobierno liderado por Hugo Chávez, en la última fue presidente del Parlamento Andino. Pausides González, también fue diputado por el Polo. Estuvo preso el camarada Clodosbaldo Russian, quien fue Contralor General de la Nación. Manuel Quijada, fue ministro y después embajador en Brasil. Muchos otros camaradas de aquella época tuvieron cargos importantes dentro del gobierno de Chávez.
Yo tuve la suerte, así como el orgullo, de haber entrevistado, en mi carácter de periodista, en dos ocasiones, en Puerto Ordaz. La primera entrevista fue para El diario El Guayanés, del cual fui su director. Le dediqué las dos páginas centrales al Comandante, así como el titular de abrir. Eso sucedió semanas después de él haber regresado de Cuba. La segunda entrevista fue para la emisora "Festiva 99,9", en un programa que dirigí, conjuntamente con una colega, amiga. El encuentro se dio cuando ya estaba por decidirse su lanzamiento como candidato presidencial, a pesar de que Irene Sáez contaba, en las encuestas, con un 57 por ciento de la aceptación, y el Comandante tan solo un escuálido 7 por ciento. Y recuerdo, como si fuera ayer, que durante la entrevista radial me dijo: "Caray, Negro, conque tú participaste en El Porteñazo… ¡Qué bueno! Yo conozco al Tte. Fermín Castillo, quien participó en mí el equipo de abogados, cuando estuve preso en Yare. Igualmente, al doctor Manuel Quijada. Yo tenía, haber, haber, cuándo sucedió ese alzamiento yo tenía 8 años… Y mi hermano Adán, me informó, con detalles, los sucesos. Allí hubo plomo parejo, compai… Y ¿sabes qué? para mí ustedes, los del Carupanazo y El Porteñazo, con su acción, nos tocaron el alma y sembraron la semilla que germinó el 4 de febrero…".
Como participante y sobreviviente de aquellas gestas de 1962, vería con agrado, como lo sentirían los 11 combatientes que aún conservamos nuestras vidas, después de tantos avatares a que hemos fuimos sometidos: cárceles torturas, persecuciones, etcétera, el que Diosdado Cabello Rondón nos tomara en cuenta como ejemplo de una conducta revolucionaria digna, a través de los largos años que hemos estado enfrentados a los gobiernos de la IV República. Yo asumo la total responsabilidad de este planteamiento, ya que no lo he consultado con ninguno de mis camaradas, y tal vez, pueda que alguno de ellos no esté de acuerdo conmigo, cosa que me parece correcto si fuere así.
Puerto Ordaz, 13 de febrero de 2017.
