El economista Julio Escalona, revolucionario, político y ex guerrillero, de verdad, verdad, viene alertando en sus artículos de prensa sobre el mal que corroe al gobierno de Nicolás Maduro. Esa actitud de Escalona, es la correcta. Alertar temprano sobre la burocracia, la corrupción y la ineficacia. Tres fenómenos que "matan" a cualquier gobierno. Desde mi humilde trinchera, y aprovechando las bondades de Aporrea, he venido hablando sobre los tres temas, no sólo ahora, en el gobierno madurista, sino en el de Chávez también. Pero, en ese sentido, las cosas no han mejorado mucho. Tal vez, pienso como mal pensador, en los actuales momentos la burocracia, la corrupción y la ineficacia se han multiplicado, a pesar de lo pueda pensar el camarada Diosdado Cabello Rondón.
En efecto, pienso que el gobierno está en un callejón sin salida, respecto a estos tres elementos, o flagelos, dramatizando un poco. Maduro ha hablado mucho sobre estos tres elementos. Ha cambiado varias veces de ministros, y otros funcionarios, pero todo, todito, ha sido en vano. Quien llega nuevo a un ministerio o a una empresa pública, llega como un corderito. Se presenta. Convoca a reuniones con los empleados. "Yo vine aquí a trabajar para el país, y, por ende, para la revolución. Para mí no vale el compadrazgo, ni el amiguismo. No acepto ninguna conseja, que sea la que está escrita y transformada en acciones revolucionarias, en función del legado de nuestro Comandante Supremo, Hugo Chávez Frías, y de su hijo político, nuestro amado presidente Nicolás Maduro Moros. Se acabó
la flojera. Se acabó la pedidera de permisos, salvo que no sean para ir a las marchas que convoque nuestro Presidente Maduro, o al que él designe para tal caso. Se acabó, y esto anótenlo bien…, se acabó el maltrato a los ciudadanos. Ahora, vamos a demostrar quienes somos los verdaderos chavistas: Probidad, probidad y más probidad… Venceremos".
Julio Escalona ha venido denunciando actos de corrupción, así como el cuestionamiento a nombramientos, o mejor dicho, a ciertos enroques tanto en ministerios como en importantes empresas públicas. Y de José Vicente Rangel, ni se diga. Son centenares de denuncias, con pruebas a la orden de la fiscalía… Pero aquí, en mi país, en tu país, en nuestro país, no pasa nada. Se denuncian los hechos de corrupción. Se denuncian los actos burocráticos, y se denuncian la gigantesca estela de la ineficiencia. ¿Para qué? para nada… Pero vivimos en revolución… ¡Se cansa uno!
Puerto Ordaz, 13 de febrero de 2017.
