Me toca nuevamente hablar de Tareck El Aissami, esta vez no como Vicepresidente, sino como amigo y camarada de luchas reivindicativas del movimiento estudiantil. En mi artículo pasado mencionaba que fue en mi retirada de la universidad de los Andes que Tareck, inicio conquista de espacios vinculados con el gobierno y cogobierno estudiantil. Para esta cruzada conto con un grupo, que para el día de hoy son profesionales que enarbolan en cada una de sus responsabilidades y tareas el más apreciado compromiso de patria, buscando impregnar en todo momento la posibilidad real de transformación en sus desempeños gerenciales públicos. No se trata de juegos de palabras, se cuenta con testimoniales reales, que dan fe de la capacidad de liderazgo desarrollada por El Aissami, ante su equipo.
En lo particular puedo afirmar que conozco de vista y trato a Tareck, por lo tanto interpreto en sus acciones el más puro de los sentimientos de solidaridad, que puede manifestar un hombre que cree posible una nueva manera de vivir en un espacio, de todos y para todos. No se trata de elogiar al hombre, pero si a su conducta comprometida con la disciplina, que le permite diseños de rutas menos traumáticas y antiburocráticas para el Poder Popular y los Empresarios. A este camarada no le toco nada fácil, ya que tiene que lograr dentro de sus metas ese encuentro necesario entre los sectores sociales, público, privados, entre otros; como medida del reimpulso que demanda la producción nacional, en busca de la soberanía plena, para la independencia económica. Cuantos apuestan al fracaso de Tareck, convencido estoy que son muchos dentro y fuera del país. Pero he visto su determinación de tributar acciones que ponga de manifiesto el orden que requiere la acción gubernamental en contra de programas y procesos viciados, repudiados por el noble pueblo venezolano. En tan poco tiempo en su cargo se han registrado hallazgo y sanciones administrativas y penales de pseudos funcionarios públicos que hicieron de sus designaciones una vía para la expropiación de lo público. Cuantos intereses tocados en tan poco tiempo, allí tenemos una de la razón de los ataques.
Desde ante de la universidad, gracias a mi militancia de izquierda estuve muy claro el concepto de la autodeterminación de los pueblos, en este sentido debo repudiar la manera cobarde de descredito publico mundial al que se le pretende imputar a mi camarada Tareck. Mi interpretación a esta tramoya se traduce en el reconocimiento de temor, que se tiene ante la capacidad del Vicepresidente en coadyuvar acciones que permitan reimpulsar el gobierno revolucionario de Nicolás Maduro, este nuevo vicepresidente ha hecho valer el deseo colectivo, de no permitir la impunidad de mafias dentro del gobierno y fuera de este. Es loable el empeño puesto para buscar vías de reactivación del aparato productivo nacional, será a eso que tanto se le teme. Fuerte son los gritos de desesperación imperiales para acabar con la revolución bolivariana, sometiéndola a cada momento al desasosiego como vía de descredito popular en el ámbito nacional e internacional. Llama la atención como se deja de lado por el país acusador, que fue Tareck en su cargo de Ministro de Interior y Justicia que detuvo a 102 narcotraficantes solicitados por INTERPOL con código rojo, así como la destrucción de pista de aterrizajes clandestinas y aeronaves para el tráfico de droga.
No se acusa sin pruebas, solo los cobardes lo hacen. Y no me avergüenza para nada defender a un amigo que se muestra siempre con una amistad sincera, que no usa caretas. Poniendo de manifiesto siempre el espíritu de cuerpo en el deber cumplido. Solo me queda decirte camarada que los perros están ladrando, mordiendo y los lobos están aullando, significa que es el camino. El más fuerte de los abrazos y solidaridad sincera hacia ti, solo los que no te conocen pueden correr el riesgo de confundir tu integridad personal. Hasta la Victoria Siempre.
