¿Quiénes son los auténticos del PSUV?

Me declaro una persona auténtica. Lo soy desde siempre. Por eso amo lo auténtico. Dicen que la veracidad significa autenticidad. En otras palabras, ser veraz, es mostrarse tal como no es. Sin máscara. Sin falsedad. Sin rostro prestado. Lo más importante de ser auténtico es que lo seas contigo mismo. Así no oyes cantos de sirena, ni a favor ni en contra. Por lo tanto, la autenticidad implica, no escuchar a los demás sobre lo que tú eres, o como deberías ser. Es una locura oír a mil voces a la vez: tú madre desea que seas esto o aquello. Tu padre, tiene sus preferencias y trata de imponértelas. Tus maestros y profesores también opinan. Los vecinos no se quedan atrás, así como los familiares. En fin, sé lo que tú quieras ser y punto. Osho dice que "Ser auténtico significa ser fiel a uno mismo. Es un fenómeno sumamente peligroso que pocas personas pueden afrontar. Pero quienes lo hacen, lo consiguen: una belleza, una gracia y una satisfacción inimaginable".

Recuerdo, en estos momentos en que escribo, que una vez entrevistamos al Presidente Hugo Chávez, la periodista Milexa Villegas y mi persona, cuando él no era famoso, o mejor dicho, lo era un poco, pero no había llegado al poder. Eso sucedió en Puerto Ordaz, en la cabina de la emisora Festiva 99.9 FM, cuando operaba en el Centro Comercial Mami. Meses antes de tomar la decisión de lanzarse como candidato presidencial. Es el caso, que en la pared del frente, desde donde no encontrábamos, los tres. Chávez en el centro, Milexa a la derecha y yo a la izquierda, había un afiche de Rumi Olivo, quien estaba de moda por su éxito de la "Flor de Zaraza". Le pide su opinión sobre al Comandante sobre la belleza de la cantante. Y respondió, rápido: "Muy linda, como toda llanera, falta que sea auténtica… Tengo mis dudas, no sé por qué". "¿Y qué opina de nosotros". Ah, caray… Me parecen que son auténticos porque tener un programa que se llame "Personajes al desnudo", ya es un indicador de la autenticidad, y si yo soy el invitado, mucho más...(Risas)".

Osho, insiste en que hay que escuchar la voz interior y nada más. "Te rodean mil y una tentaciones, porque hay muchas personas que venden sus productos. Este mundo es un mercado, y a todos los que están en él les interesa venderte sus productos. Todo el mundo vende algo. Si haces caso a demasiados vendedores te volverás loco. No escuches a nadie; cierra los ojos y escucha tu voz interior". En efecto, hay que estar provisto de un gran valor por deshacerte de tantas opiniones y puntos de vista. En la ruta te encuentras con camaleones, enmascarados, farsantes, y manipuladores de cualquier calibre. Pero quien es auténtico no se contamina, mientras sigue hacia adelante, hacia su meta, sus objetivos y su sueños. Hugo Chávez, para mí, fue un hombre auténtico de pie a cabeza. Y sobre sabía lo que quería, lo que estaba buscando.

Hay una historia que habla de una mujer que buscaba algo. Es una historia sufí. La mujer se llamaba Rabia al-Adauia. Una vez, la gente del poblado, la encontró buscando algo en una calle, lejos de su vivienda. Daba la impresión que la mujer no tenía buena su vista. Así que unos vecinos se acercaron para prestarle ayuda.

—¿Qué estás buscando?

Rabia respondió:

—Eso no tiene la mayor importancia. Si quieren ayudarme, bien venido sea.

—¿Cómo podemos ayudarte, sino nos dices que estás buscando? Es imposible, le dijo una persona.

—Tienen razón. Estoy buscando una aguja que he perdido.

La gente quedó extrañada y sorprendida, a la vez. Era una locura buscar una aguja en una calle tan larga y transitada.

—Por favor, Rabia, dinos ¿dónde perdiste tu aguja?

—Sólo para responderles. La he perdido en mi casa.

Los vecinos se alarmaron. "Esta mujer debe estar loca", pensaron.

—Entonces, ¿qué haces buscando aquí?

—Porque aquí hay luz, y en mi casa no.

Interesante la historia o parábola. ¿Te has preguntado, alguna vez, ¿qué buscas? Hugo Chávez Frías, sabía que buscaba, dónde buscar, y con quien vecinos contaba para su objetivo. Eso forma parte de la autentisidad.

Agregado:

Hugo Chávez, fue un militar alzado, que asumió su responsabilidad ante los venezolanos y venezolanas. Ese es un rasgo de ser auténtico. Llegó a la presidente de la República y siguió siendo auténtico. El mismo muchachote que venía arañas en su Sabaneta de Barinas. Se codeó con mandataros y siguió siendo el mismo. Murió siendo uno de los Presientes más auténticos que ha tenido Venezuela, Latinoamérica y el mundo.

No importa como usted hable. No importa hable, bajito o alto. No importa que le digan que usted no canta, o que no tiene humor, etcétera. Si usted quiere cantar, cante. Si usted quiere reír, ría. Si usted quiere gritar, grite. Si quiere llorar como un niño, llore. Si quiere pintar, pinte. Pero, por favor, no deje de ser usted mismo. Y si tiene que buscar, busque. Pero hágalo en el lugar correcto, no vaya a pasarle como a Rabia, la del cuento sufí. Sea usted mismo.




 



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Teófilo Santaella

Periodista, egresado de la UCV. Militar en situación de retiro. Ex prisionero de la Isla del Burro, en la década de los 60.

 teofilo_santaella@yahoo.com

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