Según los numerólogos de la OEA, apegados al estilo capitalista comercial y contable, los números de la "Carta democrática", supuestamente, darían 21, por redondeo defectuoso, pero eso no es válido.
No se trata de estadísticas comerciales. 2/3 de 21 es y suma más de 21, más de 21, y éste < 21,33. El número mínimo de votos debe ser 22 porque matemáticamente sería el ÚNICO número entero sucesivo e inmediato mayor que 21, tal como arroja el cociente: 32/3x2 = 21,333...
Los estatutos procedimentales hablan de dos tercios (2/3) de países y estos no son susceptibles de fraccionamientos ya que se trata de números rigurosamente enteros o naturales, cuyos individuos no son fraccionables y mucho menos redondeables por defecto ni por exceso.
La estadística burguesa y su Contabilidad manejan ventajistamente los números. Así, cuando se trata de deudas, el comerciante suele redondear por defecto si es deudor, para minimizar su pago. Si es acreedor, entonces redondea por exceso para maximizar su cobranza.
Resulta evidente que ese numerito, que le sería necesario aunque sólo sea para solicitar la fulana CD, está siendo pretendidamente ajustado al objetivo buscado que es crearle problemas a un Estado que ha decidido ser soberano, sin patas de nadie sobre sus espaldas.
