Verdad uno no debe perder la capacidad de asombro. Las cosas que se escuchan, que se leen nos indica que estamos en un mundo al revés, un mundo en donde "los conejos andan detrás de los perros", sobre todo si las afirmaciones provienen de altos funcionarios o de altos representantes del gobierno nacional. Si vienen de la oposición nada causaría estupor, al fin y al cabo de ellos se puede esperar cualquier cosa pues la demencia es su esencia.
Pero que sean de altos representantes del gobierno, incluyendo la figura del Presidente de la República, electo por mayoría en un proceso democrático y participativo por las bases populares, por la grey revolucionaria no es un buen síntoma, máxime el proceso de guerra asimétrica que está viviendo la república, la revolución y con ello la sociedad en general.
Quiero aclarar, para los malos entendedores, para los fanáticos, para los que pretenden ser más papistas que el Papa, más chavistas que Chávez, y para aquellos que crean que con estas afirmaciones me estoy distanciando del proceso revolucionario. Pues resulta que es todo lo contrario, que los fundamentos sagrados de la revolución socialista bolivariana, consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, me obligan a emitir opiniones, críticas y propuestas para mejorar la gestión gubernamental y la vida de la revolución bolivariana socialistas siempre que estén enmarcadas dentro de un clima de respeto, consideración, pertinencia política y social, cosa que los pretendidos "demócratas" de la oposición nos negaron por casi medio siglo, incluyendo aquellos que ocuparon cargos de representación popular o de designación política dentro del proceso revolucionario y que han abandonado las filas de la revolución, los cuales son públicamente conocidos y no vale la pena mencionar.
Hay varias cosas a las cuales quiero hacer referencia en este artículo, porque considero que son de vital importancia, aunque hay una lista innumerable de situaciones que opino deben ser discutidas, visibilizadas, tratadas, ya que todas, de una u otra manera, constituyen la sustancia de la crisis de gobernabilidad que estamos atravesando, y que pone en peligro la existencia del proceso revolucionario en su conjunto. Serán tratadas en otros artículos.
Voy a comenzar con unas declaraciones emitidas por el Pte. Nicolás Maduro. Desde hace días viene afirmando que hay un grupo de militantes del PSUV que están conspirando en su contra. Que dichos militantes son espías del Departamento de Estado, y que dirá públicamente sus nombres. El presidente Nicolás Maduro aseguró que hay un "grupo de traidores" en el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) algunos, dijo, se han ido a Estados Unidos y otros siguen saboteando desde lo interno.
"Hay un grupo de traidores que se fueron de la revolución bolivariana, unos, están en Estados Unidos y otros aquí; voy a sacar las pruebas de cómo han trabajado con la CIA y la NSA, van a sudar frío y luego les dará hasta diarrea", aseveró el jefe de Estado. Esta misma afirmación la ha repetido varias veces en distintos escenarios.
El otro elemento lo constituyen sus declaraciones con relación a la puesta en circulación los billetes de 500 y la demora de los bancos del estado en adaptar los telecajeros para su dispensación. Pide ayuda a la Almiranta para que instruya al Vicepresidente Taarek a fin que apure el proceso.
Un tercer aspecto está referido al nombramientos de ciudadanos claramente identificados como militantes de la oposición para ocupar altos y estratégicos cargos en el gobierno, lo cual colide con las denuncias hechas desde el mismo partido de gobierno en contra del sabotaje interno tales como la corrupción, la ineficiencia, la ineficacia llevados a cabo por escuálidos dentro del aparato gubernamental.
Pregunto. ¿Hasta cuándo tenemos que esperar que el Presidente tome medidas urgentes para enfrentar la agresión, la conspiración? ¿Hasta cuándo el pueblo tiene que esperar que los funcionarios gubernamentales, del rango que sea, acaten las disposiciones, lineamientos y órdenes emanados de la Presidencia de la República?
¿No es inaudito que el Presidente oculte el nombre de altos militantes del PSUV que son espías de la CIA, los cuales están conspirando contra su gobierno y en contra de la revolución? ¿Al presidente se le olvidó que esta revolución es producto de la decisión popular y no es su patrimonio popular? ¿Qué esta situación es un asunto de estado y que está obligado a hacerla pública, tal como lo prevé la Constitución y las leyes?
¿Es posible que el Presidente no tenga la autoridad para hacer que sus órdenes sean acatadas? ¿Que la apatía, la ineficiencia de los funcionarios y empleados del estado haga que sus lineamientos no sean obedecidos, lo que hace que sea motivo de burla por parte de la población al considerarlo inconsistente en sus decisiones, que tenga necesidad de pedir ayuda para que otro funcionario de menor rango aligere las medidas que resolverán una decisión trascendental?
¿No es una contradicción y una señal aberrante de debilidad política que en medio de la guerra asimétrica que la derecha internacional y nacional nos está librando sean nombrados "escuálidos" para ocupar cargos estratégicos, sabiendo que sus ejecutorias irán dirigidas al sabotaje, a la corrupción y a erosionar la ya debilitada acción del gobierno y por ende la credibilidad de la revolución bolivariana y que el Pte. de la República ni se entere, ni se dé por enterado?
Pero, si no hay toma de decisiones, de correcciones, de sanciones por parte del ejecutivo nacional este clima se mantendrá. Si no se remueven los funcionarios corruptos, si no se hacen públicos los nombres de los espías y quinta columnas, si no se castiga a quienes colocaron en cargos estratégicos a militantes de la derecha, si no se remueven a los funcionarios "escuálidos", si no se castiga a los cómplices, tengan el rango que tengan…las contradicciones, contramarchas, deterioro de la acción del gobierno, el desencanto y decepción del pueblo continuará….La conseja popular nos dice "la culpa no es del ciego sino del que le da el garrote".
El presidente Nicolás Maduro le juró al Comandante Chávez continuar con su gesta revolucionaria, juró ante la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y el pueblo venezolano, cuando resultó electo, respetar y hacer respetar las leyes, continuar con el proceso revolucionario y mantener el legado del Presidente Chávez.
El pueblo chavista confió en la decisión del Presidente Chávez y votó por Nicolás Maduro para que continuara la obra del gobierno revolucionario. El pueblo venezolano resistió con valor los ataques armados de una oposición violenta, obcecada, aberrada que quisieron desconocer los resultados electorales que llevaron a la presidencia a Nicolás Maduro.
El pueblo venezolano sufre ahora las consecuencias de una guerra económica, de una guerra mediática, de una guerra moral, de una guerra despiadada y mantiene las esperanzas de continuar en revolución. Pero el pueblo venezolano exige la toma de decisiones, la corrección de los errores, omisiones, distorsiones e indecisiones por parte del ejecutivo nacional.
Y los revolucionarios estamos obligados de acompañar a ese pueblo en sus justas aspiraciones, en sus justos reclamos, en la lucha por las justas reivindicaciones. De no hacerlo la daríamos la espalda a la revolución.
Estamos obligados a defender la revolución y esto pasa por pedir al gobierno que tome decisiones, que corrija, que actúe, que represente al pueblo que lo eligió.
Estamos obligados a defender al gobierno del Pte. Maduro, a señalarle las amenazas, los peligros, que enfrenta así como a ayudarlo a difundir sus aciertos, a apoyarlo en su acción gubernamental, pero estamos obligados también a pedirle que cumpla con su papel, que cumpla con los deberes que le exige su cargo, su investidura.
Así como yo hay centenares de venezolanos, centenares de compatriotas que jamás abandonaremos las banderas de la revolución, jamás nos apartaremos del camino de la justicia e igualdad social, de la defensa de las causas y luchas de pueblo. Jamás haremos el juego a la derecha, jamás hipotecaremos nuestras ideas libertarias, jamás nos abrazaremos con la derecha, con la canalla fascista.
Una vida militante durante la cual enfrentamos a los gobiernos del puntofijismo, que soportamos y enfrentamos al gobierno títere de Rómulo Betancourt a los gobiernos de Leoni, Caldera y CAP (en sus dos versiones) de Lusinchi, Luis Herrera y que todavía mantenemos nuestra gallardía, que todavía permanecemos firmes en nuestras ideas y acciones avala nuestros reclamos, nuestras aprehensiones.
Allá aquellos que, autodenominándose chavistas puros, hoy se retratan en la Asamblea Nacional, denunciando actuaciones delictivas por parte del gobierno del Comandante Chávez tratando de lavar sus propias fallas, enmendar sus propias omisiones, en vez de haberlas hecho ante el pueblo, ante el soberano, que hoy apuestan públicamente a la cada del gobierno para luego disfrutar de los agasajos, de los escoceses, brindados por la derecha, para recibir las mismas monedas que recibió Judas de Iscariote, cuando traicionó a Jesús de Galilea. Ese es su problema, el pueblo y la patria los condenará
El presidente Maduro está puesto por el pueblo chavista para que gobierne, para que defienda el legado del Comandante Eterno, su deber es cumplir con este pueblo y cumplir con Chávez
Presidente, Ud. sabe cuáles son los reclamos del pueblo. El pueblo se lo exige "gobierne"
Hasta la victoria siempre. Venceremos