El desacato a la Sala Constitucional por parte de la Asamblea legislativo en el sector opositor es un hecho público y notorio. En sí mismo representa un craso rompimiento del hilo constitucional ya que los poderes son 5 y deben actuar mancomunadamente; ninguno de ellos puede sobrevivir aislado.
El vacatio legis involucrado en ese desacato no pude continuar. Esta actitud de desconocimiento e irrespeto de la Constitución es la auténtica ruptura del llamado hilo institucional ante la cual la Fiscalía General estuvo guardando un mutis público y notorio.
La toma de decisiones y actuaciones en materia de Relaciones Exteriores asumidas por algunos legisladores es otro hecho público y notorio. Como se trata de un delito grave que cae fuera del ámbito legal de los privilegios legislativos que conforman la inmunidad parlamentaria, el Ejecutivo está llamado a solicitar el enjuiciamiento de méritos que le asiste en caso como estos.
Al respecto, creemos que la reciente revisión de la sentencia judicial del Tribunal Supremo de Justicia busca guiar al Ejecutivo para que este acuda al procedimiento ortodoxo en casos como estos y solicite el correspondiente enjuiciamiento de méritos. De esa manera el Ejecutivo quedaría en libertad y facultado para solicitarle a la Fiscalía General los juicios sobrevinientes.
Otro hecho público y notorio es la imposibilidad pública y notoria que tiene la oposición para volver a Miraflores por vía electoral ante una población que decidió ser libre de los abusos de la burguesía colonializada que hemos tenido.
De manera que la traición a la patria, el desacato o ruptura del hilo constitucional de parte de los mismos diputados declarados en desobediencia permanente frente al resto de los poderes, sólo han buscado una alternativa política por las vías extraconstitucionales, ante su imposibilidad de retomar cualquier otro camino democrático porque esencialmente ya la oposición no cabe dentro del actual espíritu libertario que ha prendido en el pueblo mayoritario de la presente república.
Sólo la extrema sensibilidad humanitaria del socialismo ha permitido la convivencia entre un estilo de vida colonial y desfasado y el modo de vida pro socialista, y explica estas contradicciones, estas diatribas y estas pérdidas de tiempo y riqueza en búsqueda de una utópica armonía entre un modo ya desfasado y el que está en pleno proceso de desarrollo.