El gobierno de Rómulo Betancourt, 1.959 a 1.964, impone en Venezuela un sistema político sustentado en lo que se llamó la doctrina Betancourt, todo ello bajo la obediencia de los dictados de la Casa Blanca, y en conchupancia con la burguesía criolla y oficiales conservadores de las Fuerzas Armadas venezolanas, aquello supeditado en el Pacto de Nueva York, el mismo Pacto que en Venezuela se llamó de Punto Fijo, allí veladamente se contempló la exclusión de fuerzas políticas, verdaderamente de izquierda, que enfrentó dignamente el gobierno dictatorial del general Marcos Pérez Jiménez, por ese Pacto excluyente entra en conflicto con varios sectores de la vida nacional y un poco más adelante con una organización política que era aliado al gobierno, firmante del Pacto de Punto Fijo, Unión Republicana Democrática, URD. Betancourt en el desarrollo de su gobierno provoca enfrentamiento con un grupo de militantes de su propio partido, Acción Democrática, A.D., adecos pues, grupo que se rebela contra el "padre de la democracia", y se divide el partido, acusando a Betancourt de traidor por no respetar lo que en la campaña electoral ofreció al pueblo, realizar un gobierno nacionalista y que no sería sumiso a los Estados Unidos; tal como lo fue.
Como consecuencia del enfrentamiento interno del partido A.D. se va de él la crema y nata de sus militancia, jóvenes que de inmediato constituyen un nuevo partido político con el nombre de Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR, declarándose, desde su misma constitución en, antiimperialista, antifeudal, revolucionario y de tendencia socialista. Otro factor importante que influye en el enfrentamiento adeco, fue la posición asumida por Betancourt ante la Revolución Cubana que ya había derrotado al dictador cubano Fulgencio Batista. El triunfo y enseñanza de la revolución cubana alienta a los revolucionarios venezolanos de la frustración que sentían por no haberse sabido aprovechar la unidad del 23 de Enero de 1.958 para llevar a cabo una verdadera revolución en el país. La política de Betancourt coincidía con los propósitos del gobierno norteamericano por lo que Venezuela se adhiere a la aplicación de sanciones a Cuba, interviniendo en sus asuntos internos y colaborando en el intento de derrocar al gobierno revolucionario de Fidel Castro. En la reunión de cancilleres convocada por le OEA en Costa Rica, Agosto de 1.960, el Canciller de Venezuela, Ignacio Luís Arcaya, miembro de URD, se niega a votar la resolución propuesta por las Estados Unidos para sancionar a Cuba, por lo que Arcaya es echado del gobierno y también rota la alianza con el partido Unión Republicana Democrática.
Aquel acontecimiento contenta grandemente al Dr. Rafael Caldera, jefe de COPEI, puesto que ello significaba que su partido recibiría una mayor cuota de poder en el gobierno adeco; y eso fue así. Inmediatamente el pueblo venezolano bautiza jocosamente este bipartidismo como LA GUANÁBANA, verde por fuera y blanco por dentro; colores que todavía identifican a los pocos militantes que quedan en esas decadentes organizaciones políticas venezolanas. En el transcurso de los 40 años que estos partidos gobernaron Venezuela, en cada gobierno se intensificaba más la crisis política, económica y social, aumentaba el desempleo, la marginalidad, la asistencia en salud cada vez fue más desastrosa, la educación se vino palo abajo, no había cupo para los estudiantes en las escuelas, liceos y universidades; la vivienda para el pueblo estaba consistía en un solo cuarto, 3 x 4 metros y sin ningún equipamiento; en los últimos años de estos oprobiosos gobiernos llegaron a entregar como viviendas: conteiners vacíos. En fin, la gesta sublime en honor a la patria, el 23 de Enero, fue burlada por el puntofijismo, además que el país casi queda arruinado por unos siniestros y traidores dirigentes que se habían apropiado del poder y que les falto poco para terminar de vender los más grandes activos, materiales, que tenía la república, sin embargo, sus restos vetustos y una nueva degeneración pretenden ponerle la mano a la noble y querida Venezuela, pero no, no volverán.