Váyanse al carajo yanquis de
mierda que aquí hay un pueblo digno
Hugo Chávez F, septiembre 2008
Los ataques de los gobiernos de los EEUU y las potencias europeas contra los países "progresistas" latino americanos, con especial ensañamiento contra Venezuela, son producto de la urgencia de restaurar el rumbo marcado por el Consenso de Washington para América Latina con el fin de recuperar el ritmo de acumulación de capital favorecido por la mundialización del capitalismo, pero desfavorecido por las contradicciones inherentes al sistema agudizadas por esa misma mundialización.
¿Por qué esa saña contra nuestro país si la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) respeta la propiedad privada y protege la acumulación de capital?. Protección que en nuestra situación de país dependiente empeñado en un nuevo proceso de sustitución de importaciones, favorece a los países proveedores de la tecnología y los créditos requeridos para avanzar en una industrialización signada por patrones de consumo ajenos.
¿Será por nuestra posición geoestratégica? ¿Por nuestros recursos energéticos, minerales e hídricos? ¿Por haber rechazado el paquete neoliberal? ¿Por contar con una Constitución que atenta contra principios básicos del capitalismo? o más bien, por los inaceptables pecados antiimperialistas del comandante Chávez:
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Haber logrado el poder político y haber contagiado su espíritu libertario a otros pueblos de la región.
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Haber retomado la visión Nuestroamericana. Haber promovido una nueva concepción de la unidad latino-caribeña: soberana y solidaria.
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Haber promovido la Asamblea Constituyente y haber impulsado la aprobación por referendo popular de la CRBV; por ende, de la refundación de la República, de la soberanía intransferible del pueblo y de la transformación de la democracia representativa en participativa y protagónica.
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Haber luchado a partir de la Agenda Alternativa Bolivariana por anteponer lo humano a lo económico. Haber logrado establecer constitucionalmente la irrenunciabilidad de los derechos sociales y la obligación del Gobierno a satisfacerlos.
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Haberse enfrentado al imperialismo. Haber revitalizado la OPEP y haberle abierto las puertas de la región a China, Rusia e Irán. Haber apoyado la multipolaridad mundial.
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Haber transformado la Fuerza Armada Bolivariana y haber cimentado la unión cívico militar.
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Haber sentado las bases para la formación, organización y ejercicio del Poder Popular.
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Haber propuesto la pulverización del Estado Burgués y la eliminación de la explotación del hombre por el hombre.
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Haberse dado cuenta de que su proyecto de país solo puede materializarse en socialismo. En un socialismo acorde a las condiciones propias de Venezuela, el Socialismo Bolivariano o del Siglo XXI.
En su honor, ahora toca defender la Patria, darle sustento teórico práctico al nuestro socialismo, consolidar el Poder Popular y acelerar la transición hacia esa nueva Venezuela.
